¡¿CÓMO QUE ESTOY CASADO?!

Capitulo 8: El Poder De La Oscuridad

Izuku estaba viendo una especie de cuervo humanoide, que se había metido una cantidad de esteroides anabólicos mortal.

El peliverde sabía perfectamente que esa cosa no era natural, no solo por su aspecto, sino que se dió cuenta por su forma de actuar.

Esa cosa solo se movía cuando el tipo de las manos se lo indicaba, básicamente no tenía voluntad propia.

-Nomu, mata al niño peliverde- dió su orden el villano.

Inmediatamente la cosa, ahora conocida como Nomu, se lanzó a una velocidad monstruosa hacia el chico, quien, ni lento ni perezoso junto sus manos en una manera de rezo y 6 brazos de oscuridad saliendo de su sombra atacando al monstruo.

Para su sorpresa solo uno de los brazos lo golpeó en la cara con suficiente fuerza para hacerlo retroceder un momento, mientras que los otros 5 fueron destruidos.

-*Su fuerza es exagerada, probemos con un poco más de poder entonces*- pensó para invocar más de su poder y crear ahora 8 manos de oscuridad, que a diferencia de los primeros estos eran más grandes y gruesos.

Cuando la criatura volvió a cargar hacia el chico este lo recibió con una lluvia de golpes de parte de sus construcciones de oscuridad.

El Nomu reaccionó según su programación y comenzó a devolver los golpes hacia las manos de oscuridad.

El choque genero grandes y potentes ráfagas de viento en todas direcciones, pero eso no duro mucho cuando la criatura después de un par de minutos logro destruir todas las construcciones de oscuridad y fue directamente hacia nuestro protagonista.

Al ver esto el peliverde inmediatamente creo una barrera lo más gruesa posible, cuando el puño del Nomu choco contra la barrera, está absorbió la mayor parte del impacto, pero aún así, eso no evito que saliera volando unos cuantos metros hacia atrás.

El peliverde se levantó inmediatamente, se puso en cuclillas y junto sus manos.
En ese momento un brillo oscuro salió de ellas el cual se extendió en un radio de al menos 40 metros.

Detrás de el se comenzaba a levantar una figura completamente oscura, sin facción alguna en su cuerpo entero, como si fuera solo una silueta o mejor dicho una sombra.

Está figura tenía las manos juntas al igual que Izuku solo que está tenía muchas manos más detrás de ella.

-¡¡Tecnica especial, Ritual de las 100 sombras!!- grito su técnica.

-*Si esto no funciona tendré que usar un ritual maldito, espero tener la suficiente energía para entonces*- pensó para si mismo el peliverde.

Por otro lado los que veían el combate estaban más que asombrados por la demostración de poder de su compañero.

-Con que este es el poder del más fuerte de la clase- murmuró Tsuyu.

-Increible- dijo un rubio con una cola

-¿Qué rayos es eso?- fue la voz de Uraraka con un tono de miedo.

-Su poder sobre la oscuridad debe ser infinito- comento alguien quien tenía la cabeza de un pájaro

-Izu- dijo Midnight con preocupación viendo la gran figura oscura

-¡¡¡Nomu Mataloo!!!- grito uno de los villanos, el cual tenía múltiples manos en su cuerpo.

Ante la orden de su maestro, la criatura cargo hacia Izuku con una velocidad extremadamente alta, tanto que dejaba un rastro de polvo a su paso.

-Doceava Sombra- hablo Izuku.

En ese momento 12 de las manos salieron disparadas hacia el Nomu, el impacto creo ráfagas de viento potentes.

Para sorpresa del peliverde, esa cosa podía golpear igual de rápido de como se movía, si bien estás construcciones de oscuridad no se desacian con facilidad.

El hecho de que no pudiera mover al pájaro con esteroides de su lugar, daba a entender que su resistencia era ridículamente alta.

-Sexagesima Sombra- volvió a decir Izuku.

Ahora en vez de 12 manos, eran 60 las que estaban golpeando al Nomu.

Pero de igual manera este estaba devolviendo todos los golpes que podía, mientras el combate se seguía efectuando.
Todos los que estaban viendo se dieron cuenta de que el monstruo estaba siendo enterrado en el concreto.

Después de unos cuantos minutos, el peliverde retiro las manos para poder ver qué había pasado con el Nomu.

-*Debe de estar al menos unos 10 metros bajo tierra*- pensó el peliverde viendo el enorme crater .

Repentinamente la criatura salió disparada del crater a una gran velocidad y casi impacta a Izuku, por suerte el chico reaccionó a tiempo y mando a volar a esa cosa.

-Tiene que haber una manera de derrotarlo pero ¿cuál sera?- se pregunto así mismo.

Miro detenidamente a la criatura como era impactada por las múltiples manos de oscuridad, trataba de buscar alguna debilidad o alguna especie de punto ciego que pudiera explotar.

Hasta que se dió cuenta de algo extraño estaba pasando en el cuerpo del monstruo.

-Los musculos no se ondulado tan violentamente, eso es, debe estar absorbiendo el impacto y también debe de tener una peculiaridad de super regeneración para seguir peleando, ya se como vencerlo- pensó con entusiasmo.

-Sombra 99- dijo el peliverde.

Acto seguido una lluvia de golpes cayó sobre el Nomu sin darle la más mínima oportunidad de responder.

Simplemente no había forma de que esa cosa lograra sobrevivir a eso.

Pero por desgracia para nuestros héroes en entrenamiento, las cosas tienen un límite.

E Izuku Midoriya estaba llegando al suyo.

Poco a poco las diferentes construcciones de oscuridad iban desapareciendo mientras que el peliverde iba bajando de manera lenta.

Finalmente Izuku estaba en el suelo de nuevo jadeando y se veía increíblemente cansado.

Y por desgracia el Nomu se levantó de nuevo.

Pero era muy diferente a lo que se enfrentó antes.

Todos los músculos del cuerpo de esa cosa se estaba ondulado constantemente, un claro signo de que ya había llegado a su límite de absorción.

El Nomu corrió hacia Izuku, pero era mucho más lento, golpeó al chico mandandolo a volar.
Pero por fortuna la criatura ahora carecía de la mayor parte de su fuerza debido al constante movimiento errático de sus músculos.

Por desgracia el golpe fue lo suficiente para fracturarle algunas costillas y posiblemente su brazo izquierdo.

Antes de que su conciencia lo abandonara por completo pudo escuchar un último estallido, esperando que fuera la ayuda, finalmente cerro los ojos por ese día.

FIN DE CAPITULO