C A P I T U L O 11

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Al día siguiente me levanté temprano ya que Lev pasaría por mi, en realidad no sabía a donde íbamos pero estaba muy emocionada.
Tome una ducha y fui directo a la cocina donde se encontraba mi abuela ya esperándome para desayunar.
-Buenos días abuela, huele delicioso que hiciste?- pregunte mientras me acercaba para darle un abrazo.
-Buenos días mi niña, hice tu desayuno favorito- dijo mientras correspondía mi abrazo.
-Que rico abuela, bueno desayunare rápido ya que saldré- me senté en una de las sillas del comedor.
-Y a donde vas?- pregunto con algo de curiosidad.
-Saldré con Lev abuela -dije mientras le daba un bocado a mi comida
-Que bueno, tengan cuidado- dijo para después irse a su cuarto.
-Si abuela, gracias- seguí comiendo.

Después de que termine mi desayuno alguien llamo a la puerta y cuando salí me encontré con Lev.
-Hola princesa -dijo para después darme un beso.
-Hola mi sol- correspondí su beso, luego salimos de mi casa para ir hacia donde se encontraba su motocicleta.

-¿Y a donde iremos hoy?- pregunte curiosa
-Siéndote sincero no tenía planeado ir a ningún lado hoy -dijo un poco distraído.
-Te parece si vamos al santuario?- pregunte con algo de emoción.
-Me parece buena idea- volvió a verme y me dio un beso tierno en la frente.

Subimos a la moto y lev empezo a manejar en dirección a su lugar secreto, aquel árbol.
Hicimos unas paradas antes para comprar una pizza y unas bebidas ,cuando llegamos a aquel lugar nos sentamos justo bajo el árbol
Todo estaba muy tranquilo, en ese momento recordé que Lev nunca me había platicado de sus padres, así que decidí preguntar.
-Oye amor y cómo te llevas con tus padres?- pregunté mientras abría la caja de pizza.
Cuando voltee a ver a lev, su mirada estaba perdida
-Estas, bien? Dije algo malo...?- me preocupe al verlo así
-No princesa, para nada, solo que tu pregunta me saco un poco de lugar -me dijo mientras tomaba una rebanada de pizza.
-Y eso porque? - tengo la mala costumbre de siempre seguir haciendo preguntas
-Es que nunca habíamos hablado de eso o sacado ese tema -me miró algo serio
-Justo por eso pregunté- lo mire a los ojos-
-Bueno, no te quería contar ya que es un asunto algo complicado- miro esta vez hacia el suelo
-Oye, no te preocupes, no es necesario hablar de eso si no quieres, podemos cambiar de tema-
-No, esta bien, somos pareja y tienes derecho a saber también de mi vida- esta vez me miró -... Bien creo que debo empezar por el inicio-
-Te escucho-dije luego de besar su beso mano
-Bueno, pues... siempre he tenido problemas con mis padres, solían pelear siempre  y en todo problema la culpa tenía que ser mía - note como le dolía, a pesar de que intentaba que no se notase
- Lev, tu no tienes la culpa de nada, lo sabes, ¿verdad?-
-Lo se, ahora lo se, pero ese pobre niño no lo sabía- tomó mi mano con mas fuerza
-Ya no eres ese niño amor, sabes que me tienes a mi y cuentas conmigo para todo- dije mientras le daba un beso
-Lo se... Contigo es diferente- dijo ezbosando una sonrisa melancólica -contigo siento el amor, cariño y tiempo que mis padres nunca me dieron-
-Ay mi rey, conmigo eso lo vas a tener de sobra- note que sus ojos se cristalizaban y una única lagrima corría por su rostro, la limpié con cariño
-Muchas gracias mi niña, aunque siempre tuve a alguien que me consolaba, mi abuela, siempre estuvo para mi, era la que me defendía de mis padres, gracias a ella soy mejor ahora- me miro y me dio un beso en la frente
-Lev, mee tienes a mi por cualquier cosa, siempre estaré para ti mi amor, créelo- esta vez yo le di un beso en la frente.
-Muchas gracias preciosa, enserio no sabes cuanto te amo...- dijo mientras me daba nuevamente un beso en la frente.

Y entonces entendí que después de todo éramos dos almas rotas que habíamos encontrado un refugio en el otro...

El calor de tu mirada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora