La muerte del padre de Inko Midoriya y abuelo de Izuku traerá consigo cosas tanto buenas como malas.
Pero para Izuku, son principalmente 4 sobres, que en su interior contienen los documentos que cambiarán la vida de la familia Midoriya para siempre
Izuku estaba muy pero que muy nervioso y asustado.
¿Porqué?.
Bueno eso es debido a que en este momento se encontraba frente a sus ahora esposas, todas mujeres mayores.
Cada una de ellas era una belleza a su manera.
Primero estaba Tatsuma Ryūko, una mujer de cabello rubio corto y una parte cubria su ojo derecho, estaba vestida con una blusa verde y sobre eso traía una chaqueta de mezclilla y unos jeans del mismo material de color rosa, para finalizar tenía unos tenis rojos.
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La siguiente era Kamiji Moe, está era chica que se veía más cercana a su edad pero igual era mayor que el, estaba vestida con una chaqueta de gran tamaño junto con unos pantalones de camuflaje ajustados y un par de tenis, toda su ropa tenía un patrón de colores blanco, azul y naranja. Pero lo más llamativo era su cabello que estaba echo de fuego verde.
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Luego estaba una mujer bastante voluptuosa. Está era Kayama Nemuri, la cual estaba vestida con una blusa sin mangas negra, unos pantalones holgados grises y finalmente un par de tenis negros.
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Para finalizar podemos ver a una mujer bajita, la cuál apenas y debía medir más del metro y medio. Está mujer tenía 2 grandes orejas de conejo junto con la cola ambos de color blanco como su largo cabello que le llegaba a los glúteos, su piel era de un tono café algo oscuro pero brilloso a la vez. Estaba vestida con una blusa blanca simple, unos pantalones de mezclilla ajustados y unos tenis blancos.
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De todas ellas, está última resaltaba no por su estatura, por los apéndices de conejo extra o el contraste entre su piel y su cabello.
La razón por la que ella destacaba era por su expresión de rabia pura que no había abandonado su rostro desde que ellas entraron por su ahora inexistente puerta.
-Así que, tu eres Midoriya Izuku, verdad?- pregunto la rubia.
La voz de la mujer hizo que el ambiente incómodo se dispersará un poco y los residentes le prestarán atención.
-Si señorita, yo soy Midoriya Izuku- respondió Izuku aún bastante nervioso.
-Tranquilo chico ninguna de nosotras te va a lastimar- dijo Ryūko trato de calmar un poco más al joven de pelo verde.
-No creo que esa afirmación sea del todo cierto- comento el peliverde desviando sus ojos hacia una coneja visiblemente enojada.
-Dejando eso de lado, deja que nos preste, soy Tatsuma Ryūko y estas son Kamiji Moe, Kayama Nemuri y Usagiyama Rumi- se presentó la rubia y a sus amigas señalando a cada una.
-Así que ustedes son mis esposas- dijo Izuku de manera reflexiva.
-Asi es verdecito, te ganaste la lotería- le dijo la pelinegra con una sonrisa y tono de voz coqueto.
Izuku ya podía ver la personalidad y el aura de cada una y como se darían las cosas de ahora en adelante con estás 4 mujeres en su vida.
Ryūko parecía ser la líder por su forma de ser, la cual era bastante sensata y pensaba antes de actuar en cualquier situación. Además estaba ese aire de alta sociedad y refinada.
Moe tenía el lugar en ese grupo de ser la adolescente rebelde y divertida que se la podría pasar haciendo bromas. El aura que emanaba era de alguien muy intrépida.
Por otro lado, Nemuri era la mujer que era un imán de hombres, claro que cada una era un imán de hombres, pero está mujer era la que más provecho le sacaría. Después de todo desde que llegó a su casa quedó más que claro lo coqueta que era, su forma de hablar, su forma de sentarse, y también estaba el hecho de vio sus pechos moverse mucho un par de veces, obvia indicación de que no estaba usando brasier.
El peliverde tenía una cosa clara, está mujer le iba a quitar su virginidad y muy posiblemente su otro tipo de Virginidad también.
Finalmente estaba Rumi, la más ruda y fuerte del grupo.
A la vez que la más peligrosa.
Esto debido a que ella tenía una gran cantidad de masa muscular muy obvia sobre todo en sus piernas. Y debido a sus características de conejo era más que obvio las fuerza que tenía en la parte inferior de su cuerpo. Aunque no pudo evitar ver el enorme y lindo trasero de la mujer.
Siendo sincero consigo mismo si no fuera las constantes intenciones asesinas que la mujer bajita le estaba mandando en grandes cantidades, aún tendría la cara rojo brillante como un foco en la oscuridad.
Pero cualquier hombre heterosexual o lesbiana que las viera, comenzaría a babear y fantasear con ellas.
Cada una era muy bella con rasgos finos y extremadamente voluptuosas, algunas más grandes en unos departamentos que otras.
Por dios, Moe era la más cubierta de las 4 y aún así por la forma en la que el frente de su gran chaqueta se levanta, daba indicios de su gran busto.
El peliverde vio a las 4 mujeres por un momento antes de dar un suspiro y usar su gran sonrisa.
-Solo me queda decir, ¡Bienvenidas a La Familia Midoriya!- dijo mientras les regalaba una gran y alegre sonrisa a la vez que extendía los brazos a los costados.
