2. Manos a la obra

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Los cultivos al fin daban frutos, tomó unas semanas y ahora podía cosechar por fin las fresas y papas, daba mucha alegría hacer esto, significaba que lo que hice dio sus frutos, que lo hice bien y todo mi esfuerzo valió la pena.

Coseché lo más que pude y lo guardé, tenía planeado hacer mermelada con las fresas, retiré las hojas de la fruta y las lavé bien, las corté en trozos pequeños y las coloqué en un bol, mezclé las frutillas con azúcar, mientras dejaba reposar quise ver una película en la televisión de la sala cuando escucho a alguien golpear mi puerta.

-Hola Krista, ¿como te ha estado yendo?-me pregunta Marnie, una mujer algo mayor de cabello castaño, no puedo evitar notar que en sus brazos llevaba un cachorro de pastor alemán.

-Hola señora Marnie, me ha ido bien, acabo de cosechar unas papas y fresas, ahora mismo estaba haciendo mermelada, si quieres puedo darte un frasco cuando esté lista.

-Sería lindo, gracias-me sonríe amablemente-por cierto, pensé en que este pequeño podría hacerte compañía en la granja.

Acerco mi mano para acariciar al pequeño animal, el perro nota mi mano y le da unas lamidas.

-Estoy segura de que serán buenos amigos.

-Creo que sí, gracias Marnie.

Sin duda el pequeño era adorable, Marnie me prometió traerme unas cosas para tenerlo, luego me encargaría que comprarle yo misma su comida, se paseaba por la casa olfateando todo, lo mantuve vigilado hasta que llegó el momento de terminar de hacer la mermelada, había quedado dulce y deliciosa, lo cual me hizo sentir orgullosa.

Vertí todo en frascos de vidrio, lograron salir cinco de estos, no tenía etiquetas para pegarlas así que dejé así los frascos, los guardé en la nevera y sonrio victoriosa.

-Me hubiera gustado que salieran más para venderlas, pero salieron menos m de las que pensé.

Salí con mi nuevo amigo a pasear por el terreno de la granja, era un espacio muy grande, el establo aún no estaba lista para los animales, el corral estaba en proceso, cuando llegué, todo estaba de pie pero descuidado, mi abuelo estuvo enfermo como para cuidar todo adecuadamente y nunca pedía ayuda, solía pedírmela a mí, pero no estuve aquí para socorrerlo, pensar en eso me dolía mucho, lo amaba mucho pero nunca vine a visitarlo.

Salimos de la granja para ir al pueblo, la gente y yo nos saludábamos con una sonrisa, en un momento veo una pluma verde volar hacia mí y aterriza en mis pies, la tomo con curiosidad y veo a alguien acercarse.

-Perdón, eso es mío, el viento se lo llevó-le devuelvo la pluma, al tocarse nuestras manos tengo una sensación extraña, pero decidí ignorarlo.

-Debe tener más cuidado, son cosas fáciles de perder.

-Al menos nos permitió acercarnos-me sorprende su opinión, pero no le vi ningún problema, incluso diría que es tierno.

-¿De qué ave es esa pluma?.

-Es de pato, la encontré el día en el que llegué aquí, era de una granja que hay aqui cerca-me sorprende lo que dice, claramente está hablando de la granja de mi abuelo donde vivo ahora.

-De seguro se refiere a la granja que era de mi abuelo.

-Si, ese señor era amable, me ofrecía frutas y cosas para degustar, eran productos de calidad.

No sabía que estaría hablando con él sobre la granja, pero tenía muchas opiniones, estaba de acuerdo conmigo en que la granja era especial, pero ahora eso se había esfumado, pero había una segunda oportunidad, no permitiría que la granja se caiga a pedazos.

Seguimos hablando muy cómodamente y caminamos por el centro del pueblo, cruzamos un puente sobre un río que había y llegamos a la biblioteca.

-Este es mi lugar favorito del pueblo, la biblioteca-me abre la puerta para pasar.

-Me gustaría entrar, pero no creo que dejen entrar perros-estuve todo el tiempo vigilando que no se alejara mucho de mi lado, no había forma de dejarlo afuera esperando que salga.

-Es verdad, lo siento-se rasca la nuca con nerviosismo-te mostraré mi otro lugar.

Fuimos por el camino que llevaba a la playa, era espaciosa, volaban gaviotas cerca del suelo y algunas buscaban algún rastro de comida, también resalta un gran muelle sobre el mar y una tienda de artículos para pescar, el agua era clara y había un olor agradable a mar, nos sentamos en la arena y disfruto del sonido que provocaban las olas.

-¿Como se llama su perrito?-aún no había pensado en un nombre, primero revisé su género y pensé en un nombre.

-Se llama Ellie-sonrío y acaricio la cabeza de la recién bautizada Ellie.

-Es un lindo nombre, igual que el suyo, Krista.

-Gracias-no esperaba ese elogio, pero estaba agradecida.

-Dijo que su lugar favorito era la biblioteca, ¿le gusta leer?.

-Leer es mi pasión, en realidad tengo pensado escribir un libro yo mismo, por eso me mudé aquí, para tener paz y poder concentrarme, pero ha sido difícil escoger si quiera el género, hay muchos tipos.

No esperaba conocer a un futuro escritor en este pueblo, el hombre que recién estoy conociendo parecía cada vez más interesante, sentí la necesidad de ayudarlo a escoger el género, es cierto que hay muchos tipos, pero a veces solo hay que pensar en la historia que quieres contar.

-Depende de lo que a usted le interese o el tema que le gustaría usar, podría ser de un mundo utópico o distópico, usando ciencia ficción, o contar una historia de amor o también de auto descubrimiento-me doy cuenta de que me estaba yendo por las ramas, pero Elliot parecía estar escuchándome muy atento.

-¿Cuál es su género de libros favorito?.

-En realidad me guio más por la trama que el género, pero el de Romance es el género que más he leído y creo que hacen falta más libros lleno de emociones y no de... Otra cosa, al menos en el que está dirigido para adolescentes.

-Gracias Krista, lo tomaré en cuenta-me regala una sonrisa-tomará mucho tiempo, pero cuando esté listo, será la primera en leerlo.

-Eso me gustaría, esperaré paciente.

Seguimos disfrutando del sonido del mar, el calor del sol, y nuestra compañía.

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Agradezco la portada a flaire_08

Lo siento, lo publiqué como capítulo nuevo ya que Wattpad no me estaba dejando editar bien el capítulo 🤨

Amor en el campo [#Elliott]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora