Capitulo 9: Tiempo En Familia.

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Izuku comenzó a abrir los ojos de manera lenta pero segura, una fuerte luz blanca impidió que los abriera por completo.

Le tomo más tiempo de lo que le hubiera gustado para poder acostumbrarse a la luz.

La mayoría de la habitación era completamente blanca salvó por algunas líneas azuladas, mirando mejor a su alrededor se dió cuenta de que se encontraba en una sala médica.

-Por fin despiertas guapo- fue una voz femenina la que hablo.

Esto obviamente atrajo la atención del joven peliverde, quien volteo la cabeza hacia la dirección de la que provenía la voz.

Ahí sentada a su lado estaba Shino y en una silla atrás de ella se encontraba el pequeño Kota, dormido en una silla.

-Tu madre fue a buscar algo de beber ya que le dió sed, mientras que las demás fueron llamadas para ayudar con la investigación de esta liga de villanos- explico la mujer.

-¿Cuánto estube inconsciente?- pregunto mirando a los ojos a su esposa.

-Solo unas cuantas horas, no te preocupes pronto saldrás de aquí- dijo para darle un beso en la mejilla mientras iba a despertar a Kota.

Izuku incluso en su estado no pudo evitar mirar el tracero de la mujer, esa falda blanca, ella usaba esa prenda casi siempre.
Y por alguna extraña razón siempre que se agachaba su tracero se marcaba de tal manera que incluso podía llegar a ver tenuemente su ropa interior.

La admiración sobre su esposa fue interrumpida por un misil verde que llegó directamente a su pecho sacando un gruñido de dolor.

-Ma, mamá, con calma que aún me duele- le dijo el peliverde.

La mujer se apartó un momento después de escuchar a su hijo, lo miró de arriba a abajo varias veces buscando algo que no estuviera bien en el.

-Tranquila Inko, solo se desmayo por la falta de energía de su cuerpo pero su estado físico está muy bien segun, no tiene de que preocuparse ahora- explico la castaña.

-Lose, es solo que, es la primera vez que veo a mi hijo en una cama de un hospital o en este caso la enfermería de la UA- le dijo la mujer.

Platicaron un momento, informando a Izuku sobre la situación actual sobre lo ocurrido, 1 semana libre para todos los involucrados.

Además de que se les dará menos tarea en los días antes del festival deportivo que se iba a realizar dentro de poco.

-Te vas a poner bien, verdad Papi?- pregunto Kota.

La pregunta dejo tanto al peliverde en la cama como a la castaña en la silla completamente estáticos.

Sabían que el pequeño Kota los tenía a ambos en una alta estima, ya que eran los que más tiempo pasaban con pequeño, pues Mandalay lo cuidaba gran parte del día cuando no estaba Izuku.
Y a su vez, el pecoso lo dejaba y lo recogía de la escuela, además de ayudarlo con su tarea y jugando con el.

Ambos llegaron en sus mentes a la realización de que, sin darse cuenta estuvieron actuando como un par de padres con Kota.

Después de salir del estupor y decirle al niño que no había nada malo en el peliverde, ambas mujeres junto con el niño se fueron de la habitación, a pasear un rato en lo que le daban el alta a Izuku.

TIEMPO DESPUÉS.

Luego de unas cuantas revisiones más, la anciana Recovery Girl finalmente le dió el alta al no ver nada malo en su cuerpo.

El camino de regreso a casa fue tranquilo, bueno, con excepción de las mil y un preguntas del niño pelinegro que quería saber cómo Izuku había luchado contra el monstruo Nomu.

Cuando llegaron a casa el resto de chicas ya lo estaban esperando ahí todas estaban preocupadas por su condición.

Cuando ya todo estuvo aclarando, todos menos Inko estaban sentados esperando a que la mujer regresará con un poco de té.

-Entonces la UA va a realizar de todas formas el festival deportivo, vaya eso si no me lo esperaba- comento Rumi mientras Inko había llegado y puso el te en la mesa.

-Si, el director dice que es para no mostrar debilidad después de lo sucedido, gracias- dijo Nemuri.

-Pues tiene un muy buen punto, pero creo necesitaras más entrenamiento para el festival deportivo- fue el turno de Shino.

-Por ahora nos concentramos más en como peleas sin peculiaridades, ya que tú ya tienes un gran dominio sobre tu peculiaridad- dijo Ryuko.

-Entonces empezamos mañana temprano, necesitas mejorar esos músculos conejito- hablo Rumi mientras comía un poco de las galletas que dejó Inko en la mesa.

-Bueno, pero por ahora, disfrutemos de este tiempo en familia- dijo Inko con una sonrisa sentándose con su propio té.

La familia Midoriya así comenzó a contar historias del pasado y algunos chistes que los hacian reír y divertirse un rato.

Incluso Inko fue a buscar un viejo monopoly que tenía guardado desde hace ya bastante tiempo.

En algún punto de una de las partidas del juego, el pequeño Kota termino sentado en las piernas de Izuku mientras esté le daba galletas o frituras de vez en cuando.

FIN DE CAPITULO.

¡¿CÓMO QUE ESTOY CASADO?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora