C A P I T U L O 5

30 2 0
                                    


Al día siguiente hicimos el desayuno juntos y luego de comer salimos, él se ofreció a llevarme hasta el trabajo en la moto.

-Bueno, espero verte pronto- dice Lev con una sonrisa encantadora
-Si claro, nos vemos pronto- dije entrando a la cafetería.

Después de unos pocos minutos Lev se marchó, pero había algo extraño en mí, algo que ni siquiera yo misma podía comprender, desgraciadamente todo sucedía en mis sueños pero en ellos ... Jamás Estaba Lev. Era como si Estuviera Recordando algo un .... ¿Accidente? Pero eso es imposible, jamás tuve ningún accidente, algo raro estaba pasando a través de mis sueños o mejor dicho pesadillas.
-No sé qué haría sin ti en mi vida- susurré recordando a Lev
-¡Hey!... Tierra llamando a Dally- hablo Alice sacándome de mi trance -¿Te encuentras bien? Estás algo pensativa y por tus ojos de borrego a medio morir estabas pensando en Lev ¿Cierto?- Respondió con una pequeña sonrisa pícara, rodé los ojos
-Mejor deberíamos empezar a trabajar, los clientes están empezando a llegar- respondí tratando de evitar el tema, no quería preocuparla, mucho menos a Lev.
-Está bien...- Respondió muy poco convencida de mis palabras, me había notado extraña.

Un largo día de trabajo finalmente había terminado, me despediste de Alice con un abrazo como de costumbre.
-Adiós nena, descansa, nos vemos mañana- respondió en medio del abrazo. Ese abrazo se sentía tan... Cómo explicarlo, irreal... Tal como me empezaba a sentir junto a Lev, eso empezaba a asustarme.
Sin Lev mi vida volvería a ser esa maldita vida de mierda que había sido hasta su llegada, verlo, escuchar su voz, ver sus hermosos ojos se había vuelto mi necesidad. No sabría qué hacer si no estuviera junto a mí.
Inicie mi camino, no tenía pensado llamar a Lev, quería empezar a entender, estas pesadillas. No pude evitarlo, algunas lágrimas salían deslizándose por mi mejilla, me aterraba perder todo aquello que habíamos construido en tan poco tiempo.
Buscaba algo que pudiera darme una respuesta, pero mi mirada se detuvo al verlo con su sonrisa encantadora.
-Hola...- respondí cabizbaja intentando ocultar mis lágrimas
-¿Qué sucedió, estás bien, sabes que cuentas con migo, verdad? - respondió mirándome preocupado, yo solo corrí hacia sus brazos como una pequeña niña que espera un cálido abrazo, qué necesita que le digan que todo está bien, que todo esto era real, que él era real, tan real como yo o como cualquier persona. Más cuando intenté abrazarlo, él se apartó, él me impidió hacerlo... A caso, ¿estaba molesto conmigo?
Me llevo a casa, baje de la motocicleta bastante herida por su actitud de hace unos minutos. Lev solo dejo un pequeño beso en mi frente.
-Yo... Lamento mi comportamiento de hace rato, simplemente no sé qué me sucedió- se disculpó apenado por lo que había pasado.
-No, tranquilo, no tienes por qué disculparte- respondí mirando sus hermosos ojos, guardando esta imagen de él en mi mente para no olvidarlo nunca.
-Deberías descansar- Respondió mientras subía nuevamente a la motocicleta. -Nos vemos mañana- se detuvo un poco como si pensara en como llamarme, finalmente dijo mi nombre -Adiós Dally descansa. - Antes de poder reaccionar, él ya se había ido. Entre a casa algo triste, mirando a Luna, aquella linda gatita que solía acompañarme en momentos como este, dónde me sentía tan sola.
Alimente a Luna y preparé algo para cenar, aunque en realidad no tenía ánimos para probar bocado, todo estaba tan extraño, incluyendo a Lev, su comportamiento no era el mismo. Creí que tal vez no se sentía bien, así que le escribí un mensaje recién salí de la ducha. Sin darme cuenta terminé dormida en cuestión de segundos.
Una vez mis ojos se cerraron y la oscuridad reino, imágenes sueltas se paseaban por mi cabeza, imágenes ya recurrentes, producto de la innumerable cantidad de veces que había visto la misma pesadilla. Vi aquel autobús y de nuevo regreso la frívola sensación de un choque contra el pavimento.
Lo único que paso por mi mente fue la imagen de Lev, algo que jamás podría olvidar...
Desperté asustada al escuchar el ring tone de mi teléfono encontrándome con una llamada de Lev. Hablo con migo, me dijo que estaba al frente de mi puerta, que quería hablar con migo.
Una vez dentro, lo hice pasar a mi habitación, allí se disculpo, pues sabía que había actuado mal, y que me había lastimado, me contó que tuvo mucho estrés por la facultad y que por desgracia lo había descargado con migo. Los temas se desviaron mientras la noche llegaba, hasta que el cansancio me ganó y con su voz de fondo me quede dormida.
Esa noche fue la primera vez que dormí junto a él ... Quería sentirlo cerca, sentirme segura a su lado, solo él podía provocar esta calma en mí, nadie más lo había logrado, solo él ... Mi Lev.

Un día llega alguien que te abraza tan fuerte que vuelve a encajar todas las piezas rotas...

El calor de tu mirada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora