—Da la vuelta a la izquierda, ahí es.— Doy indicaciones para llegar a mi casa. —Justo la que tiene una maceta con forma de trasero afuera.—
—Uh...— Me mira raro y también a la maceta cuando se estaciona frente a la casa.
—No soy una fetichista de traseros o algo así, tenía una maceta súper bonita antes pero me la robaron con todo y planta.— Contesto desabrochando el cinturón de seguridad. —Nadie se robaría una maceta con forma de trasero, así que por eso la compré.—
—Un fetichista de traseros probablemente sí.— Comenta serio, pero a mí me da risa así que suelto una carcajada.
—Cierto, no pensé en eso.— Sonrío. —Gracias por traerme, te debo una.—
—No es nada.— Abro la puerta del copiloto para salir, pero justo tengo que poner el pie lastimado en la acera para hacerlo. —Umh, ¿ocupas ayuda?—
—Eh...— Río nerviosa. —No gracias, sólo dame un segundo.—
Sin decir nada más apaga el motor y sale del auto, rodeándolo hasta llegar a mí para ayudarme. Parece como si hubiera adivinado mis pensamientos, Jean es serio pero bastante amable, eso me gusta mucho, cualquier otro chico me hubiera sacado de su auto de una patada.
—Gracias.— Murmuro apenada sosteniéndome de él.
Me ayuda a caminar hasta la entrada de mi casa y abro la puerta, me agradezco mentalmente a mí misma por no haber dejado la pila de ropa sin lavar en el sofá, o los tennis de ayer al lado de la puerta junto a los calcetines sudorosos.
—¿Aquí está bien?— Pregunta dejándome sentada sobre el sofá.
—Sí, gracias de nuevo.— Contesto. —Antes de que te vayas déjame darte dinero para la gasolina.—
—No es necesario, vivo a unas cuadras de aquí.—
—¿En serio?—
—Mmjm, tu casa me queda de pasada.—
—Oh, por eso nos encontramos el otro día en el puesto de hot-dogs.— Menciono encajando todo en mi cabeza y asiente. —Aún así siento que te debo algo por traerme...—
Ésta es mi oportunidad, aunque no recuerdo si traigo ropa interior que combine, maldita sea. Bueno no importa, tal vez ahora sí capte la indirecta.
—¿Crees que pueda hacer algo por ti?— Bajo el tono de mi voz, enredando un mechón de cabello en mi dedo.
—Hmm... — Piensa un poco. —Quisiera ver tus pinturas con tinta china.—
"¿¡Qué!?"
De todas las cosas en el mundo que podría hacer, ¿¡quiere ver mis pinturas inexistentes?. Esto no me puede estar pasando, es como una mala comedia romántica la cual no tiene nada de cómico ni romance, puras tragedias hacia mí.
—¿M-mis qué?— Me quedo pasmada unos instantes.
—Tus pinturas, me interesa verlas.— Contesta. —Siempre he batallado para pintar con tinta china, por eso me llama la atención que tú sepas hacerlo.—
—¡Claro! claro, mis pinturas, las que yo pinté, sí.— Río incómoda y nerviosa. —¿No prefieres otra cosa?—
—No.—
—Oh, bueno, es que...— "¡Rápido, piensa en una mentira!". —M-mis pinturas se mojaron, ¡sí! dios, se me cayó un vaso con agua sobre ellas y quedaron arruinadas, así que las tiré.— Hago puchero como si fuera verdad.
—¿Y no tienes alguna imagen? yo siempre le tomo foto a mis trabajos.— "Que manera la tuya de acorralarme".
—Uh, déjame revisar.—
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new romantics | jean kirschtein
Fanfictionmodern au Después de unas cuantas copas encima Ro le coquetea a Jean, un chico tranquilo y serio que la ayuda a no perderse mientras camina por las calles ebria, haciendo el ridículo frente a él sin querer. Al día siguiente con una resaca espantosa...