Lo que empiezan mal, termina mal.
¿Pero acaso podría terminar bien algo que jamás debió ser?
Sebastian Graham es un universitario problemático, y no en el sentido que uno imaginaria. Y es que aunque sale a fiestas a divertirse, no es de ahí de donde...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
[SORPRESAS]
Sebastián
Desde hace cuatro días no conozco lo que es dormir, pero eso no me importa sabiendo que mis calificaciones van en aumento, y el examen en mi mano es la prueba de ello.
El 9.7 se marca en la hoja en un color rojo.
Jamás creí que el color rojo me gustaría tanto como me gusta en este momento, me gustaría ir a celebrar esta gran hazaña porque es un paso más cerca a recuperar lo que era mío. Sin embargo, la sola idea de salir me da pereza, porque si soy sincero, quiero dormir.
Porque aunque estoy acostumbrado a desvelarme estudiando, me siento más cansado debido al desgaste físico que he tenido desde hace tres días que inicie con el hockey. No lo niego, creí que sería más fácil porque en el pasado practiqué el deporte, sin embargo, el que termine moribundo después de los entrenamientos, me hace saber que no tengo condición.
Pensé en dejarlo, en inventarme cualquiera excusa para no tener que asistir a las clases, y es que el primer día se me ocurrió la gran idea de fingir que me había quebrado una pierna.
Sólo que no lo hice por dos razones.
La primera razón es que sería complicado fingirlo, necesitaría documentos falsos y radiografías para probarle a la escuela que mi pierna se había partido en dos pedazos tal cual un apio. Era un plan algo complicado, así que no podía hacerlo y tuve que resignarme. Y la segunda razón, que es la más importante, es que Dean me fue con el chisme de que estar en las clases extracurriculares me sumaría puntos para alcanzar mi objetivo.
Y siempre que algo me pueda acercar a esa meta que tengo desde hace un mes, es algo que aprovecharé, porque no hay nada que me motive más que el hecho de verla caer a ella.
Aunque, llevo días sin verla y no es que me importe, pero lleva dos días sin venir y supongo que eso bajará su rendimiento, eso me haría feliz. Es lo que me gustaría creer, pero Dean escuchó a un par de profesores hablar de que a Mitchell le adelantaron los exámenes el lunes por cuestiones "personales", pero no entendía nada porque el chisme no estaba completo.
Ross se levanta del banco con su mochila en mano.
— ¿Irás a hockey hoy? —Pregunta.
—No tengo opción. —Guardo mis cosas dentro de la mochila—. Sólo llevo tres días, con este cuatro, pero el dolor que siento en el cuerpo, me hace creer que llevo semanas ahí. —Admito—. Por algo no quise ser atleta y es que apesto para esas cosas.
—No es que apestes, es sólo que no estabas acostumbrado hacer ejercicio, es obvio que tu cuerpo resentirá todo el desgaste y más si empiezas a entrenar habiendo llevado una vida tan sedentaria que consistía en chatarra. —Se burla—. Dale una semana más, empezarás acostúmbrate al desgaste físico y no será tan pesado, sumando que le agarrarás gusto.