C A P I T U L O 7

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Aún no lo podía creer, él estaba en mi vida.
Había sido increíble la tarde en la cabaña y aunque ya había regresado a casa, era lo único en lo que pedía pensar. Llego la noche, y así, con el recuerdo de la mejor tarde de mi vida, me quede dormida.

-Dally....¡Dally!-

Desperté  asustada, alguien me gritaba en mis sueños, quede de nuevo con la horrible sensación de que nada era real.

Ya se hacía tarde, mi jornada terminaba y yo solo pensaba en Lev, y como si se tratase de una fantasía en ese instante aquel hombre perfecto cruzó la puerta de la cafetería.
-Dally, hola-
-H-hola Lev- la manera en la que el decía mi nombre siempre hacia que un leve sonrojo se apoderada de mis mejias.
-Hola Alice- saludó a mi amiga
-Hola Lev-
-¿Estás lista?- pregunto Lev
-Oh, si si, iré por mi bolso, ya vuelvo-.

Me despedí de Alice quien cerro el local y me subí a la moto con Lev.
Durante el camino solo pensaba en lo mucho que me encantaba su aroma, su voz, sus ojos... Todo de el.

-Mañana tienes el día libre, hagamos algo - dijo él interrumpiendo mis pensamientos
-Vamos a la playa- pedí como una niña pequeña.
-¿Por qué iríamos allí?-
-Porque es lindo... Y romántico... Es un buen lugar para... Una cita- cerré los ojos ¿por que había dicho eso? qué estúpida, hablé sin antes pensar.
-¿Así que será una cita?- derrepente se detuvo y me di cuenta que habiamos llegado a mi casa.
-Eso creo- Lev bajo de la motocicleta y me ofreció su mano
-Bien, será una cita- agaché mi cabeza, debía estar como un tomate.
-Hasta mañana princesa- sin previo aviso beso mi mano y sentí las tan llamadas mariposas en el estómago
-Hasta mañana- acomode un mechón detrás de mi oreja tratando de disimular mi emoción.
-Me encanta verte sonrojada- fue lo último que le oí decir antes de arrancar la moto.

¡Iría a una cita con él, Lev sería mi cita!

Nuevamente, este chico había logrado que me fuera a la cama con los sentimientos más bonitos del mundo.

Estaba nerviosa, esperaba que Lev llegara, pues había quedado de recogerme en mi casa. Yo había preparado un pequeño pícnic, pues había aprendido que el vivía con hambre todo el tiempo, no quería que pasara hambre durante el rato que estuviéramos juntos, esperaba que le gustase lo que había preparado.
Me cuestionaba si lo que me había puesto estaba bien, pues era un short un poco corto ¿debería cambiarlo?
-Ding Dong- sonó el timbre, mierda había llegado, rápidamente fui a abrir la puerta y lo visualice con sus típicos pantalones negros y una camiseta blanca, se veía lindo.
-Wow- fue lo primero que dijo él al verme
-Q-que tengo- debo admitir que su reacción me puso un poco tensa.
-No, nada, es solo que... No puedo creer que seas tan jodidamente hermosa Dally-
-Ayyy no digas esas cosas- sentía calor en mi rostro y cosquilleo en mi vientre
-Lo haré hasta que tu misma creas que es cierto-
¿Este hombre cada vez era más perfecto o qué?
Me dirigí a por la canastilla del pícnic mientras mi corazón se sentía abrazado por sus palabras
-Que es eso?- pregunto señalando la canasta
-Mm es un pequeño pícnic que hice - juegue un poco con mis dedos.
-Te ayudo- dijo tomando la canastilla, luego subimos todo a su moto e iniciamos camino.

-Y... Llegamos- dijo él aparcando la moto. Bajamos todo y nos pusimos a platicar, estaba feliz, en ese momento era feliz.
Llegamos a la orilla del mar y allí acomodamos las cosas del pícnic, en cuanto acabamos nos dispusimos a comer y charlar, me encantaban esos momentos junto a él, son únicos.
Terminamos de comer y veíamos el atardecer en lo que Lev habló.
-Ven- me ofreció su mano y en cuanto la tome me hizo correr, íbamos en dirección al mar.
-¡¡Espera, no tengo ropa de cambio!!- grité
-¡¡Eso que importa!!- dijo para seguir arrastrándome con él hacia el mar.

Cuando mis pies habían tocado el agua él no se detuvo y siguió adentrándose en el mar, ya dentro ambos me abalancé sobre él y lo abracé
-Tenías que avisarme antes de empezar a correr imbécil- empezó a reír a carcajadas y me cargo entre brazos
-Pero entonces no estaríamos aquí - me dio media vuelta para que pudiera ver ese hermoso atardecer, sentí un suspiro salir por parte de el.
-Eres experto en crear los mejores momentos- no tuve control de mis acciones y le dejé un pequeño beso en su mejía, el volteo a verme y devolvió el beso para luego sonreír.
-Pero el agua está helada, sácame ya- y así cargada entre sus brazos, salimos del agua.
-Ahora explícame que se supone que me voy a poner, estoy empapada y tengo frío- le reproche cuando estuvimos sentados en la arena
-Yo lo pienso todo, tú no te preocupes- de una de las maletas que traíamos saco una toalla y un vestido celeste hermoso
-Lev, wow, me encanta, gracias- dije con una sonrisa, la verdad no me esperaba esto
-No agradezcas linda, mejor ve a cambiarte- dijo con esa típica sonrisa que enamora a cualquiera.
-Soy un desastre- dije al salir, tenía aun arena emsima y mi pelo estaba horrible
-Carajo, te vez perfecta esta noche- dijo al verme con el vestido puesto, eso me hizo sonreír
-¿No está un poco corto?- pregunté arreglándome un poco el cabello.
-Es perfecto-
-¿Como conseguiste la talla?- y hablo enserio, como pudo conseguir mi talla.
-Bueno, Alice me la dio- oh dios, y no me dijo nada, que buena amiga es.

Me senté a su lado en la manta de pícnic, apoye mi cabeza en su hombro y observe el anaranjado atardecer mientras agradecía por tenerlo a él en mi vida.
-Siempre te voy a cuidar - dijo para dejar un beso en mi cabeza.

Ya anochecía cuando Lev habló.
-Vamos a aquel bosque- dijo señalando la dirección exacta
-Ahora mismo?-
-Sí, no veo porque no-
-Pero es tarde- la verdad me daba un poco de miedo la idea de ir a un bosque en la noche pero si era con el no me asustaba tanto.
-No importa, nada importa si estás conmigo- dijo tomando mi mano.
-Vamos- dije decidida, debía de estar loca, guardamos las cosas y a las 6 pm íbamos de camino hacia aquel bosque. -Seamos felices porque locos ya estamos-.

Nos adentramos en el bosque hasta que vi un árbol, uno color lila, muy bonito, uno que me era muy familiar.
-Se parece al de tu escondite- dije volviendo a verlo-
-Si, es parecido- dijo devolviendo la mirada hacia mi.
-Quedémonos aquí -

Ya estaba anocheciendo y él me ayudó a acomodar una manta para sentarnos.
Fue un rato muy agradable entre hablar y reír.
-Pon música-
-No te va a gustar mi música- le dije, pues conocía sus gustos
-No importa, pon algo- bueno si el lo pedía después que no se quejará.
Puse Somthing Just Like This  mientras me quitaba los zapatos para sentir la hierba en mis pies y disfrutar la canción, está canción me encanta.
Termino y se reprodujo Perfect, mi corazón se volcó, las mariposas en mi estómago revolotearon con más fuerza y la sangre subió a mis mejillas al ver a Lev levantarse para ofrecerme su mano
-Baila conmigo- dijo tomando mis manos entre las suyas.

No pude responder, no articulaba ninguna palabra, solo cedí y al ritmo de la música empezamos a bailar, era mágico, sus manos en mi cintura, su rostro a la luz de la luna, el pasto frío bajo mis pies, cerré mis ojos y disfruté la magia del momento.

-"Darling you look perfect to night"-

-Te, te amo Lev- sonreí mirándolo a los ojos, él sonrió conmigo y nos incorporamos en un abrazo que ojalá fuera eterno.

Mágico fue el día en el que el destino, vida y el amor se pusieron de acuerdo para acercarnos a los dos y así iniciar ese gran amor que siento por ti.

El calor de tu mirada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora