Parte 9

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La sensación de deja-vu nunca se fue.

Hisashi buscó razones en su mente. Fuera de su familia y la Liga, en realidad no prestaba mucha atención a los nombres y rostros de los demás porque para él el resto eran solo relleno. ¿Tal vez fue daño cerebral? No le sorprendería si se hubiera freído un poco el cerebro en esa batalla final. ¿Su hijo le recordaba a alguien entonces? Recordó que uno de los lacayos de Endeavor tenía el pelo verde, pero ahí terminaba la similitud. Aún así, su hijo tenía más o menos la edad de Shoto, por lo que eso podría plantear un problema. Su familia tampoco vivía muy lejos de UA. ¿Quizás Izuku sería un estudiante allí? ¿Era por eso que le resultaba tan familiar? Hisashi trató de recordar las caras importantes de la escuela, pero aparte de los maestros como All Might y Eraserhead y ese mocoso rubio explosivo, nadie más vino a su mente. Los recuerdos realmente se desvanecen con la edad, reflexionó.

Afortunadamente, Izuku creció en sus rasgos a medida que envejecía, ya no era la extraña criatura de papa con la que nació. Desafortunadamente, no heredó nada de Hisashi en el departamento de rostros. La altura fue un sorteo entre ambos padres, ya que ninguno era muy alto. No es que a Hisashi le importara tanto. Se aseguró de pasar tiempo con el niño en sus visitas a casa, pero no con demasiada frecuencia. No sería bueno que el niño o la madre se encariñaran si sus planes fallaban.

Luego estaba el tema del viaje en el tiempo, ya que ahora había dos Touyas en el mundo. Era posible que Izuku no existiera anteriormente o existiera de alguna otra forma, lo que generó una nueva pregunta: ¿Cuánto había cambiado en esta línea de tiempo debido a Hisashi? ¿Afectaría su venganza contra Endeavor? Una fuerte dosis de duda lavó sus miedos. Había millones de personas en Japón. Sería un milagro que sus antiguas y nuevas familias se conocieran.

Fue sacado de sus pensamientos por el balbuceo de su hijo pequeño. Por un momento, los labios de Hisashi se dibujaron en la más pequeña de las sonrisas. Izuku fue bastante divertido en sus expresiones y acciones; le recordó a Hisashi a un panda en un zoológico. Lindo y esponjoso, pero probablemente moriría en la naturaleza si no fuera por sus cuidadores. Nada más que eso, razonó Hisashi para sus adentros mientras levantaba al niño en sus brazos, esto era solo algo para hacer durante una pausa.

El chico comenzó a hacer pucheros, sus mejillas se hincharon como una ardilla mientras señalaba a Hisashi. Intentó agarrar los labios del hombre, pero Hisashi fue más rápido y se apartó de las manos del niño. "¿Que es eso? Usa palabras, Izuku."

"Papá Quirk", insistió Izuku, acariciando su boca y expulsando aire al mismo tiempo. "¡Quirk!"

Hisashi puso los ojos en blanco pero obedeció. Lo que una vez había sido un truco de fiesta mientras bebía con la Liga ahora era su Quirk registrado. Sin embargo, al niño le encantaba y por lo general hacía que se callara, así que eran dos pájaros de un tiro. Frunció los labios, colocando el índice y el dedo medio a cada lado de la boca en forma de V. Respiró hondo y luego soplo, el aire entre sus dedos se incendió. Izuku aplaudió como un maníaco, su expresión, por una vez, más cercana a la de Hisashi que a la de su madre. La locura lo contagió, haciendo que el hombre se riera, para gran incomodidad de quienes pasaban junto a ellos.

Después de que sus risas se apagaron, él continuó su viaje, ansioso por llegar antes que la multitud. Ignoró las miradas de los otros padres mientras él y el mocoso entraban al patio de recreo. A pesar de que las cicatrices de su cirugía sanaron, su piel todavía tenía una apariencia desigual. No tan malo durante sus días de Dabi, pero ciertamente no lo que la gente consideraba normal.

Izuku comenzó a moverse fuera de sus brazos. Hisashi suspiró, soltando al pequeño en el suelo antes de sentarse en uno de los bancos cercanos. El niño inmediatamente causó estragos en el arenero, para gran diversión de Hisashi y horror de los demás.

"¿Puedo sentarme a tu lado?" preguntó una mujer.

"Claro", respondió Hisashi, sin levantar la vista mientras deslizava su teléfono. Estaba más centrado en los detalles de una nueva oferta de trabajo que en cualquier otra cosa. La paga era buena. Malditamente buena, en realidad, pero implicaría que él estuviera en el despacho de All For One y, a pesar de los trabajos bien pagados del hombre, los riesgos no valían la pena. Además, ese bastardo cara de papa ni siquiera ofreció vacaciones o beneficios. Dabi podría haber aceptado tal trato, pero Hisashi ya no era un esclavo asalariado común. Tenía estándares.

Pero el dinero era dinero y su cheque actual solo duraría un tiempo. Necesitaba avanzar con sus planes. El capital y los contactos eran excelentes, pero se necesitaría más que eso para arruinar a Endeavor. Necesitaba una forma de entrar, algún tipo de-

"Es un buen día hoy", dijo la mujer, interrumpiendo su línea de pensamiento. "¿Ese es tuyo?"

Hisashi hizo una pausa. Algo en su voz sonaba como una alarma en su cabeza, pero no podía entender por qué. Hisashi miró su mano apuntando hacia un don nadie de cabello blanco, luego negó con la cabeza. "No, el mío es el verde", dijo.

"¿Te refieres al que está comiendo arena?"

"Se parece a su madre" corrigió. No pudo evitar reírse con cariño de su pequeño bicho raro.

"Espero que no te moleste que pregunte, pero ¿Nos hemos visto en algún lugar antes?"

Hisashi tragó saliva. Las alarmas comenzaron a sonar más fuerte. Lentamente cambió su atención hacia ella.

Ella dejó escapar un suave suspiro, el mismo que usó cuando él se había esforzado demasiado durante el entrenamiento. "Te juro que te he visto, simplemente no puedo ubicar donde".

No tuvo que mirar para saber quién era. Su voz había quedado impresa en su memoria sin importar cuánto deseara deshacerse de ella. Viejos y nuevos sentimientos estallaron en su pecho cuando sus miradas se encontraron. Había menos arrugas alrededor de sus ojos y no parecía tan deprimida, pero todo lo demás seguía igual.

Rei Todoroki sonrió inocentemente, completamente inconsciente de la confusión interna de su hijo.

Una parte de él se preguntaba si debería interferir con el destino de su yo más joven, pero descartó la idea. El Touya más joven no obtendría los beneficios que el Touya mayor había trabajado tan duro para lograr. Además, realmente no quería lidiar con cuidar a su pequeña perra. Izuku era lo suficientemente salvaje como era.

No ayudó que Shoto estuviera allí en toda su gloria de niño. A pesar de que casi había superado su derrota, ver al pequeño perpetrador en persona era otra cosa completamente diferente. Su futuro asesino levantó la vista de su caja de jugo como si él también pudiera ver un parecido. En lugar de decir algo, el niño eructó y arrojó saliva sobre los zapatos de Hisashi.

Hisashi podía sentir sus instintos de Caín aumentando. Reprimió el deseo de estrangular a su hermano pequeño mientras trataba de encontrar una buena respuesta. Mierda, mierda, mierda , entró en pánico por dentro. Exteriormente, se rió, respondiendo en lo que esperaba que fuera una voz firme: "Nop. Supongo que solo tengo una de esas caras, ¿Sabes? Es bastante común en mi línea de negocio".

"¿Vaya? ¿A qué te dedicas?"

Sicario en el extranjero. "Contador."

Sus ojos se iluminaron. "¿Un contador? Que bueno, mi esposo ha estado buscando uno. Recientemente amplió su negocio".

"¿Es enserio?"

Apartó la mirada, balanceando a Shoto en su regazo. Había una melancolía en sus rasgos que le dio nostalgia a Hisashi. "No es que esté involucrada en su trabajo ni nada. Es muy meticuloso. Lo siento, tal vez me estoy excediendo-"

"Para nada", intervino él, dándole una sonrisa profesional que practicaba a diario en el espejo. No podía dejar pasar esta oportunidad. "Te enviaré mi currículum. ¿Cuál es tu número?"

El destino debe estar a su lado si le ofrece esto. Pronto entraría en las finanzas de Endeavor como una corporación en el bolsillo de un político y el resto sería cuestión de tiempo.

Una paradoja del Padre [Traducción Ao3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora