-Osmán- susurro Neylan sorprendida- Ha pasado tanto tiempo...Nunca te habría podido reconocer- admitió.
-Así que tú eres Osmán- dijo Kosem, intentando calmarse por todo lo que habia pasado en el ultimo tiempo, desde su pensamiento de asesinar a su hermana, el viaje a la tumba de su madre, el secuestro, la culpa, y entender que su hermana en realidad si la queria, lo suficiente como para defenderla en una situación de vida o muerte donde cada quien debía luchar por su propia vida, no ayudar. Para finalmente conocer a ese hermano del que habia escuchado hablar alguna vez.
Aun no lo creía, era demasiado que procesar. Pero su hermano, del que habia sido alejada siendo solo una bebé, estaba allí, frente a ella, luego de tantos años, los tres hermanos, hijos de la sultana Mahidevran, estaban reunidos. Unos más destrozados que otros, unos más vengativos que otros, unos más fuertes que otros, y unos más confundidos que otros, sobre el camino que deberían finalmente tomar en adelante.
- En cambio yo a ustedes las pude reconocer a simple vista...Son tan parecidas a ella, en sus miradas, en su belleza- susurro Osmán, recordando como hace solo unos minutos, observar frente a frente a sus hermanas, encontrandolas sumamente parecidas a la mujer que más quiso en su vida, le provoco un dolor demasiado fuerte en el corazón, y una alegría demasiado difícil de contener, todo fue expulsado a través de sus lagrimas que intento fallidamente ocultar de sus hermanas.
Después de todo, un hombre no tenia que llorar, y un príncipe mucho menos.
-No lo sé...Yo no la recuerdo- admitió algo desanimada Kosem.
Osmán sin poder evitar al observar esa expresión triste en su mirada, acaricio su rostro.
-Eras muy pequeña. Pero yo la recuerdo claramente, nunca he olvidado su rostro. Y ustedes son increíblemente parecidas, tanto que verlas, es como verla a ella- aseguró.
-¿Qué es este lugar? ¿Qué hacemos aquí? ¿Como nos rescataste?- pregunto Neylan agotada por todo.
-Es algo largo de explicar, les recomiendo que tomen asiento- pidio. Y asi lo hicieron, Osmán comenzo a explicar mientras Neylan atenta escuchaba, del mismo modo que Kosem, aunque esta ultimo por momentos se dedicaba a ver a su hermano, pensando en lo extraño que se sentia, que él si la hubiera conocido, recordado, y ella a él no- Tecnicamente no las salve de un secuestro. Yo mismo las secuestre- confimor.
-¿QUÉ HICISTE QUÉ?- gritaron al unísono poniéndose en pie. Provocando que Osmán se asustara y como un cachorrito arrepentido rapidamente contestara.
-Pero lo hice para evitar que otros las secuestraran-
-Ahhhhhhh- dijo nuevamente al mismo tiempo, calmandose y sentándose.
-Hurrem tenia planeado secuestrarlas, supongo que pueden imaginar que no fue para tratarlas con amor. Asi que me adelante y envie a mis hombres a secuestrarlas- explico.
-Espera...Ahora que recuerdo...¿Como es que estas aqui? OSMAN, DEBERIAS ESTAR EN TU PROVINCIA SI ALGUIEN SE ENTERA DE ESTO TE PUEDEN CONDENAR DE REBELDE Y EJECUTAR- dIjo alterada Neylan.
-Es cierto, sabes que sin una orden del sultan un príncipe nunca debe abandonar su provincia- dijo Kosem.
-Me encargue de eso, supuestamente estoy enfermo en mi provincia, deje muchas personas de mi confianza, sin embargo los espias de la bruja tambien se encuentran alli. Asi que hay un sustituto haciendose pasar por mi como enfermo- respondio.
-Bueno, al menos me deja más tranquila. Aun asi...¿Como estabas tan seguro de que nos iban a secuestrar?- pregunto Kosem.
-No soy un idiota, tengo informantes, e infiltrados en el palacio- respondio. Provocando que Kosem lo mirara seriamente, aquella información no le gustaba, y Neylan lo sabia.
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Las Hermanas de la dinastía. (continuación de Manisa tierra de amor prohibido)
Fiksi SejarahKosem, Neylan y Osmán, hijos de la recordada traidora Mahidevran, tomaron caminos separados en su niñez por orden del Sultán. Crecieron en soledad y desprecio, intentando sobrevivir. Años después el Sultán Mehmed murió, y el principe Murad, hijo de...