El Contrato ©️(SIN EDITAR)⚠️

CAPITULO 32: "Cruella De Vil"

Rothschild, fue el primero en despertar, de inmediato un horrible dolor de cabeza se hizo presente, intentó volver a conciliar el sueño, pero entonces recordó que Victoria se encontraba con él, la buscó con la mano que no sostenía su cabeza y al no sentirla se sentó de golpe, lo que le causó otra punzada de dolor pero se forzó a abrir los ojos, y ahí estaba ella, acurrucada en el otro extremo de la cama. La observó dormir por largos minutos sin saber que más hacer.

Cuando comenzó a despertar se puso nervioso, no sabía que debía decir, se sentó al borde de la cama dándole la espalda mientras le daba vueltas a todo lo que había pasado la noche anterior, definitivamente había hablado más de la cuenta, además estaba el encuentro con Agatha, su cabeza buscaba las palabras desesperadamente, pero entonces la oyó maldecir en voz baja, seguido de un rápido movimiento, para cuando volteó la cabeza ella ya se encontraba en el vestidor.

Sintiéndose de pronto muy tímido, se encerró en el baño y se metió en la ducha por la siguiente media hora, por primera vez en la vida, no sabía qué hacer, no sabía que decir, no sabía cómo actuar, todo su control se le estaba yendo de las manos.

Cuando llegó al comedor principal, el desayuno estaba servido, la mujer que suele reemplazar a Doris, cuando está de vacaciones ya había llegado y estaba aparentemente todo en orden.

Tomó asiento solo a la mesa, no esperó a nadie, realmente no quería verlos, pero lamentablemente su padre y madrastra tenían otros planes.

-Vaya, ¿Qué pasó con tu "especial" novia? -se burló su padre
-¿Qué mierda te pasa? Te prohibió que te refieras a ella de ese modo -lo apuntó con el cuchillo con el cual preparaba sus tostadas
-Hijo tenemos que hablar contigo, Agatha está muy molesta por el modo en que la trataste anoche
-Si crees que estoy arrepentido en lo más mínimo, pierdes tu tiempo
-Esa niñita te está cambiando, te lava la cabeza, tu no lanzas improperios, tu no actúas tan impulsivamente, tu no nos desafías -se quejó Agatha
-Si, ella me cambia, y me encanta, en cuanto a mi comportamiento hacia ustedes... ya no los soporto, no quiero que se metan en mi vida privada, no han venido a eso, quiero que hagan sus maletas y se vayan al hotel, al spa por unos días, Doris no está y allá los van a tratar como les plazca, aquí no los quiero, reconsideren su visita anual, cada vez la soporto menos... ¡Kim! -llamó a la sustituta, quien llegó de inmediato
-¿Si, señor? -preguntó algo asustada
-Voy a tomar el desayuno en mi oficina

Se levantó de la mesa y los dejó a ambos con la palabra en la boca y se marchó a la tranquilidad de su oficina.

Tras conseguir al fin silencio y calmar su dolor de cabeza, se ponía al día con el trabajo cuando fue interrumpido por una llamada de Samantha Bennett, la psicóloga de Victoria.

-Sam -saludó Rothschild al teléfono
-Señor Rothschild, creo que lo que tengo para decir le va a interesar mucho, a mí personalmente me explica ciertos comportamientos de Victoria
-¿Qué quiere decir eso? -dejó los papeles que sostenía sobre su escritorio y se levantó de su cómoda silla
-Ella desconfía de todo el mundo, le cuesta creer en la gente, es muy insegura, pese a su carácter, ella...
-Al grano -la corta- No quiero ni necesito saber de tu psicoanálisis, solo quiero saber el "porqué", te escucho, no quiero explicaciones, solo una respuesta
-Su madre -guardó silencio un momento antes de seguir- Matt, luego de escuchar su versión del "porqué es así", si hay que culpar a alguien, es a ella, esa mujer no es una buena madre y se desquitó con ella, es cruel y triste, nada trágico, no lo mal entiendas
-Gracias...

Por algún motivo no quiso saber el porqué, comenzaba a arrepentirse de haberle ordenado a Samantha a darle este tipo de información tan privada, sobre todo luego que ella lo escuchara y lo calmara la noche anterior, simplemente no se sentía bien para él.