CAPITULO 39: "Claras intenciones"

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<<Sr. Rothschild: ¿Qué dije? No consigo recordar que pude haber dicho para que ella me rechazara de este modo, esta triste, lo puedo ver en su carita, soy terrible en esto, nunca antes tuve que pasar por este "proceso", ella me gusta, me gusta enserio, se que solo me insinúo, ¿es que ella no ve el efecto que tiene en mi? ¿Es por ese novio que tuvo? No quiero tener que llegar a eso otra vez, ya investigue a la bruja de su madre, no quiero tener que meterme en su vida privada de ese modo, pero necesito saberlo, tiene que saber que lo último que quiero es hacerle daño.

Me esta observando, se que estoy con esta muy habitual arruga en mi frente, pero no puedo dejar de darle vueltas al asunto, quiero preguntar, pero esta triste, y quiere que le abra la maldita habitación, no quiero abrir la puta puerta, quiero que se quede para siempre en mi cama, en mi baño, en mi vestidor, que ocupe mis toallas...

-¡Rothschild! -mierda me estaba hablando, no puedo dejar de pensar en como retenerla en mi habitación.

-Lo siento, estaba... distraído, ¿Qué decías? -hay no me mires así, tiene su carita triste todavía

-Te pedí que fuéramos a la habitación, para que la abras, ¿por favor? -no puedo decirle que no cuando lo pide así

-Victoria ¿podemos hablarlo?

-Necesito privacidad Matt, no se trata nada más que de eso, no tengo un lugar en donde estar, es incómodo -se que tiene razón, no quiero que la tenga

-Yo...quiero que te sientas cómoda conmigo, ¿Por qué te quieres alejar de mi? Y no me refiero a la habitación, no quiero arruinar lo que tenemos, soy un gruñón, un enojón, un "estirado" como tú dices, pero no pienso dejar que te alejes de mí, ahora vamos a TU habitación. Sin importarme que se molestara, me levanté de mi lugar y tomé su mano y la jalé levantándola de su silla y estampándola contra mi pecho, como me gusta tenerla así de cerca, no me importa que se enoje, no me importa que nos vean, solo me importa... ella

-¿Qué...que haces? Ahí viene Kim... Roth... Matt, nos va a ver -esta nerviosa, me encanta, eso es bueno, significa que le gusta

-No me importa...

Y lo hago, un pequeño beso en esos labios que tanto me gustan, solo la estoy provocando, tampoco quiero que se sienta incómoda, así que para su sorpresa la llevo directo a su habitación, introduzco el código y el cerrojo suena con ese fuerte click, y antes ella tenga la oportunidad de girar la perilla la tomo por la cintura volteándola, con una estúpida sonrisa en el rostro la beso, literalmente la aplasto contra la puerta, apretándome contra cada centímetro de su cuerpo, unos segundos y ya estoy sin aliento, necesito aire, quiero mirarla. Lentamente me alejo de sus labios, enseguida suelta un... ¿gemido? Oh dios, quiero oír eso otra vez, la miro a sus ojitos, me dicen que no pare, que vuelva a besarla, necesito aire, respira Matt, respira. Ella no quiere esperar, me jala de la camiseta y me besa muy despacio y delicadamente, si, Vic, no te detengas, se siente tan bien, pero quiero escucharla gemir otra vez, así que tomo una larga respiración y la abrazo con fuerza, no me importa que ella evite abrir la boca, mi lengua tiene hambre, hambre de la suya y si, responde, si, esto es lo que necesito, esto es lo que quiero...

-Matt... Matt yo... -ni loco la dejo hablar, no ahora, esta justo donde la quiero

No pienso detenerme hasta escucharla gemir otra vez, y me aventuro a acariciarla, lentamente bajo mis manos por su espalda hasta llegar a este muy tentador trasero, lo acaricio con cuidado, como si fuera la cosa más frágil del mundo, pero no puedo, es mucha tentación, lo aprieto, la atraigo hacia mi, se que me estoy pasando, prácticamente le restriego mi entre pierna y entonces ella vuelve a gemir, pero esta vez es plenamente conciente y me aleja.

El Contrato ©️(SIN EDITAR)⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora