𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐀𝐍𝐂𝐄 - 𝐊𝐀𝐈 𝐏𝐀𝐑𝐊𝐄𝐑 - 𝐓𝐑𝐀𝐃𝐔𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍

TWENTY FOUR

Capítulo 24 – Campanas de boda esperan!

–Arriba, arriba, arriba. Vamos, no hay tiempo para dormir hasta tarde, princesa–. Lorna escucha a Kai hablarle al oído.

Abre los ojos para verla en su cama y una simple manta solo cubre su cuerpo desnudo. Ella gime mientras usa su velocidad vampírica y lo arrastra hacia la cama, que está completamente vestido. Lo rodea con sus brazos como si fuera un osito de peluche y besa su cuello con los ojos cerrados, –No quiero levantarme–.

–Sé que no puedes quitarme las garras de encima. Desafortunadamente, considerando que mi hermana caminará hacia el altar en menos de diez horas, tienes que despertarte, princesa–. Él le dice. –¡Las campanas de boda te esperan!

Kai está silbando 'Shine' de Collective Soul en voz baja mientras prepara el desayuno mientras Lorna entra a la cocina.

–Un gran desayuno para un gran día– Kai sonríe ampliamente cuando la nota. Él comienza a reírse hilarantemente emocionado por lo que sea que esté planeando.

Lorna levanta una ceja y le lanza una mirada extraña. –¿Qué te pasó?

–Apesta cuando la gente que amo me oculta cosas–. Él dice.

–¿Qué quieres decir?– le pregunta la rubia, internamente entrando en pánico por el bebé no nacido de Joe.

–¡Nunca dijiste que ibas a ser la dama de honor!– él chilla. –No puedo esperar a verte. Tendré que estar cerca de ti para protegerte de ese tipo de cabello de héroe.

Ella mentalmente suspira aliviada. Realmente le hizo pensar que sabía sobre Jo.

–Kai, no irás a la boda–. Ella anuncia.

–¿Por qué?– parece decepcionado.

Ella suspira. –Sabes por qué, Kai. Sé que has cambiado pero los demás no piensan lo mismo.

Él frunce los labios y asiente. –Bueno.

Lorna está actualmente con Jo y Bonnie, quienes se están preparando para la boda en uno de los estudios de la pensión. Bonnie parece estar menos enojada, lo cual la rubia se alegra.

Jo corre por la habitación mientras busca algo. –Mierda, no están aquí.

Elena la mira mientras llena una copa con champán. –¿Qué ocurre?

–¡Mis zapatos! Mis zapatos preciosos, ridículamente caros, que se usan una vez y nunca más. Están desaparecidos–. Jo se asusta.

–¿Quieres que haga un hechizo localizador?– Pregunta Bonnie.

–¿En mis zapatos?– Jo pregunta confundida.

–Mm-hmm–. Bonnie asiente.

–¿Es eso posible?– Jo pregunta.