[COMPETENCIA]
Serena
El humo del cigarrillo se expande, procuro que el aroma no se vaya adentro y cuando escucho que tocan la puerta, lo apago contra la pared y me pongo de pie para volver al interior.
Cierro la puerta de la terraza para no dejar que los insectos o algo más se cuelen, y antes de salir me pongo un poco de perfume encima para evitar que me llamen la atención.
Abro la puerta cuando siento que no huelo a cigarro, y...
Un enano se me arroja a mis brazos sin que pueda detenerlo.
— ¡Serena! —Me río cuando aferra sus pequeñas manos a mis brazos para que lo cargue—. ¡Qué bueno que estás aquí!
—No me fui mucho tiempo, que exagerado eres, bicho. —Le digo y finge molestia cuando le digo su apodo—. Te dije que así sería, sólo vendré cada dos semanas.
—Pero ayer fue sábado y no estuviste aquí.
—Me surgieron unas cosas y no pude venir a tiempo —Evito decir algo que nos podría amargar la noche—. Por qué no vamos a cenar y así me cuentas cómo te fue esta semana, ¿Qué se siente pasar a cuarto grado? —Me sonríe emocionado—. Eso sí, nada de novias, eh, estás muy peque.
—Ni que quisiera. —Hace cara de asco—. No gracias, soltero siempre.
Me río y tomo su manita para bajar las escaleras con cuidado, y desde ese punto pese a las historias elocuentes de mi hermano puedo escuchar que la casa está llena de alegría porque oigo cantar a mi mamá y a su esposo.
Los veo bailar de un lado a otro mientras que le pido a mi hermano que me ayude a poner la mesa, lo hace de muy buen modo y así me termina de contar sus historias dónde una araña lo "amenazo". Luego entiendo que a "araña", se refiere a un niño.
—Me cae mal. —Me río.
— ¿Y no has intentado ser su amigo?
—Le ofrecí una gomita, de las naranjas, ¡Mis favoritas! Y me dijo que no. —Se sienta en la mesa y lo ayudo a tomar asiento en la gran mesa—. Fue grosero.
—Pude que no le gusten las gomitas, no a todos nos gustan.
—A ti sí.
—Sí, pero solo las rojas, las demás no, saben raro. —Se queda viendo la mesa y termino de repartir los vasos en los lugares asignados—. Deberías intentar ser paciente. —Me mira—. Deberías preguntarle que dulce es su favorito, tal vez no le gusten las gomitas, pero algo más podría gustarle, ¿no crees?
ESTÁS LEYENDO
Alrededor de las estrellas [1]
RomanceLo que empiezan mal, termina mal. ¿Pero acaso podría terminar bien algo que jamás debió ser? Sebastian Graham es un universitario problemático, y no en el sentido que uno imaginaria. Y es que aunque sale a fiestas a divertirse, no es de ahí de donde...