Enid esa noche no pudo dormir bien, se despertaba muy seguido, intentando recordar ese campamento, sobre todo sí era verdad lo que dijo Wednesday cuando sufría los síntomas de la fiebre.
Estaba delirando. Pensó. Agarró su teléfono y desactivó la alarma, yo no valdría le pena estar más en la cama, en media hora más tenía que levantarse para ir a la universidad.
—Odio los lunes — Su voz estaba teñida con algo de fastidio. Estiró sus brazos hacia arriba y se levantó. Lo primero que hizo fue a lavar su cara y vio que no tenía buen aspecto. Nada que no se pueda "arreglar" con maquillaje. Salió del baño y fue a la cocina pensando que estaría sola en el departamento a esa hora de la mañana.
—Wends... Wednesday — Se corrigió rápidamente.
Wednesday estaba de pie cerca de la mesa, bebiendo solo agua, su aspecto era mucho mejor que anoche, cuando Enid la vio por última vez.
—Enid — Wednesday vio que Enid no prestó mayor atención cuando entró en la cocina, por eso espero para saludarla.
—¿Cómo te sientes? — Enid se acercó a ella, manteniendo siempre una distancia prudente. Se sentía nerviosa.
—Mejor — Contestó y bebió otro sorbo de agua. Enid se quedó mirando por unos instantes, esta vez Wednesday vestía otra playera y estaba usando pantalones deportivos. Su cabello estaba peinado solo con una trenza y su flequillo estaba hacia la derecha.
—Me alegro — Enid sabía que no era el momento de preguntarle por esa extrañísima confesión acerca de sus cicatrices. Ese tema lo dejaría pendiente por ahora, estos días tendría que darle fin a su relación y no puede lidiar con esos dos problemas a la vez.
—Yo... — Wednesday dudaba, porque sus recuerdos eran confusos — Debo agradecerte por tus cuidados, creo que tenía la fiebre muy alta, porque me acuerdo que pusiste una toalla en mi frente o ¿esa también fue una alucinación?
— Nada que agradecer, es lo mínimo que podría hacer por ti, recuerda que somos roomies —Con eso Enid le confirmó que ella no fue parte de sus alucinaciones. — Lo que no entiendo o bueno, yo suponía que ... bueno das ese aspecto de ser una persona saludable.
— Lo soy, solo creo que aún no me acostumbro al clima de esta ciudad. Una noche dejé la ventana abierta para ventilarla porque estuve fumando mientras leía y olvidé cerrarla. Al otro día me sentí mal, pero no le presté atención, hasta que ayer, empeoré después de pasar la mayor parte del día afuera. — Wednesday no encontraba otra explicación para esa extraña fiebre.
—¡Oh!, no me di cuenta que estabas enferma, la semana pasada nos vimos muy poco. — Enid volvió a evitar a Wednesday después de su conversación por teléfono con Ingrid, justo el día en que tendría el privilegio de leer la novela de Viper de forma legal.
— No te sientas culpable, no pensé que me enfermaría cuando aún llevamos un mes de otoño. — Wednesday cuando vivía en Hamburgo, amaba caminar en los días lluviosos, por eso todavía no se explica la verdadera razón de esa fiebre.
— Tendrás que cuidarte para la temporada de invierno, entonces. — A medida que su conversación avanzaba Enid se sentía menos ansiosa.
—Supongo... — Wednesday quería preguntarle a Enid que si le preocupaba algo, porque notó que la expresión en su rostro no era la misma de siempre.
— ¿Irás a la universidad? — Enid se le ocurrió esa pregunta cuando vio a Wednesday en la cocina, pero primero quiso saber por su estado de salud.
—No, me quedaré aquí — Wednesday aún se sentía débil por la fiebre, además que se despertó varias veces en la noche, porque la invadieron sueños extraños.
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Howdy, Roomie!
RomanceEnid Sinclair cursa su último año de Universidad, vive en un departamento, junto con su mejor amiga, Yoko, sin embargo, por cierto motivo ya no podrán vivir juntas. Enid tendrá que buscar una nueva compañera de piso. ________________________________...