C A P I T U L O 8

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La luna resplandecía a nuestro alrededor, solo éramos Dally y yo era, el momento que tanto había esperado en todo este tiempo, sentía tanta tranquilidad al estar con ella abrazándola, sentir su respiración y acariciar su cabello. Creo que está sería la noche perfecta para confesar mis sentimientos.

-Oye preciosa-
-Dime, que pasa- preguntó volviendo a verme con esos hermosos ojos.
-Esque yo, bueno desde que te conocí- medite mis palabras
-Lev dime, que pasa-
-Nada, solo que desde que te conocí mi vida cambio por completo, eres de esas personas no quiero perder nunca-
-Lev sabes que tu tambien eres muy importante para mí, tampoco quiero perderte- dice volviendo a abrazarme.

Mi mente se quedó en blanco, no sabía cómo decirle, pues se que no nos conocemos lo suficiente y que esto es apresurado pero ya no quería seguir esperando.

Sabía que Lev me quería decir algo más, pero lo deje pasar, pues mi intención no era que se sintiera acostado por mi. Sin más volví a abrazarlo, porque cuando lo abrazo me siento tan segura, solamente existimos el y yo en ese hermoso momento que no quiero que acabe nunca.
La música sono y nuestros cuerpos al apar se movían, sentia el calor de su cuerpo y me agradaba, sin soltarlo hablé
-Gracias por el mejor día de mi vida-
-Gracias por hacer mi vida mejor Dally, gracias por estar aqui conmigo hoy-
-Lev, no te vallas de mi lado-

-No lo haré Dally, jamás lo haré, aunque me ruegues que me aleje, que me valla y no vuelva siempre estare para ti, jamas vas a volver a estar sola, yo no lo permitiré, eres mi mayor tesoro y no pienso perderte- lo abrace mas fuerte mientras lloraba, realmente no quería perderlo, pero por mas que estuviera abrazándole todo se sentía tan falso, tan irreal, no podía dejar de llorar ante la sensación de vacío que experimentaba

-Hey, hey princesa, no llores, ¿que pasa?- menciono al darse cuenta de mis lágrimas.
-No tiene importancia, solo no me sueltes, no aun por favor- mantuve mi cabeza en su pecho lo suficiente para perder la noción del tiempo mientras el acariciaba mi cabello.
-Tengo frío- fue lo primero que mencione en un largo rato, esto debido a que el vestido que traía era corto y delgado, ademas estaba descalza.
-Ven- me llevo de la mano hasta la manta del picnic que estaba en el suelo.
-Ten- dijo extendiendome su chaqueta, un acto hermoso por su parte.
-Gracias Lev, ¿tú no tienes frío?- pregunté, ya que solo tenía su camiseta puesta y aparte su ropa estaba húmeda.
-No, así estoy bien linda- dijo sacando de un morral unas medias, pues las mías también estaban empapadas.

-Y también esta esto- dijo entregandome las medias.

-Gracias...- suspiré -Porque siempre haces este tipo de cosas por mi?- pregunté volviendo a verlo.
-Yo, bueno, supongo que me importas- río un poco.
-Yo no lo merezco-
-Tu te mereces lo mejor del mundo, no digas tonterías- suspiré
-Lev- lo mire directamente a los ojos.
-Dally, yo- se acerco un poco a mi cara.
-Yo...- su mano acaricio suavemente mi mejia.

-No digas nada por favor- pidió el cuando nuestras narices rozaron y finalmente sus labios tocaron los míos. Cerre mis ojos y la magia me  recorrió, sentí cada celula de mi cuerpo estremecerse por el tacto de su mano en mi cadera, sus caricias en mi rostro y sus juguetones labios entre los míos. Finalmente ante la falta de aire separe su rostro del mio con una sonrisa en mis labios.

-Lev... Yo... ¿Yo te gusto?-

Me enamore de ti.

Deje que mi vida fluyera como un rio sin afán, sin cansancio, sin perturbaciónes y llegaste tu para completarme cuando vivía el mejor momento de mi vida, donde me sentía bien con mi persona, con mi alrededor y claramente con tigo.

Me enamoré de tu sonrisa, de tu esencia, de tu forma de ser y de mirar la vida.

Me enamore de tus ojos, esos que me cautivaron desde el primer instante con solo mirarlos.

Me enamore de ti porque al mirar profundamente en tus ojos supe que nos pertenecíamos

Me enamore de tu mirada, de tus labios, de esos que no puedo ver pero se que solo encontraré en ti.

Tal vez no eres el amor de mi vida porque no hemos tenido una vida juntos, pero eres el amor de mi existencia, de mi momento y deseo que algún día te conviertas en el amor de mi vida.

Prometo cuidar tu corazón antes que el mío.

El calor de tu mirada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora