𝗢8.

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Fang con ira golpeaba la pared, sus nudillos estaban lastimados y sangre corría por su mano.
Chester estaba arruinando todo, y no podía permitir que aquello sucediese, desde que Buster se hizo más cercano a Chester, se habían distanciado, y eso le molestaba.
¿Que debía hacer? El asiático se preguntaba.
Recogió su celular de la mesa y escribió al número del bufón.

“Hola Chester, quería pedirte disculpas por lo del otro día, ¿Podemos juntarnos a conversarlo?”

Mando el mensaje junto a una ubicación,  sabía que Chester no diría que no, así que se alistó y salió.
Esperaba pacientemente sentado sobre un banco, miraba ansioso la hora.

Vio como se acercaba el bufón, notaba cierto nerviosismo en su mirada y su forma de caminar. Se paró frente a Fang e intento mirarlo con una sonrisa que claramente era fingida.

— Hola Fang. - sus manos temblaban levemente, mostrando que estaba realmente nervioso.

— Hola Chester, ¿Cómo estás? - Fang mantenía un tono de voz suave, intentando tranquilizar a Chester.

—Creo que estoy bien, ¿Tú cómo estás?

Continuaron charlando por un rato, para sorpresa de Chester, todo estaba saliendo demasiado bien. Hasta que una curiosa pregunta salió de la boca del asiático.

— Y dime, ¿Que intentas?

— uh, ¿De que hablas?

—Ya sabes a lo que me refiero, ¿Crees que no me di cuenta? Intentas alejar a Buster de mi, y te está saliendo demasiado bien. No me gusta.

— Fang, yo no estoy intentando alejar a nadie. - Chester estaba algo asustado, sabía que Fang no era una persona muy estable que digamos.

—Si sigues mintiendo, será más difícil dejarte salir sano y Salvo.

Chester quedó paralizado por en segundo, cada palabra que salía de la boca de Fang le causaba fuertes escalofríos.
Tenía miedo de lo que podría pasarle si continuaba cerca de el.

— Hey, tranquilo, estoy diciéndote la ver- antes de que Chester pudiese terminar, Fang lo había tomado del cuello, evitando que pudiese respirar correctamente.

Las manos de Fang apretaban con fuerza, Chester había puesto sus manos sobre las suyas, intentando apartarlo de el y poder librarse del agarre.

Sentía que se quedaba sin aire y su cara estaba poniéndose algo morada por la falta de aire.
No habia nadie cerca a la cual pedirle ayuda, tampoco era como si pudiese gritar o pedir ayuda, sabía que eso simplemente empeoraría todo.

Cuando Chester estuvo apunto de desmayarse, Fang lo soltó.
El fuerte agarre de sus manos había quedado marcado en el cuello del bufón.
Comenzó a respirar agitado, Fang simplemente lo miraba con desprecio.

— Eres un mentiroso, un sucio mentiroso. No te preocupes, la diversión aún no termina.

Antes de que Chester pudiese aunque sea moverse, sintió un fuerte dolor en su abdomen, Fang estaba haciendo presión con un arma blanca, poco a poco iba adentrandola en su estómago, Chester estaba demasiado débil como para hacer algo.
No entendía como un lugar tan transitado se encontraba vacío, nadie estaba cerca para ayudarlo y eso le causaba aún más estrés.

Sus manos y piernas temblaban más que nunca, sentía como la sangre caía al suelo y en parte de la banca, su camisa blanca se encontraba de un calor carmesí, impregnada por las grandes cantidades de sangre.

Fang simplemente lo miraba con una sonrisa, disfrutaba de ver a quien consideraba un enemigo sufrir.

De pronto el celular de Chester comenzó a sonar, una llamada entrante de Buster.
Fang atendió, y con una dulce voz hablo.

— ¡Hola Buster! - se notaba cierta emoción en su forma de hablar.

—¿Fang? ¿Estás con Chester? - pregunto el pelirrojo con curiosidad, al instante supo que algo no estaba bien.

Mientras Fang hablaba con Buster, Chester intentaba hacer que la sangre parase, intento cobrar valor y levantarse, intentar escapar.

En un movimiento rápido bajo la visera de Fang, permitiéndole no ver por unos segundos. En lo que Fang intentaba recuperar su visión, Chester con sus pocas fuerzas corrió a un establecimiento cercano, este ya estaba cerrando, pero al ver su situación, no dudaron en ayudarlo.

Intentaba explicar la situación, pero estaba demasiado nervioso y débil como para expresarse, lo último que hizo antes de desmayarse fue ver cómo Fang ingresaba al mismo establecimiento.

...

Abrió lentamente sus ojos, una fuerte luz penetraba sus ojos, se encontraba en una camilla en el hospital.
Miro hacia sus alrededores confundió, tenía un fuerte dolor en el estómago y para su sorpresa, Fang estaba sentado a un lado de el, viendolo sonriente.

— Sabes, te queda bien el rojo. - dijo refiriendose a la sangre que había salido de su cuerpo.
Aún tenía algunas manchas de esta en sus manos y su ropa.

—... - Chester no pudo hablar ni pedir ayuda, tenía miedo de que algo mas pudiese ocurrirle.

— Todo esto puede terminar aquí, solo debes alejarte de Buster, y ambos podemos ser amigos, ¿Bien? - Hablaba con calma, como si lo que hubiese hecho no hubiera Sido nada grave.

— Ah, y no te preocupes. Ya le conté a los médicos lo que sucedió.

Obviamente Fang no había dicho la verdad, le comento a los médicos que en un intento de asalto, había Sido apuñalado.
Todo el mundo le creyó, Fang tampoco estaba demasiado preocupado por lo que Chester pudiese decir, era demasiado miedoso como para decir algo.

Chester respiraba agitado y miraba hacia todos lados con miedo. ¿Cómo nadie pudo ver lo que realmente había ocurrido? Lo único que quería hacer era hablar con Buster, pero no podía.

Fang se levantó de la silla y se fue de la habitación, no sin antes despedirse.

— ¡Adiós Chester! Que te mejores, nos vemos en la universidad, no olvides que te quiero. - dijo con una cálida sonrisa en su rostro.

El bufón estaba perturbado, podía sentir como algunas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, estaba mal, demasiado mal.

Eres solo mio ː Fang*Buster !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora