¿Qué es peor, existir o morir?
Esa era una de las preguntas más comunes en la mente de Adhara.
No tuvo la infancia más bonita. Una madre alcohólica y un padre presente pero ausente marcaron su vida.
Hasta que ciertas personas llegan a darle un gi...
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Se suponía que el Doctor Cullen me había puesto una baja tanto en el trabajo cómo en el instituto, pero, ¿qué iba a hacer yo sola en mí casa? Así que aquí estaba, en el fondo de la clase de historia en una esquina con una chaqueta intentando pasar desapercibida para Bella, la cuál impresionantemente no se había percatado de mi presencia.
El timbre sonó y esperé a que todos se marcharan para entregarle mi ficha de asistencia al profesor, quién me miró cómo si fuese un bicho raro, aunque no me sorprende, llevo gafas de sol cuando ni un rayo puede atravesar las densas nubes.
-¿Está bien señora Jones?...
-Perfectamente. -Vale me he comportado cómo una cabrona. -Gracias por preocuparse profesor, realmente lo aprecio.
-No es un problema, la seguridad de mis alumnos es mi prioridad dentro del centro. - Infló su pecho con orgullo mientras lo decía y yo me reí levemente.
-Que tenga buena tarde profesor.
Salgo del aula y evitando el contacto visual con todos me dirijo hacia el aparcamiento ya que si iba al comedor la atención de todos estaría sobre mí, y sobra decir que los chismes en el pueblo se expanden cómo un virus.
-Te ves ridícula.
-Yo también me alegro de verte Alice. - Le digo con la boca llena.
-Que asco Adhara. ¿Me puedes explicar por qué has venido así? -Dice con el ceño fruncido y con una mueca de asco.
-Porque se supone que no debo estar aquí, por recomendación del médico, es decir...
-Mi padre...-Dijo suspirando con una casi innotable sonrisa.
-Si, tú padre, no le vayas a decir que estoy aquí, no quiero volver a pisar el hospital en mi vida. Bueno, ni en mi muerte. -Le digo entre risas ella no tardó en unirse después de procesar un poco lo dicho.
-¿Si no mueres en un hospital dónde pretendes morir si no?.
-Pues en mi casa o en algún país al que haya decidido jubilarme y vivir en pura tranquilidad. No me gustaría morir enchufada a máquinas y sola en una camilla con olor a plástico quemado escuchando los lamentos de otras personas. Gracias, pero no.
-Tienes razón, debe de ser una mierda morir así.
-Espera, ¿Alice Cullen acaba de decir una mala palabra o son cosas mías?.
-Oh cállate.
-¿Qué me calle? ¿Qué tipo de mala influencia soy? Has hecho un trato con el diablo seguro.
-Quítate la capucha, no deja que la claridad ilumine tus ideas.
Miro con indignación cómo se dirige hacia la entrada del instituto y la sigo mientras rio.
-Eres malvada hadita... ¿Sabes qué eres la única qué se ha dado cuenta de que estoy aquí?.
-Pero si compartes todas las clases de hoy con Bella, ¿de verdad no se ha dado cuenta?.
