—¡Mira que rápido va!— Jean ríe entusiasmado mientras mueve la palanca del control remoto.
Más que parecer su cumpleaños, luce como una noche de navidad cuando los niños estrenan sus regalos, pero en este caso es un adulto joven jugando con un carrito que nunca tuvo. Mi gato está aterrado con el sonido que genera aquel juguete, así que se escondió bajo el sofá esperando a que termine el martirio. Son las casi once de la noche y Jean no ha parado de usar su regalo, deberíamos ir a dormir, aunque para nada me molesta que se entretenga jugando.
Al final de todo, sigue
siendo su cumpleaños.—¿Eh? ¿qué pasa?— El carrito empieza a perder velocidad hasta que se apaga. —Ay no, ¿lo descompuse?—
—Déjame revisar.— Agarro el carrito botando que el botón de la batería está naranja. —Creo que se le acabó la pila que traía de fabrica, hay que comprar nuevas.—
—Oh...— Su expresión se vuelve decaída.
—Mañana conseguiré más para ti, bebé.— Dejo un beso sobre sus labios. —¿Quieres que te sirva más pastel?—
—Hmm no gracias, aún sigo lleno.— Mira la hora en su celular. —Ya es tarde, debería irme.—
—¿Y si te quedas a dormir aquí?—
—¿De verdad?—
—Sip.— Pongo mis manos sobre sus hombros, masajeándolos un poco. —Quiero pasar hasta el último minuto de tu cumpleaños contigo.—
—Está bien.— Sonríe levemente. —Sólo iré a mi casa por pijama y ya regreso.—
—No creo que la necesites.—
—¿Eh?—
—O sea, q-quiero decir...— Siento mi rojo arder en llamas. —Quizás una de las mías te quede, tengo varias playeras grandes que ya no uso.—
—Oh, claro.— Se sonroja también. —Umh, te ayudaré a limpiar todo esto.—
—No no, el cumpleañero no hace nada en su día.— Arquea una ceja. —Ve a mi habitación y espérame ahí, ¿hmm?—
—Lo que tú digas.— Río victoriosa, recibiendo un beso fugaz de su parte.
El castaño hace lo que le pido desapareciendo de la sala, así que aprovecho para soltar un suspiro. ¿Será buena idea mostrarle el "otro regalo"? no lo quiero presionar, apenas pasaron unos pocos días desde que confesó jamás haber estado con alguien sexualmente. Bueno, ya veremos que pasa. Levanto los platos desechables que usamos junto a vasos, envolturas y servilletas, tirando todo a la basura. La decoración puedo dejarla ahí hasta mañana, no hay apuro para reventar los globos o quitar el cartel que dice "¡Feliz cumpleaños!" con tipografía llamativa.
Diez minutos después ya estoy desocupada y caminando hacia la habitación, me pican las ganas de enseñarle a Jean la bonita lencería blanca que llevo escondida bajo la ropa, pero primero debo ver hasta donde quiere llegar hoy.
—Jamás había estado en tu habitación.— Comenta Jean en cuanto me ve entrar. —Es bonita.—
—¿Ah sí?—
—Mmjm.—
—Pues a mí me gusta que estés aquí.— Me siento a su lado en la cama. —Nunca te había visto tan feliz.—
—¿Cómo podría no estarlo después de este día?— Sonrío. —¿Y sobretodo si tengo una novia increíble?—
—Oh basta, me harás sonrojar.— Río apenada.
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new romantics | jean kirschtein
Fanfictionmodern au Después de unas cuantas copas encima Ro le coquetea a Jean, un chico tranquilo y serio que la ayuda a no perderse mientras camina por las calles ebria, haciendo el ridículo frente a él sin querer. Al día siguiente con una resaca espantosa...