Victoria, finalmente conoció al entrenador. Después de seguir en completo silencio a Todd, hacia el sofisticado, elegante y muy moderno gimnasio al exterior de la casa, lo vio, de pie cerca de un escritorio ubicado en el extremo opuesto a todas las máquinas.
Extrañada lo escrutó con la mirada ya que esperaba encontrarse con el mismo tipo que le hizo la evaluación física el día que conoció a la doctora y a la loquera. Pero no. En su lugar un se encontró con un imponente hombre de cuerpo musculado, no demasiado, pero si lo suficiente para llamar la atención de cualquier mujer, eso y su larga cabellera rubia atada en una perfecta cola de caballo, tez dorada, ojos castaños y una tremenda sonrisa.
-Victoria, al fin nos conocemos.
La saludó con entusiasmo en cuanto la vio entrar. Lo mismo hizo con Todd, pero este se mantuvo unos pasos atrás y en pocos minutos los dejó a solas para que se conocieran.
-¿Ansiosa por iniciar?
-... qué alegría, woo hoo.Se burló sin entusiasmo, borrándole la sonrisa del rosto de inmediato.
-¡No!
Protestó molesto con esa actitud.
-No ¿qué?Lo desafió con la mirada, si pensaba que se lo pondría fácil, el entrenadorcito estaba muy equivocado. No necesitaba simpatizar con él.
-Tu equipo se encuentra en el vestidor, ve -señaló la puerta al otro extremo-. Es al fondo, la puerta negra. Necesito que te cambies y me esperes a que regrese contigo.
Ordenó cambiando su entusiasmo por su serio semblante. Necesitaba averiguar lo que ocurría, por lo que no espero a que se dirigiera al vestidor y en cuanto acabó con las instrucciones salió del gimnasio en dirección a la oficina de su jefe.
Malhumorada era decir poco, frustrada por no haber conseguido colmar su paciencia, podría ser. Matt, no iba a correrla, eso estaba claro. Así que resignada se dirigió a cambiarse.
Como no, al cruzar la puerta negra se encontró con un lujoso cuarto de baño, lleno de azulejos oscuros y ventanas que lo iluminaban por completo. Un bolso destacaba sobre una cómoda butaca. Continuando con su cabreo, lo abrió de un tirón y volteó su contenido sobre el piso.
Exactamente 15 minutos más tarde el entrenador regresó al gimnasio. Fue directo a Victoria, ella esperaba junto al gran ventanal que cubría toda una pared y dejaba una gran panorámica al hermoso jardín silvestre de la propiedad.
-Victoria.
La llamó interrumpiendo sus divagaciones.Al oír su nombre, supo que era momento de continuar con esta locura, así que dejó salir un largo suspiro de resignación y volteó para encontrarlo parado a pocos metros con su muy favorecedora ropa de deporte..., y no podía dejar de pensar en una sola cosa
<<Oh mierda ¿dónde rayos saca tanta gente bonita el antipático dueño de media ciudad? Debería ser un crimen ser tan apuesto, además es rubio... ¡Demonios! deja de mirarlo así, Victoria..., intento no hacerlo, es el encargado de mi "castigo", pero ¿cómo odiarlo cuando parece un príncipe azul en ropa de deporte?
Esto va a ser una completa pesadilla ¡MALDITO ROTHSCHILD! Grito dentro de mi cabeza, si lo tuviera en frente, juro por dios que lo pico en pedacitos, pero no, en su lugar tengo a ese espécimen..., respira Victoria, respira, que no se dé cuenta que estás babeando.
Permanezco en silencio por un par de minutos más antes de seguir siendo una patada en el culo...>>
-¿Comenzamos de una vez con esto?
-¿Qué fue lo que hiciste? El señor Rothschild, lucía bastante molesto.
Preguntó Chris, muy interesado en el tema.
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El Contrato ©️(SIN EDITAR)⚠️
RomanceVictoria, es una chica tranquila, directa y muy sincera. Disfruta de sus amigos y adora a su padre. Pero deberá poner a prueba que tan amplio es su adoración hacia su papá, cuando después de asistir a la fiesta de la empresa, se entera que tendrá qu...