El festival deportivo había finalizado con la victoria del joven peliverde, por lo que la familia comenzó su viaje hacia un buen restaurante para poder celebrar su logro.
Mientras estaban caminando y charlando alegremente el pequeño Kota estaba corriendo un poco frente a ellos.
-Kota ten cuidado, no te vayas a caer- dijo Shino.
-Jaja, tranquila mami no me voy a caer- respondió el niño de manera alegre.
-Tranquila, Shino, vamos a celebrar, deja que se divierta- hablo Izuku siendo respaldado por su madre y Nemuri.
-Esta bien, solo por está vez- dijo la castaña con una sonrisa dulce.
Mientras el niño con la gorra roja y cuernos dorados corría, de uno de los callejones salió una pequeña figura que choco fuertemente con Kota, provocando que ambos cayeron al suelo.
-¡Kotaa!- exclamó Shino preocupada.
-Estoy bien mamá, solo que, alguien chocó conmigo- dijo el pequeño.
En ese momento todos voltearon a ver a Izuku que se levantó del suelo y se giro para mostrar que estaba cargando a una pequeña niña con albinismo.
Estaba vestida con una playera de gran tamaño sucia, vieja y desgastada, poseía vendas en sus cuatro extremidades.
Y lo más llamativo, un pequeño cuernito en su frente.
Cuando intentaron acercarse la pequeña se aferró más al peliverde y casi parecía como si le fuera a dar un infarto por todo el miedo que estaba sintiendo.
Inko se acercó lentamente y ayudó a su hijo a tranquilizar a la pequeña que estaba en sus brazos.
Mientras eso pasaba, Izuku miro sobre su hombro notando una presencia en la oscuridad, repentinamente tanto Rumi como Ryuko se pararon una a cada lado de la entrada a ese callejón.
Una clara indicación de que ellas también habían sentido a esa persona que los estaba vigilando, muy seguramente para llevarse a la niña.
-Debemos llevarla a casa y llamar a un doctor, no creo que sea buena idea llevarla al hospital y más estando tan alterada- hablo Inko.
-De acuerdo, ustedes llevenla, Rumi y yo iremos por unos pasteles para comer en casa, no tardaremos- les dijo Izuku.
Cuando la familia estaba lo suficientemente lejos, la coneja y el brócoli se giraron hacia el callejón lanzando una patada y un Black Gun, respectivamente.
Ambos ataques chocaron contra una pared de pinchos destruyendola al instante, vieron a una figura correr bastante rápido.
Izuku decidió usar su técnica de alta velocidad, pero termino rebotando de una barrera de un color ámbar, está a su vez se agrietó por el impacto.
El peliverde se se quedó en el suelo sosteniendo su brazo derecho que estaba entumido, su esposa no tardo en llegar a su lado y ambos vieron a las 2 figuras alejarse.
-Dejalos ir, es seguro que los volveremos a encontrar- hablo la morena ayudando a su pareja a levantarse del suelo.
Mientras iban hacia una cafetería para comprar las cosas, le enviaron un mensaje a Ryuko, el cual era simple, "mantente alerta".
Para cuándo regresaron a casa sorpresivamente vieron a Recovery Girl en su hogar, pero carecía de toda su indumentaria médica, incluso su bastón.
Resulta que la pequeña de nombre Eri, le tiene terror a todo lo relacionado con la medicina y con los pájaros, por alguna razón que aún no saben.
Les tomo alrededor de unas 6 horas para que la anciana pudiera hacer todas las pruebas que requería la pequeña.
Pues como ya se dijo ella le tiene un terror de muerte a todo lo médico, también durante ese proceso descubrieron su peculiaridad.
En el momento que Eri tocó una planta, está desaparecio completamente, como si jamás la hubieran plantado en la maceta.
Cuando Izuku fue a investigar descubrió que la planta se había convertido en una semilla, teorizando que la peculiaridad de la niña era regresar todo lo organico a su estado anterior.
Y se descontrola de manera fácil, por lo cual debían de mantenerla calmada el mayor tiempo posible.
-Les traeré los resultados lo antes posible, mantengala aquí adentro y tengan bastante cuidado, parece que desconoce la mayoría de las cosas- les ordenó la ancianita antes de salir de la casa.
-Esta bien, está bien, ya todo está tranquilo, ten come un poco- hablo Nemuri con voz calmada mientras le acercaba una rebanada de pastel.
-¿Qué es eso?- pregunto la pequeña
-Es pastel de chocolate- respondió la mujer
-¿Que es el chocolate?- volvió a preguntar.
-*No me importa quien sea lo voy a matar*- pensaron casi todos en la sala, con excepción de Inko, Kota y la propia Eri.
-Prueba, no te va a pasar nada- dijo Izuku mientras le acercaba una porción con un tenedor.
Algo desconfiada la pequeña abrió la boca y probó el pastel.
No tuvieron que esperar mucho ya que en unos instantes, el rostro de la niña se llenó de brillos, sus ojos principalmente estaban llenos de emociones.
Eri abrió la boca otra vez e Izuku entendiendo rápidamente, le dió más pastel.
Estuvieron así por al menos una media hora hasta que de repente la niña se quedó dormida en el regalo de Nemuri.
-Debio de estar tan débil que su cuerpo utilizo la poca energía que le quedaba para digerir la comida- dijo Ryuko.
-Tardara en despertar- comento Moe.
-Hay que llevarla a una habitación y vigilarla, tengo el presentimiento de que no querrá estar sola cuando despierte- hablo Rumi.
Mientras dejaban a la pequeña albina en la cama, Izuku le dejo un peluche de un extraño monstruo verde, el cual comenzó a abrazar.
Mientras salían de la habitación ninguno se dió cuenta de la sonrisa en el rostro de Eri.
FIN DE CAPITULO.
ESTÁS LEYENDO
¡¿CÓMO QUE ESTOY CASADO?!
FanfictionLa muerte del padre de Inko Midoriya y abuelo de Izuku traerá consigo cosas tanto buenas como malas. Pero para Izuku, son principalmente 4 sobres, que en su interior contienen los documentos que cambiarán la vida de la familia Midoriya para siempre