King of the streets || Chestappen § Chewis

11. Cambios extraños

GP de Australia. Sábado, 01 de abril de 2023.

Max pateó el neumático de su monoplaza cuando se quedó fuera de la Q3. Desde las prácticas libres había presentado problemas para completar una sola vuelta; los frenos no tenían agarre y por más que giraba el volante el auto no respondía.

—¡Mierda! —bramó.

La pista se llenó de banderas rojas y pronto una grúa llegó para llevarse el monoplaza a un lugar seguro. La clasificación se reanudó minutos después, aunque Max no tuvo de otra más que regresar a su garaje bajo la mirada furiosa de su padre.

Los resultados fueron favorables para los pilotos de Mercedes. Lewis se llevó la pole y largaría en la primera fila junto a Sergio; detrás de ellos estarían Fernando Alonso y Carlos Sainz a la caza.

Max tuvo una discusión acalorada con su equipo. No podía creer que las cosas hubieran salido tan mal sabiendo que ese circuito era de los más difíciles para adelantar. Para variar, saldría desde el pit lane en la última posición junto a Bottas y eso no le gustaba nada.

Esa tarde no dio declaraciones ante los medios. Le importaban un carajo. Por ahora lo único que le quedaba era dormir bien y dar todo lo mejor de él al día siguiente para que al menos consiguiera llegar dentro de los primeros cinco lugares.

Mientras tanto, Sergio y Lewis sonreían a las cámaras, felices por haber conseguido el 1-2 de la clasificación.

***

GP de Australia. Domingo, 02 de abril del 2023. Día de la carrera.

—Quinto lugar y piloto del día. Es un buen resultado. Felicidades, Max.

—¿Eso me da puntos?

Max no recibió respuesta por la radio. Estaba muy molesto como para mostrarse optimista. Remontar había sido difícil, pero al menos las múltiples bajas presentadas en toda la carrera y los safety car le habían facilitado un poco las cosas.

Cuando llegó a los pits, dejó que los mecánicos se hicieran cargo de su monoplaza y bajó con un humor de perros. Afortunadamente su padre ya no estaba ahí para hacerle más difícil la tarde. A lo lejos podía escuchar los gritos de la gente celebrando la primera victoria de Lewis de la temporada, así como también el tercer podio consecutivo de Sergio y Fernando.
En una de las pantallas observó como los tres ganadores se bañaban en champagne. Habían sonrisas por todos lados y eso no hizo más que empeorar su estado de ánimo.

—Idiotas —masculló. De mala gana tomó una botella de agua y se la llevo a los labios para hidratarse, sin dejar de mirar la celebración.

La hora de la toma de la fotografía llegó y Lewis se puso enmedio para salir con sus compañeros. Max bufó. Su sonrisa lo estaba poniendo de peor humor. Sin embargo, cuando lo vio rodear a Fernando de los hombros y a Sergio de la cintura, intuyó que algo no estaba bien. A simple vista parecía lo más normal del mundo, eso era lo que hacían siempre los ganadores, pero él sabía que no era así. No cuando distinguió como los dedos de Lewis se flexionaban de manera abusiva en la cintura de Sergio, apretujando parte de su abdomen y huesos de la cadera. Eso, a sus ojos, era un abuso de confianza.

De pronto se escuchó un estruendo. Los mecánicos que andaban por la zona del garaje guardando el equipo pegaron un salto y dirigieron la mirada a la zona de los monitores, que era de dónde había provenido el ruido.

—¡Max! ¡Qué hiciste! —preguntó uno de ellos al ver una pantalla estrellada.

—No quiero hablar con nadie —fue lo único que dijo Max, yendo hacia la puerta trasera para marcharse. De lo furioso que estaba había lanzado su casco a la pantalla, sin temor de causar un daño importante al equipo.