insanity ✷ ethan landry ✓

vii. don't speak ill of the dead

vii. no hables mal de los muertos

      WAYNE FUE FÁCIL DE CONVENCER. Todo lo que tomó fue unas cuantas lágrimas falsas y manipulación, y él estaba a disposición de su hija. Se había vuelto más amable y comprensivo con sus hijos desde la pérdida de su hijo mayor, pero también se había vuelto molesto y resentido con quienes le habían quitado a Richie. Sin embargo, nunca planeó compartir sus pensamientos malévolos, hasta que sus hijos revelaron que sentían lo mismo y ya habían comenzado a actuar según la emoción.

Aceptó ser el primero en la escena y confirmar la "muerte" de Quinn, pero eso fue todo lo que pudo hacer por los chicos. Después de todo, era un policía y solo se podía escapar con ciertas cosas.

—Qué espectáculo tan extraño —, susurró Sadie a su novio mientras examinaban el altar que Richie había estado construyendo durante todos sus años de adolescencia hasta su muerte. Wayne y Quinn estaban al otro lado de la habitación mirando el cuchillo de Billy Loomis.

Ethan y Sadie intercambiaron miradas de perturbación tan pronto como entraron al lugar al que Wayne los había llevado. Después de la muerte de Richie, todo lo que poseía pasó a manos de su padre. Había comprado el teatro abandonado después de ahorrar suficiente dinero para ello trabajando en su trabajo mediocre cuando solo tenía 15 años. Es seguro decir que su familia no tenía idea, porque las expresiones en los rostros de los tres Kirsch cuando entraron fueron de sorpresa por lo que habían descubierto.

Sadie pensó que era una obsesión extraña. Claro, estaba haciendo básicamente lo mismo que Richie había hecho, pero su motivo era diferente. Tenía más sentido. Él era simplemente un hombre con una extraña obsesión por los asesinos en serie. Era un verdadero psicópata.

Quinn y Wayne, sin embargo, consideraron que el lugar era especial. Era lo que Richie amaba y a sus ojos, eso era lo único que importaba. No veían la rareza en ello, solo la pasión que tenía por ello. Ethan estaba impresionado y un poco asustado al mismo tiempo.

—¿Cómo consiguió todas estas cosas, de todos modos? — Ethan preguntó en voz alta a su familia mientras él y Sadie estaban juntos mirando la camiseta en la que Randy Meeks fue asesinado. Estaba ensangrentada y rasgada, y hizo que Sadie se preguntara si sus sobrinos se verían de la misma manera.

Wayne rió suavemente.  —Es fácil sobornar a los policías, chico. Especialmente si ofreces un buen precio —.

—Sí, pero ese es mi punto —, exclamó Ethan, volviéndose hacia su padre. —Trabajaba en un trabajo mediocre que solo le pagaba $7.50 por hora. De ninguna manera podría comprar todas estas cosas con ese tipo de dinero. —

—Tal vez tenía a alguien en el interior —, pensó en voz alta Sadie, pasando un dedo sobre un cuchillo de truco utilizado en las películas de Stab. Wayne asintió ante su suposición.

—O tal vez era un traficante de drogas —, bromeó Ethan, lo que provocó una mirada molesta de Quinn. —Quiero decir, llevaba una doble vida —.

—No hables mal de los muertos, Ethan —, rodó los ojos. Quinn siempre había sido protectora con Richie, a pesar de ser más joven. Sentía la necesidad de defender su honor y hacer que pareciera que no era tan mala persona como la estaban haciendo parecer.

—Como sea —, dijo Ethan con un toque de sarcasmo, lo que hizo que Sadie se riera de su actitud.

El grupo de cuatro continuó explorando el lugar y mirando todos los artefactos hasta que se encontraron en el centro del escenario. Todos los trajes de Ghostface, desde Billy y Stu hasta Charlie y Jill, estaban en vitrinas, con cada uno de sus cuchillos encajados entre los dedos falsos de los maniquíes.

Sadie se quedó quieta frente a la vitrina de su tío, con los ojos brillando mientras lo examinaba. Se vio reflejada en el cuchillo ensangrentado y sintió una oleada de energía recorrer su cuerpo y el repentino deseo de tomar el cuchillo. Era como si pudiera sentirlo.

Una mano en su hombro la sacó de la ensoñación en la que había caído, y dio un pequeño salto. Ethan le lanzó una mirada de confusión cuando se volvió hacia él.  —¿Estás bien? —, preguntó, acariciando su mejilla con una de sus manos, la otra colocada en su brazo.

—Sí, estoy bien. Solo me asustaste un poco —, sonrió, entrelazando sus dedos con los suyos.

—Ahora que hemos topado con esto, supongo que podemos deshacernos del disfraz —, dijo Quinn mientras pasaba los dedos por la fría superficie de la vitrina de Roman Bridger. —Elijo el de Roman —.

—Sadie, supongo que tomarás el de tu tío —, Wayne rió levemente, con los ojos puestos en la tranquila adolescente.

—Sí —, respondió, volviéndose para mirar la vitrina de su tío.

—¿Y tú, Ethan? ¿Qué dices, hijo? —

—Nancy Loomis siempre ha sido mi favorita —, respondió, alejándose finalmente de Sadie y yendo hacia la exhibición de la mujer.

—Bueno, parece que tienen un plan que ejecutar, chicos. —

La televisión sonaba fuerte de fondo mientras Sadie y Ethan estaban acurrucados en su cama juntos. Quinn acababa de salir de la habitación de Sadie unos minutos atrás después de que el trío finalizara su plan para la noche siguiente. Ethan no perdió tiempo en abrazar la cintura de su novia.

—¿Crees que todo saldrá bien para nosotros? — Sadie preguntó de repente, mirando intensamente al techo. No sabía por qué la pregunta había surgido en su mente, porque no tenía preocupaciones en absoluto, pero estaba curiosa por saber cómo se sentía Ethan.

Sintió que él centraba su mirada en ella. —Me aseguraré de que así sea. —Su voz estaba llena de tanta sinceridad que hizo sonreír ampliamente a Sadie. Se giró hacia él, llevando su mano a su mejilla para acariciarla. Los pensamientos y preocupaciones llenaban la mente de Ethan, pero su máxima prioridad era ella. Siempre lo sería. Protegerla. Ponerla por encima de todo. Amarla sin fin.

—Te amo —,le susurró dulcemente, apartando su cabello de los ojos y de su frente. Él rió mientras abrazaba su cintura y la acercaba a él. —Incluso después de que todo suceda, te amaré —.

—Yo también te amo, Sadie Jo —, respondió, con el corazón lleno ante la vista ante él. Ethan creía que iban a durar para siempre.

Nada podría interponerse en su amor, era demasiado puro. No había obstáculo que los dos no pudieran enfrentar.

holaa, feliz halloween a todos ¡!