La muerte del padre de Inko Midoriya y abuelo de Izuku traerá consigo cosas tanto buenas como malas.
Pero para Izuku, son principalmente 4 sobres, que en su interior contienen los documentos que cambiarán la vida de la familia Midoriya para siempre
Izuku Midoriya era un joven de 15 años de ojos y largo cabello esmeralda que ataba en una especie de cebolla, con un rostro bastante atractivo para casi cualquier mujer. Pues su rostro reflejaba alegría e inocencia pura, era una mezcla perfecta entre un hombre adulto muy guapo y de un niño adorable, con el extra de sus pecas solo lo hacía más deseable.
Aparte de que tenían un cuerpo prácticamente de dios griego, pues tenía muchos músculos que demostraban fuerza pero a la vez, se veía que también eran mucho muy flexibles.
Y como cereza en el pastel, el peliverde se había echo un tatuaje bastante grande en su brazo derecho muy notable.
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En términos simples Izuku Midoriya era no solo el sueño húmedo de toda mujer, si no también el hombre perfecto.
Muchos dirán que su timidez y problemas para comunicarse con mujeres, iba desesperara a las chicas sumándole que era denso como una gran roca de granito sólido, perderían el interés en el.
Error, esto solo las motivo más a ganarse el corazón del peliverde, pues no solo lo veían como un trofeo, sino como la llave a su felicidad.
Lo único malo que le veían era que siempre usaba ropa holgada, pero al final te acostumbrabas.
Pero porque estamos hablando de este personaje, pues el y su madre se encontraban llorando en el piso de su sala, la razón.
Su Abuelo Había muerto.
Takuró Midoriya era un hombre de 86 años que murió de causas naturales, muy adinerado con una gran compañía que residía en Tokyo. Su esposa había muerto hace ya 10 años debido a un accidente de tránsito y ahora solo le quedaban su hija y nieto que eran lo más importante, así que sabiendo que le pasaría en unos años, escribió su testamento junto con otros asuntos a tratar en ese momento.
En este momento se estaba llevando a cabo la lectura del testamento.
Para ambos Midoriya no fue sorpresa que la mayoría de los vines quedarán a disposición de su madre y que él solo tuviera acceso a unas cuantas cosas sabiendo que era porque el era joven.
Aunque hubo algunos reclamos por parte de los amigos y asociados más secanos de su abuelo. E incluso una de las mujeres aseguraba que era su hija y que la joven a su lado era la nieta y que como era posible que hicieran esto.
Ante esto el encargado leyó la última parte del testamento para dejar las dudas fuera.
“Yo Takuró Midoriya, bajo el uso completo de mis facultades mentales y lucidez, dejo en claro que la única hija que he tenido, ha Sido mi hija biológica Inko Midoriya y su único hijo y mi único nieto Izuku Midoriya.
Ellos serán quienes recibirán todas mis pocesiones.
Esto incluye, cuentas bancarias, la compañía completa en si, todas mis tierras compradas y demás pertenencias personales.
Mientras que a mí nieto le dejo una casa cerca de su academia de ensueño, al igual que una entrada por recomendación y unas sorpresas extra”.
Fueron las palabras finales del abogado.
Y como era de esperarse, esto provocó que varios de los presentes, sobretodo la mujer extraña esa, comenzarán a gritar sobre que esto era falso, que ellos tenían derecho a parte de la empresa o la fortuna etcétera, etcétera.
En ese momento casi todos fueron sacados de la sala, solo quedaron Izuku, su madre y algunos de los inversionistas y abogados que se quedaron tranquilos.
Después de unos cuantos momentos, todas las escrituras se le fueron dadas a Inko mientras que al peliverde se le dieron 4 sobres sellados.
Al principio el peliverde se confundió por esto, pero simplemente pensó que eran los documentos de la casa y posiblemente algún otro artículo o incluso un vehículo.
Su madre le dijo que fuera a ver su nueva casa para que se fuera acostumbrado y que ella regresaría en un par de meses en lo que se acomodaba en la empresa.
Después de eso, el resto del día nuestro peliverde lo paso preparando la mudanza de sus cosas a su nueva casa.
Termino a las 10 de la noche en acomodar su cuarto y familiarizarse con su nuevo hogar y solo esperaría a su madre para saber si ella también se quedaría con el.
El peliverde se encontraba en el sofá de la sala de estar, estaba cansado pero aún no tenía sueño, pues con todo lo que había pasado hoy.
Miro la mesita frente a el viendo los cuatro sobres con una mirada cansada, sin nada más que hacer tomo uno, rompió el sello de seguridad, saco el contenido y comenzó a leerlo.
Ni siquiera leyó la mitad para darse cuenta de lo que era y se quedó en completo shock.
Tomo los otros 3 y los leyó a gran velocidad todos juntos, viendo cada maldito detalle, por más pequeño que fuera.
Era oficial, cada uno de esos documentos era oficial y estaban registrados ya en el registro civil oficial de Japón.
Sin perder más tiempo llamo a su madre de inmediato y las únicas palabras que salieron de su boca fueron.
