27. El lamento de Max

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Una semana después del ingreso de Sergio al hospital, las cosas no cambiaron demasiado. Si bien la intervención quirúrgica había sido éxito, la recuperación llevaría semanas, incluso meses, pues todo debería llevarse con calma para que no hubieran complicaciones durante el proceso.

Por el momento, Sergio estaba bajo coma inducido por indicaciones de sus médicos. Decían que era lo más adecuado ya que de esa manera le ahorrarían un dolor innecesario. Lo mejor era dejarlo descansar dentro del mundo de la inconsciencia, alejado de los problemas que acontecían allá afuera en el mundo del caos.

En términos positivos, la mayoría de sus amigos fueron a visitarlo tras el Gran Premio de Japón. Estaban tan preocupados por él que acudieron al hospital en cada momento que les fue posible y solo se marcharon cuando recibieron la orden de volver a sus actividades dentro de la pista. La siguiente parada sería Catar, aunque ya nada se sentía como antes.

Sin Sergio en la parrilla todo se sentía muy triste. Era como navegar en un velero sin rumbo, a mitad de una tormenta que no parecía tener fin.

***

GP de Catar. Domingo, 08 de Octubre de 2023. Día de la carrera.

Lewis suspiró mientras limpiaba su casco con una franela dentro de su garaje. Faltaba poco menos de una hora para subirse al monoplaza y continuar con la temporada, pero la sensación de vacío en su pecho y las ganas de llorar lo rebasaban por momentos, obligándolo a detenerse para limpiarse los ojos con los pulgares. Lo único que deseaba era volver al hospital y quedarse al lado de Sergio hasta que volviera a despertar, así tuviera que esperar una eternidad para ello.

Unos pasos se aproximaron a él, poniéndolo alerta. Sin embargo, al escuchar a quién pertenecía la voz, relajó los hombros y dejó lo que estaba haciendo para atenderlo.

—¿Cómo te sientes?

Lewis sonrió de lado, sin atreverse a mirar a Toto a los ojos. Aquella pregunta era un poco absurda tomando en cuenta que su mente estaba ocupada por una sola cosa, pero sabía que no lo hacía a propósito. Él debía sentirse de la misma manera, pues Sergio era muy importante para los dos.

—Siento como si nada de esto estuviera pasando de verdad —respondió con un nudo en la garganta—. Siento cómo si estuviera dentro de algún mal sueño, esperando despertar y descubrir que nada de lo que está pasando es real, pero sé que no es así.

Toto suspiró hondo, comprendiendo a la perfección sus sentimientos. El ambiente en el equipo se sentía muy pesado.

—Sergio estará bien —Toto trató de animarlo para que se mantuviera enfocado en la carrera. No soportaría otro accidente en la pista por falta de concentración—. Falta poco para terminar esto. Solo... hagámoslo.

—Lo intentaré, pero no puedo prometer nada.

—Lewis...

Hubo un largo silencio que el propio Lewis rompió segundos después:

—Solo quiero saber una cosa, Toto... —por fin lo miró a los ojos. Estaba a punto de llorar otra vez—. ¿Por qué nadie se percató de que había un problema en el sistema de frenos? ¿Cómo pudieron dejar pasar algo así?

—Sabes que estas cosas pasan sin avisar. Pudo haber sido un problema que surgió en ese preciso momento —Toto trató de ignorar su tono acusatorio, pues sabía que estaba hablando desde el dolor—. No podemos culpar a nadie todavía. Las investigaciones siguen en curso.

King of the streets || Chestappen § Chewis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora