[ Capítulo tres ]

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[PATÉTICO VS. PEDANTE]


Sebastian


Observo a lo lejos los diplomas, las medallas, los trofeos, todos y cada uno de los premios que he recibido a lo largo de mi carrera universitaria y saber que no son todos, me hacía sentir bien antes, pero ahora que los veo, no sé qué sentir. ¿Valen lo suficiente para pelearme con el mundo para obtenerlos? Mi parte egoísta, dice que sí, que lo vale y mucho.

Porque el egoísmo siempre ha sido mi combustible personal.

Es necesario serlo...

Y sí me pongo a pensar en todo, jamás tuve un problema con ello, sabía que era el mejor y que nadie estaba a mi altura. Sin embargo, el hecho de que me peleará con Ross y lo que me dijo, me hizo pensar las cosas desde otra perspectiva. ¿Y si fueran ellos...?

Qué tal que en otro mundo no fue Mitchell quién me quitó el puesto, sino alguien cercano a mí. Qué tal que en ese mundo fue Dean Salvatore o incluso Ross Sainz... ¿Habría actuado diferente o mi egoísmo me habría empujado a hacer otra cosa?

No entiendo las emociones ajenas, no me había interesado entenderlas realmente, porque ni siquiera soy capaz de comprender las mías y no es fácil. No creo que todos sean capaces de entender lo que sienten, o por qué hacen lo que hacen al cien por ciento.

Requiere un nivel de compresión elevado, y cuesta llegar a él.

Sé que cuesta, porque sería aceptar que así como eres el mejor, también puedes ser el peor y es cuestión de cosas tan banales que no parece importar. ¿Pero cómo sé es peor o mejor si no se acepta ninguno de los lados? ¿Se puede ser ambos o solo se puede ser uno?

La alarma suena y me obliga a salirme de la cama.

Mis piernas se arrastran hacia fuera de la habitación y estiro mis brazos para poder relajarme un poco, tengo todo el cuerpo tenso.

No hay ruido en ningún lugar del departamento y aquello no me preocupa porque estos días suelen ser callados, ya sea por qué hay cruda o por qué nadie tiene ganas de vivir en fin de semana. Y lo mío viene siendo la segunda, aunque si me pregunta, yo nunca tengo ganas de nada en general.

Se escucha algo dentro de la cocina y puedo ver a Dean preparar el desayuno como todas las mañanas, está solo y he de imaginar que Ross se fue desde temprano.

El pelirrojo está concentrado, no lo interrumpo y me siento en la sala, mirando a la pared mientras termino de despertarme. Hoy tengo menos ganas de vivir que ayer, y mañana tendré menos ganas que hoy, así funciono.

—Ya veo, ¿Estás haciendo un cosplay de un mapache o así tienes la cara?

—Cierra la boca.

Se ríe y me pasa una taza de café.

Alrededor de las estrellas [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora