Eres solo mio ː Fang*Buster !

14.

La vida no es tan linda como la gente dice. Es increíble la cantidad de dificultades que he estado atravesando en tan poco tiempo.
¿Por qué a mí? Nunca hice nada malo, o eso creo. Siempre fui una persona con moral y que siempre se ha preocupado por los demás, desde pequeño me he comportado como una persona realmente honorable, y nunca con alguna segunda intención de por medio.
Supongo que simplemente la vida no valora mis intentos de seguir; ver a mi mejor amigo ser torturado varias veces, y acosado hasta el punto de cometer un intento de suicido era lo que más carcomía mi interior.
Ver el estado en el que Chester se encontraba generaba un fuerte nudo en mi garganta, sentia el pesar de mi respiración y solo veía como algo idiota seguir luchando. No quería rendirme tan fácilmente, pero no sentía que fuera justo, no era justo.
No me merecía este trato, ni a mi ni a mis amigos. Todo era raro y complicado, no podía no morder mis uñas y jalar mi cabello en desesperación.
Nada estaba mejorando y eso me alteraba bastante, ¿Cuando parará este sufrimiento? Sentía que vivía un completo infierno, no tenía fuerzas ni para abrir mis ojos.
Prefería hundirme en la oscuridad y nunca más salir de allí, antes que ver mi mundo desmoronarse cada vez más.

Mi mirada se deslizaba por el cuerpo inconsciente de mi amigo. Su pelo estaba alborotado y con delicadeza pase mis dedos sobre este.
No se sabía absolutamente nada, los medicos no podían contestar con certeza mis preguntas ya que no se sabía demasiado sobre su salud, no parecía mejorar ni empeorar, y era raro.
Suspiré mientras bajaba mi mano hacia su mejilla, acariciándola suavemente mientras sentí que por debajo de mis gafas, algunas lágrimas comenzaban a salir de mis ojos.
Nunca me había gustado que la gente me viera llorar, y aunque Chester no estuviese viéndome, sentía que de todas formas podía verme llorar.

— perdón. Perdón por meterte en todo esto. Perdón por no haber estado para ti cuando lo necesitabas, debí saber que hiciera o lo que hiciera el cuento tendría el mismo final. - Hablaba con dificultad, en cualquier momento explotaría en un mar de lágrimas y caería nuevamente en aquella desesperación.

Sentía un fuerte vacío en mi interior, y sabía que no se detendría.
Aunque Fang tuviese lo que tanto quería, nunca dejaría se atormentar a mis conocidos, y era lo que más me frustraba de la situación.
Quiero ser feliz, ser feliz con mis amigos, ser feliz con Chester.

Aleje mi mano del cuerpo de Chester y me hice unos pasos hacia atrás. Mire por ultima vez a mi amigo antes de salir de aquella habitación.
Suspiré y rápidamente seque mis lágrimas con los puños de la chaqueta que estaba usando.
Mire de reojo a una de las ventanas del largo pasillo, el cielo era de unos tonos oscuros, iba a llover, o ya estaba lloviendo probablemente.
Ví aquel reflejo en la ventana, me moví levemente para observar mi cuerpo tan demacrado, no podía creer que eso reflejado en el vidrio era yo.

Todos esos sentimientos de tristeza y frustración se convirtieron en ira, enfado, demasiado.
Aquello había Sido la gota que derramó el vaso, no permitiría que Fang siguiera saliéndose con las suyas. Haría algo al respecto.

...

En otra habitación de ese mismo hospital, Edgar reposaba en una fría cama. Sus ojos permanecían cerrados aunque ya se encontraba del todo consciente, su cuerpo dolía pero sabía que en algún momento pasaría.
Con algo de dificultad se recostó sobre la cama, sentándose con sus brazos a los costados.
Observo sus alrededores, una habitación iluminada por una fuerte luz blanca, el ambiente era bastante triste. No recordaba demasiado, su cabeza dolía al intentarlo.

Miro sus manos las cuales tenían un par de tubos y vendas, habían mas cosas que desconocía el nombre o directamente para que funcionaban.
El chillido de la puerta abriéndose llamo su atención, lentamente giro su cabeza hacia aquella dirección viendo cómo la figura de Fang se hacía presente en la habitación.