¿Todo Fue Un Sueño? (Fanfic) (Twilight)

Capitulo 14- Su Decisión

Bella POV:

No podía creer que esto estuviera pasando... él me estaba besando, se sentía irreal... como siempre, me olvidé de respirar, atrapada en el dulce y precioso momento que estaba viviendo ahora, toda la incertidumbre de estos horribles meses yéndose por la borda, solo existíamos él y yo en este momento, el inicio de nuestro para siempre.

Se separó de mi respirando agitadamente, al igual que yo, a pesar de que en realidad él no lo necesitaba, coloco sus frías manos delicadamente en mi cuello y puso su frente contra la mía.

-Te he estado esperando, mucho, mucho tiempo-susurró dulcemente.

-Lo sé-susurré, el se alejo, rápidamente al otro lado de la habitación, dejándome completamente aturdida, le miré, tenía su mano derecha apretando fuertemente una de las paredes, un sonido chirriante provino de ella, la había quebrado un poco.

-Creo que he ido demasiado lejos-admitió avergonzado.-Necesito un minuto.

-Lo siento, debí recordarlo-me disculpé.

-No es culpa tuya-se río, molesto.

-Ni tuya, solo... desearía que mi cercanía no fuera tan terrible para ti- murmuré.

-Es solo un precio pequeño a pagar-sonrió torcidamente, mi corazón yendo a mil por minuto, solo con ese pequeño gesto. Solo un momento después su ceño se frunció. En un segundo estaba frente a mi de nuevo.

Su mano se levantó de nuevo, encaminándose hacia mi rostro como había hecho antes, cerré mis ojos esperando su frío toque de nuevo, pero nunca llegó.

-¿Qué cosa es esto?-preguntó, su tono lleno de curiosidad, abrí mis ojos de nuevo y luego fruncí el ceño, él tenía su mano justo en mi mejilla, podía verla moviéndose de arriba hacía abajo, pero no la sentí.- Parece... una... pared o un cristal- dijo desconcertado.-No puedo sentirte otra vez, sino te estuviera viendo, no podría saber que estás aquí, ¿Qué es lo que estás haciendo?

-No entiendo, ¿De qué hablas?-pregunté extrañada y curiosa de lo que pasaba.

-¿No lo haces tú? ¿No lo vez? ¿Está especie de piel extra?-preguntó, pero yo no entendía nada.

-No se de qué hablas, no estoy haciendo nada, no te entiendo.

-¿Sientes esto?-preguntó mientras tomaba mi mano derecha entre la suya, me asusté un poco cuando me di cuenta de que en realidad no sentía su mano tomando la mía, si no lo estuviera viendo, ni siquiera sabría que me estaba tocando... me asusté y retire mi mano de la suya.

-¿Qué?

-¿Dijiste que en este sueño tuyo tenías una especie de escudo? ¿Así lo llamaste? ¿No?- asentí- Mmm, talvez se está manifestando aun cuando eres humana- reflexionó.

-Pero, mi escudo es solo mental, me protege de los vampiros con dones mentales, no es físico-intente explicar.

-Pero esto-tomo mi mano de nuevo, no lo sentí-sin duda es algo físico.

-Que extraño-murmuré, de repente me sentí nerviosa, mi escudo al parecer era diferente, ¿Qué más cambiaría? Y sobre todo, ¿Cómo esto afectaría el futuro?

-¿Estás bien? Te quedaste pensativa.

-Estoy bien, solo... esto... es distinto, no sé cuánto cambiará del futuro, si es bueno o es malo- expliqué.

-Pienso que es muy bueno- me sonrió tranquilizadoramente- ¿Sabes? Esta cosa- tocó por encima del torso de mi mano- se lleva tu olor, por eso puedo estar tan cerca de ti ahora, cuando hace un momento no podía.

Alce mis cejas.

-¿En realidad?- pregunté dudosa.

-Si, es exactamente lo que sucedió, lo sé porque ya había sucedido en biología- explicó- ahora, creo que hay mucho que tú y yo debemos conversar.

-Cierto, tenemos mucho de que hablar- admití tímidamente.

—¿Quieres subir a mi habitación?-preguntó dudoso.-para conversar, la familia aún está afuera y no quieren marcharse- gruñó un poco.

Me reí un poco y su gesto se suavizó.

-Esta bien-acepté.

-Esta bien, si ya estás en una casa de vampiros, ¿Qué más te da subir a la habitación de uno de ellos?-Talvez quería que sonara como una broma, pero me sonó más a reproche.

-Por favor Edward-rodé los ojos-conozco absolutamente cada rincón de esta casa y he dormido en tu habitación muchas veces-¿No acabo de decir eso? ¿Verdad? Mis mejillas se tiñeron de rojo, de la vergüenza.

-Vamos- él ignoro mi vergüenza y me guío hasta su habitación.

Entramos y estaba igual que como lo recordaba, no había cama..... ¿Por qué de pronto hacia calor aquí? «No pienses en ello, Bella» me regañé.

-Siéntate- me señaló el espacio junto a él. Me senté torpemente a su lado.

Espere a que él dijera algo y pasaron los minutos, mientras él solo me miraba, como si fuera una especie de rompecabezas que debería armar. Cuando ví que no iba a decir nada, decidí que debía decir algo.

-¿Y bien?- pregunté con nerviosismo, su mirada sacando cada idea coherente de mi pobre mente humana.

-Solo... pensaba- admitió sin dejar de mirarme con sus suaves ojos del color de la miel-en toda la suerte que tengo- admitió.

-¿Suerte?-pregunté desconcertada.

-Sabes quien y que soy, sabes lo peligroso que es mi mundo para ti y, sin embargo has venido y te has expuesto a todo eso... por mi.

-Por nosotros- le corregí.

-Por nosotros- negó con la cabeza-¿Ves toda la suerte que tengo?

-Que tenemos-corregí otra vez y el sonrió.

-No podía creer cuando Alice vino aquí con esa historia que le contaste, no es que no creyera que fuera verdad, pero lo que no podía creer era que sabiéndolo todo, todo el peligro y el dolor que podría causarte hayas decidido aún así venir.

-Yo... te amo, te amo tanto que da miedo. Entiendo que pienses que es una locura venir a vivir aquí y buscar a unos vampiros solo por un sueño que podía no ser real, pero no creo que puedas entender el dolor y la desesperación que sentí cuando desperté y no estaba en casa, contigo con...-nuestra hija, estuve a punto de decir, pero no lo hice.

-Calma, calma- susurro, solo entonces me di cuenta de que estaba llorando.-Bueno no todo puede ser bueno- rio, estaba tratando de limpiar mis lágrimas y se topo con este ¿Escudo?

-Eso es extraño y da miedo, tengo que averiguar cómo quitarlo-reflexioné en voz alta.

-Eso sería útil-estuvo de acuerdo... y otra vez el silencio.

-Bella-susurró, se acercó un poco más a mi y tomó mi rostro con la punta de sus dedos, aún no lo sentí-Yo... no tienes idea de lo culpable que me siento.

Fruncí el ceño.-¿Culpable de qué?

-Culpable de tenerte aquí, conmigo, y porque no pretendo hacer absolutamente nada para que eso cambie-susurró, su mirada llena de la culpa que decía tener.

-¿Estas diciendo?

-Estoy diciendo que quiero vivir ese sueño a tu lado, Bella, que soy tan egoísta que no me iré y no te diré que te alejes si lo que deseas es quedarte aquí, conmigo. Es tu decisión, tu tienes tu sueño para creer en lo nuestro, bueno, yo he visto las visiones de Alice, y de verdad quiero que se haga realidad-dijo como si le avergonzara decirlo.

No podía creer esto, ¿Estaba diciendo lo que creo que decía?

-No hay ninguna decisión que tomar Edward, quiero esto, te quiero a ti, para siempre- dije tan segura como nunca había estado de nada en toda mi vida.

-Me temía que dijeras eso.