C A P I T U L O 3

28 3 0
                                    


Me desperté temprano como era costumbre a pesar de que ese día no trabajaría, puesto que era mi día de descanso, así que decidí ir a caminar al parque del día anterior, después de todo amaba ese lugar.
Mientras caminaba observando los árboles qué apenas florecían, recordé la tarde anterior, aún seguía asombrada por la majestuosidad de ese santuario, era realmente hermoso.
Al llegar fui hacia una de las bancas del parque y me senté, pocos instantes después sentí como alguien se sentó a mi lado.
-Hola, no pensé encontrarte aquí- ¡¡Lev!! Qué pequeño era el mundo
-Ayy, hola-
-¿Qué haces aquí?- preguntó curioso
-Oh nada, en realidad, solo me gusta venir a distraerme- dije mientras lo observaba
-Genial, es bueno que salgas-dijo con esa sonrisa hermosa
-Siii y tú que haces aquí?- pregunte de vuelta
-Pues de hecho por lo mismo, también me gusta venir a distraerme- dijo mirando el cielo
-Qué coincidencia habernos encontrado aquí- dije algo nerviosa
-Verdad, ya dos días seguidos, eso es el destino- rio ligeramente mientras se levantaba, reí yo también
-¿Y qué harás ahora?-
-Iremos- puntualizó el chico
-¿Iremos?- dije sorprendida
-Sí, al parque de diversiones, claro, solo si quieres y no tienes nada por hacer- dijo mientras me ofrecía su mano, la tomé
-Está bien, me gustaría, ¿pero en qué iremos?- cuestioné, mientras caminaba con él, pues el único parque de diversiones estaba al menos a 50 minutos en coche
-En esa belleza- dijo señalando una preciosa motocicleta qué estaba frente a nosotros
-¿Es tuya?- asintió -Que padreee me encantan las motocicletas- dije algo emocionada
-¿De verdad?- se sorprendió por lo que dije
-Siiii me encantan- respondí casi gritando de la emoción
-A mí también me encantan, que bueno que tenemos cosas en común- me miró sonriendo
-Siiii- dije devolviendo la mirada
-Bueno, ven, te ayudo a subir- me tomo de la mano
-Gracias- mierda, me había sonrojado, él lo notó y se rio
-Te ves linda sonrojada- me dedico una última mirada para luego subir a la moto
-No me mires, me da pena- pedí muriendo de vergüenza
-¿Por qué? Si te ves linda- dijo volviéndome a ver
-¿Qué haces?- pregunte cuando sentí su tacto en mi mano
-¿No puedo tomarte de la mano?-
-Claro que puedes- lo mire aún roja, él sonrió y engancho mi mano a su cintura
-Qué bueno- volteo al frente y encendió la motocicleta.

Platicamos muy a gusto durante el camino y al cabo de una media hora al fin habíamos llegado.
-Llegamos- estaba emocionado
-Siiiii llegamos- respondí con la misma emoción
-Entremos, te ayudo a bajar- me dio su mano luego de que él hubiese bajado
-Gracias Lev- sonreí, luego de ayudarme él no soltó mi mano.

Entramos al parque así tomados de la mano y noté algunas miradas sobre mí, quizás por lo nerviosa qué me veía
-¿Te parece si vamos primero a la montaña rusa?-
-Claro- por fortuna no había mucha fila y luego de unos 5 minutos llegó nuestro turno de subir a la atracción
-Ayy, tiene muchas vueltas- dije nerviosa
-No te preocupes, todo estará bien y te divertirás- Lev agarro con más fuerza mi mano y me dedico una sonrisa
-Bien- sonreí de vuelta mirándolo a los ojos.
Subimos, dimos algunas vueltas, gritamos y reímos hasta terminar el recorrido qué se me había hecho eterno.
-¿Qué tal?- estaba riendo
-Estuvo muy bien, me gustó el juego- reí con el -¿Vamos a la rueda de la fortuna ahora?-
-Sí, me encanta, vamos-
Luego de hacer un rato fila fue nuestro turno
-Vamos Lev, es nuestro turno- tomé a lev de la mano sin pensarlo, como un reflejo, eso a él lo tomo por sorpresa
-Bien subamos-
La atracción inició y cuando llegamos arriba había una vista hermosa de todo el parque, e incluso de parte de la ciudad
-Mira qué lindo- dije encantada
-Sí, la vista es hermosa- dijo mientras me miraba
-Realmente hermosa- más yo no me había percatado de que Lev se refería a mí. No me había percatado de que también le gustaba.

La verdad yo no sé para donde voy, pero si es contigo, voy a dónde sea con los ojos vendados, porque cada vez que estoy a tu lado, sé bien dónde me quiero quedar.

El calor de tu mirada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora