King of the streets || Chestappen § Chewis

18. Des-confianza - Parte 1

La confianza se crea cuando alguien está vulnerable y no se saca provecho de ello. (Bob Vanourek)

Max estacionó el auto una calle antes del bar y caminó apresurado por la acera, ignorando las miradas curiosas que le lanzaba la gente que andaba por los alrededores. De no haber aceptado viajar a Inglaterra, habría desaprovechado la maravillosa oportunidad que le estaba dando el destino. En parte se lo debía a su padre, quien le había insistido que lo acompañara hasta ahí para solucionar unos asuntos pendientes que había organizado antes de su suspensión. Él se negó al principio. No quería saber nada que tuviera relación con ese Gran Premio. La prensa inglesa lo había destruido por la pelea que había protagonizado con Daniel y tampoco paraban de enaltecer a Lewis solo porque correría en casa, pero al final cayó ante la persuasión de su padre. Sin embargo, no había podido resistirse a mirar la carrera por la televisión.

Sergio había estado increíble. Su conducción, su estrategia... Absolutamente todo.

Claro que jamás lo admitiría en voz alta. Hasta ese momento aún mantenía la esperanza de vencerlo y haría hasta lo imposible por conseguir ganar las siguientes carreras, pero si Sergio lo llamaba horas después del gran premio, lejos de las tensiones del campeonato y muy ebrio, entonces podía hacer a un lado todos esos sentimientos de envidia y rencor que le tenía como rival y auxiliarlo porque, después de todo, lo amaba. Lo amaba más que a nadie en el mundo, solo que aún no era capaz de apaciguar a los demonios que le hacían cometer estupideces cuando se trataba del hombre que ponía su mundo al revés.

Por eso, en cuanto recibió la llamada de Sergio a mitad de la madrugada y ubicó el bar donde estaba -que era uno que ambos solían frecuentar cuando iban a ese país- no dudó en salir corriendo del cuarto de hotel para ir a buscarlo, sin importarle llamar la atención de las personas que rondaban por la zona.

Él nunca se caracterizó por ser una persona discreta. Al entrar al bar, lo hizo abriendo las puertas de golpe y caminando a paso seguro, dando grandes zancadas de casi un metro de largo. La gente nuevamente se le quedó mirando, mas él hizo caso omiso. Miró a su alrededor, analítico y parsimonioso como de costumbre, y al no distinguir a su objetivo, fue al único sitio que representaba el punto culminante de un borracho solitario e indefenso: el baño.

-¿Sergio? -preguntó una vez dentro, alternando la mirada entre los lavabos y los cubículos privados. Revisó uno a uno, abriendo las puertas con una mueca de asco, pero el resultado fue el mismo.

Todo estaba vacío.

-Mierda -masculló, golpenado de paso una puerta y yendo a recargar ambas manos al lavabo que tenía enfrente. Entonces, alzó la cabeza y miró su rostro pálido que hacía un contraste interesante con las luces neones del techo. La oportunidad de poder dar con Sergio se le había escapado.

Había fracasado una vez más.

***

Lewis no podía dejar de mirar su móvil. A veces, por las noches, entraba a TikTok y se ponía a ver algunos videos relacionados con la parrilla para matar el tiempo. En su mayoría eran edits de los fans dónde ponían fotos o cortos suyos con alguna canción del momento de fondo, y para su buena suerte Sergio dominaba la mayoría de ellos. La gente seguía maravillada con su regreso a la pista de la mano de Mercedes; cada día habían cientos de videos nuevos, mostrando a un Sergio cada vez más confiado y seguro de sí mismo.

A Lewis le gustaba mirar esos videos. Disfrutaba de verlo en cámara lenta o simplemente sonriendo. También habían de ellos dos juntos, algunos más románticos que otros, y eso le divertía mucho. La gente bromeaba a menudo emparejándolos, sin saber que eso estaba a punto de volverse realidad.