12.

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Chester y Edgar estaban juntos en una especie de pijamada, ambos estaban en el cuarto del azabache mirando la televisión.

- Ches, ¿Quieres algo para comer? - pregunto Edgar mientras ponía sus pantuflas de mapache.

- Uhm, ¿Podemos comer algo dulce?

- Claro, ¿Quieres que cocine unos panqueques?

Chester asintió con una sonrisa en su rostro. Edgar se había dispuesto a cuidarlo para que nada más le sucediera, aquello le causaba cierta emoción.

El azabache bajo hacia la cocina y comenzó a cocinar. Chester simplemente continuo viendo la televisión mientras pintaba sus uñas.
Un extraño ruido se escuchó fuera, asi que se acerco a la ventana para echar un vistazo.

- ... - Chester pudo sentir como su presión bajaba al ver aquello fuera. - EDGAR.

Grito el nombre de su amigo mientras cerraba la cortina y ponía seguro a la ventana.
Edgar subió a la habitación con algo de la mezcla de los panqueques en sus manos.

- ¿Que pas - se escuchó la puerta principal de la casa abrirse, Edgar volteó hacia abajo de las escaleras sin entender la situación.

- Es Fang... - ambos tenían la misma expresión en su rostro, una de miedo.

De la nada las luces de la casa se apagaron, al parecer había apagado el generador.
Edgar rápidamente cerró la puerta de la habitación y puso seguro a la puerta.

- Esto no está bien. - parecía paniqueado, no tenía ni la más mínima idea de que hacer.

No tenía su celular, ya que no había podido recuperarlo, así que no tenía forma de llamar a las autoridades.

Se escuchaban demasiados ruidos abajo, principalmente en la cocina. Lentamente comenzaron a escucharse sonidos de pasos acercándose.
Chester había comenzado a sollozar, así que Edgar cubrió con una de sus manos su boca, para evitar que hiciera algún ruido.

El asiático forcejeaba la puerta, intentando ingresar a toda costa a la habitación.
El azabache miro hacia todos lados, con algo de dificultad al estar todo oscuro.
Vio la claridad de la luna alumbrar la ventana y una idea cruzo por su mente.

- Chester, confía en mi, salta por la ventana. - Musitó suavemente, llevado a Chester frente a la ventana.

Chester se negó, no quería quebrarse o algo similar. Pero Edgar insistió, repitiendo que lo hiciera, que nada malo pasaría.
Chester suspiro y lo hizo, con cuidado desbloqueo la ventana y bajo, al final nada salió mal, por primera vez no salia lastimado al hacer algo que le decían.

Edgar intento hacer lo mismo, pero los forcejeos de Fang terminaron abriendo la puerta.
Lentamente se volteo, viendo a Fang con una cuchilla bastante grande entre sus manos.

- Hola, Edgar. - se acercó sutilmente al azabache, con una incomoda sonrisa en su rostro.

- ... Fang. - acorralado se recostó sobre la ventana abierta.

- Sabes, yo confiaba plenamente en ti, creí que eras el único que valía la pena. - ambos quedaron cara a cara.

Edgar evito a toda costa mirar a Fang, se sentía realmente aterrorizado e incómodo con su presencia.

- pero no, decidiste traicionarme, ¿Por qué todos quieren tanto a ese estúpido bufón? No logro entenderlo, es un completo idiota, sus bromas ni siquiera dan gracia. - hablaba con un claro disgusto, era obvio su odio hacia Chester.

- Chester no es estúpido.

- Mmh, eres igual a Buster, son dos imbéciles. Yo te quería, Edgar, te quise demasiado. - tomo las manos del azabache y se acercó un poco más a él.

- Eres un completo monstruo, ¿No ves lo que estás haciendo? No puedo creer que llegue a admirarte. - intento apartar sus manos, pero Fang apretaba con fuerza.

- ¿Yo? Pf, Edgar, me haces reír. Solo cuido lo que es mio, y su solías serlo, ¿Por qué crees que Bibi ni te hablaba?

- ...

Edgar miro a Fang con confusión, ¿Había sido el la causa de su distanciamiento?

- ¿No lo sabías? Bueno, ahora lo sabes, tu eres mi amigo, y solo mío, no puedes estar con nadie mas que no sea yo.

- Ahora entiendo a Buster, entiendo porque te tiene tanto miedo.

Aquello genero cierto enojo en Fang, apretó con fuerza a Edgar y frunció el ceño.

- Buster me ama, tu solo tienes envidia. Que lastima que tengas que terminar así.

- a qué te ref- Antes de que pudiera terminar de hablar, Fang empujó a Edgar y este cayó al suelo.

Un fuerte ruido se escuchó cuando impacto en el suelo, probablemente se habría quebrado o algo similar.
El asiático solo suspiro, sentía haberse quitado algo de encima, pero su objetivo principal era Chester, y no pararía hasta encontrarlo a él.

- Ugh... - se quejaba el azabache adolorido, no podía siquiera moverse, no se encontraba en muy buenas condiciones y nadie estaba cerca para ayudarlo.

...

Chester caminaba por la calle, todo estaba realmente oscuro y aquello le daba miedo, siempre había Sido muy asustadizo, y más si se trataba de oscuridad.
Reconoció la calle en la que estaba y supo que cerca vivía Buster, no dudo ni dos segundos en acercarse a su hogar y tocar la puerta. Era bastante tarde y no sabía si estaría despierto, pero cuando iba a irse el pelirrojo abrió la puerta.
Estaba en condiciones deplorables, tenía muchas ojeras y una triste expresión en su rostro, la cual cambio al ver a su amigo.

- Chester, no puedes estar aquí. - miro preocupado a los alrededores, entrando rápidamente a Chester a su hogar.

- Fang me está buscando, tengo miedo, Buster. Deje a Edgar solo, siento que algo malo le pasó y, y... - comenzó a llorar nuevamente, pero está vez Buster lo abrazo, algo que ambos necesitaban.

- Conmigo o sin mi, corres peligro igual... Pero prefiero estar yo para defenderte, no te alejes otra vez de mi. - tomo a Chester de los hombros y miro con miedo.

- ... No, no lo haré. - Chester sonrió sutilmente limpiando las lágrimas de sus ojos.

Ambos se quedaron despiertos hasta que amaneció, tenían miedo de dormir y que Fang apareciese otra vez.
En las noticias de la televisión se había nombrado el accidente de Edgar, corría riesgo de fallecer por el fuerte impacto que había recibido, al parecer había caído sobre algo filoso que termino perforando su piel, cerca del corazón. Al demorar tanto en llegar la ambulancia y autoridades, había perdido demasiada sangre y estaba en peligro.

Chester y Buster se miraron, sabían que no se estaban enfrentando a algo fácil de confrontar.


Eres solo mio ː Fang*Buster !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora