Eres solo mio ː Fang*Buster !

13.

Buster, Chester y Edgar habían dejado de asistir a la universidad, Edgar claramente por problemas de salud y los otros dos por miedo.
Dejaron de salir de su casa y sobrevivían con lo poco que quedaba dentro.
Habían pensando en hablar con la policía pero no tenían prueba alguna para que pudieran tomar alguna medida.

— Buster. - Hablo Chester mientras hacía unas tostadas con mermelada de fresa.

— ¿Mmh? ¿Que pasa Chester? - preguntó mientras batía su café.

— No me gusta vivir así, además, no creo que podamos sobrevivir así, no hay demasiada comida.

— Hmm, supongo que tienes razón, ¿Pero que quieres que haga? No quiero dejarte solo y que algo malo vuelva a pasarte. - dejo de batir y dió un sorbo a su dulce café.

— Tu eres el único que puede hacer algo,  Fang ha hecho todo esto por ti.

— ajá, pero digamos que ahora es diferente, ya no me trata con ese enfermizo amor, ahora es más distante y violento conmigo.

— Buster, ¿No te has visto? Eres enorme, y realmente musculoso, podrias vences fácilmente a Fang.

— No te creas, Fang es bastante fuerte, las apariencias engañan. Además, yo ni siquiera se defenderme.

Continuaron hablando por un buen rato, ambos se estuvieron necesitando tanto todo este tiempo.
Se contaron cada pequeño detalle que había pasado en sus vidas, estaban emocionados y felices por estar juntos otra vez.

— Sabes, si Fang no estuviera tan loco, me hubiera gustado ser su pareja. - Dijo Buster mientras untaba la mermelada en su tostada.

— ¿Enserio? Igual, Fang es lindo si.

— ¿Y tu? ¿Cómo te ha ido en el amor?

— Mal, bastante mal. Mandy se enojo conmigo la última vez que hablamos, supuestamente porque era muy molesto, pero meh. Odio a las mujeres, me voy a hacer gay.

Buster no pudo evitar no reir al escuchar aquel comentario por parte de Chester.

— Extrañaba escuchar tus estupideces.

— ¿Sabes quién es lindo? Edgar, además, se portó muy bien conmigo... Espera, ¿Cómo estará él?

— No lo sé, probablemente muerto.

— Hey, no seas así.

— Y bueno, es la verdad.

Se escuchó como alguien tocaba la puerta y Buster fue a recibir a aquella persona.

— Hola. Oh. - No esperaba encontrarse con Fang al abrir la puerta.

— Dónde está.

— ¿Eh? ¿De que hablas Fang?

— Ya sabes a lo que me refiero. - En asiático intento empujar a Buster para entrar, pero el pelirrojo no se lo permitió.

— Hey, ¿No vas a saludarme? - acercó su cara a la de Fang, esperando un beso.

— ¿Y ahora que te paso? Nunca eres tú el que pide los besos. - cada cosa que ocurría extrañaba más a Fang.

— Bueno, tal vez estoy empezando a quererte.

Chester estaba cerca de la puerta escuchando todo, era bastante chusma.

— ... Supongo que está bien.

— Quiero saber algo, ¿Tienes idea de cómo está Edgar?

— Uh, ¿Edgar? ¿Por qué tendría que saber que pasa con el?