(16) Lo grande que es perdonar

8 2 0
                                    

Laura me había expresado que tenía algo de nervios de que yo fuera a casa de su madre a hablar con ella, y de que se sentía algo incomoda pero que así debía ser, y yo mientras tanto ya no sabía lo que era yo de Laura exactamente, pero pensaba en que sería nuevamente ese caso en que alguna vez fui, lo cual me convirtió en un tercero de una relación ajena, o como se dice vulgarmente, me convirtió en el cacho de alguien más, no quería prestarle atención a eso, yo quería a Laura, la amaba, y solo quería hacer las cosas por ella y por mi.
Se hicieron las 2:10pm y me encontré con Laura y me despedí de ella, le dije que volvería al colegio a las 4:00pm después de que hablara con su madre y cuando ella terminará su jornada académica.

Ya me iba -Ey- Me dijo Laura -¿Te irás a pie?- Pregunto, a lo que yo le respondí -Es la única forma- -Ve en mi bicicleta... Si quieres- Me dijo ella, y si les soy sincero, fue muy raro tomar el volante de esa bicicleta nuevamente y montarme en ella, ya que alguna vez ya lo había hecho, y está era nuevamente, una segunda primera vez, llegué a la casa de Laura, toque el timbre y su madre se asomó por el balcón y me sonrió, no dije nada, solo me rei, y la saludé con la mano, me abrió la puerta y subimos juntos las escaleras, y pise nuevamente despues de mucho tiempo la casa de Laura, nos sentamos en el balcón y la señora Marcela me dió un vaso de jugo, el cual me lo tomé de prácticamente 3 tragos por el calor, sol, y sed que había y tenía en esos momentos, nos saludamos y comenzamos hablar

Doña Marcela: ¿Cómo has estado Gerson?

Yo: Bien señora ¿Y usted?

Doña Marcela: Muy bien gracias a Dios, me alegra verte de nuevo

Yo: Muchas gracias ¿Y su esposo?

Doña Marcela: Esta trabajando, vendrá más tarde... ¿A qué se debe tu agradable visita? Bueno... Laura dijo que tal vez algún día vendrías a hablar conmigo, no pensé que hoy...

Yo: Pues, es complejo, tuve el sentir de hablar con usted, Laura está aún en clase en estos momentos, y pues ella sabe que estoy aquí, como ve, vine en su bici y más tarde se la devolveré, poco a poco he venido tratando con ella nuevamente.

Doña Marcela: Lo se, la otra vez los ví en un parque con Carla, eso me sorprendió ¿Cómo es que te has acercado a ella de nuevo?

Yo: Pues ya ve, es complicado, pero ella ha propiciado varias cosas para que le hable nuevamente. Quisiera saber de su boca que ha pasado estas semanas, con ella, acá en su casa, que sucedió después de todo el alboroto en la iglesia, que me imagino que se enteraron usted y su esposo, mis padres vinieron a hablar con ustedes

Doña Marcela: Si Gerson, de verdad que quede muy apenada contigo, regañamos a Laura por todo lo que pasó, la verdad ella nos decepcionó, y lo peor fue que nunca dijo nada, y aún así tus padres solo se disculparon con nosotros, aunque también dijeron que sería bueno que Laura pasará por procesos psicológicos. Sabemos que ella se equivocó, mucho, y ya la retamos por ello, pero hoy por hoy confío más en mi hija, y se las explicaciones de muchas cosas.

Yo: ¿A qué se refiere? ¿Puede ser más específica?

Doña Marcela: A Francisco Gerson, nos dimos cuenta que era una mala persona, le prohibimos a Laura el junte con el, y ella antes dijo que le hacíamos un favor con eso, pasaron varias situaciones que nos hicieron tomar cartas en el asunto, bloqueé todo tipo de contactos con el y sus padres, nos llamaron del colegio y tratamos esa situación, por como el se comportaba con ella, de una forma muy mala, no era un buen hombre para ella, y pues hasta donde yo sé, ella nunca más se metió con ese tipo.

Yo: Viniendo de su boca se me hace más fácil creerle a Laura, ella me dijo algo parecido a lo que usted me dice... Señora Marcela, ella no me lo ha pedido con palabras literales, pero yo ya la perdone, y quiero lo mejor para ella, pero ahora, también pensaré un poco más en mi, para no terminar como la última vez, y debe saber, que yo estaré ahí para ella, pero será ella quien deba cambiar por si sola, no será fácil, pero, con la ayuda de Dios se que todo se puede.

Doña Marcela: Gerson aún así ella pudo hacer muchas cosas para evitar lo que sucedió, decirte la verdad, confiar mas en ti, buscar ayuda, no decirte mentiras... ¿Por qué la perdonas, se te hace muy fácil?

Yo: No... Para nada, pero hay un ser más grande que yo que pago todo lo malo que ella hizo hace más de 2.000 años, y en el momento que ella le pida perdón a ese ser más grande y alto que yo, se que ese ser la perdonará sin reproches, quien soy yo para no perdonar la, además gracias a eso, estoy aclarando varias dudas, y por lo menos puedo acercarme un poquito a ella ¿Y ella quien es? Pues la mujer que me gusta... Eso es "Lo grande que es perdonar"

Doña Marcela: Eso es algo muy bonito de tu parte, espero que a pesar de todo mi hija pueda salir adelante, de tantos problemas en su vida, y últimamente las situaciones en el colegio, y esas cosas.

.

Tal vez hablamos de mas cosas, pero lo más relevante creo que fue eso, me sentía bien, tranquilo y sereno, ya casi iban a ser las 4:00pm, así que me despedi y me fui al colegio a esperar a que Laura saliera, casi siendo las 4:00pm salió -¿Y, como te fue?- Me pregunto -Mejor de lo que yo creía la verdad- Le respondí, no queria irme aún, quería estar un momento con ella, Carla salió del colegio también y los 3 nos sentamos en una esquina al frente de una tienda, nos compramos algo para tomar y hablábamos los 3, una cosa llegó a la otra y no se por que se dió la siguiente conversación pero, Laura me preguntó que cómo podría ella comenzar a ir nuevamente a mi casa, que cuál sería esa posibilidad -Despacio, tu sabes que hay que pasar por muchos filtros antes de eso, y tú debes dar mucho méritos para ellos, pero sigue así... Que así vas bien- Le dije, cuando le dije eso bajo su mirada, y yo con mi mano le subí el rostro para que me mirara, y le robe un piquito, quedó sorprendida, la mire fijamente por 3 segundos y se sonrojo, luego volví acercarme y ella me correpondio un segundo piquito... -No coman al frente de los pobres- En forma de burla dijo Carla.

Lo grande que es perdonarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora