Capitulo1

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HAIMI

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HAIMI

Corro por el espeso bosque que me baña con su oscuridad desde lo alto del cielo hasta el rocoso suelo que tocan mis pies descalzos. Las continuas ramas que impactan sobre mi rostro obstruyen mi visión lastimando todo mi cuerpo en el camino. A mi paso, voy dejando varios árboles entre altos y pequeños de diferentes formas. Las cuales no puedo identificar con la escasa luz que logran captar mis ojos.

Corro sin la idea de quién me persigue o de qué estoy escapando. Con el anhelo de escapar de lo desconocido que abruma mis sentidos. Con el sentimiento de perturbación en mi sistema, el cual ocupa más espacio dentro de mí a cada distancia que recorre mi cuerpo. Aunque quiera detener esta turbación, no puedo estancar mi cuerpo a pesar quién o qué es lo que intenta atraparme. Aceleró tratando de perderme de su visión.

A los lejos logro ver cómo el suelo rocoso se pierde ante mis ojos, reemplazándolo por un acantilado profundo que hace que me detenga abruptamente a unos pasos del pozo sin fondo. Cierro mis ojos apretándolos fuertemente, tratando de desaparecer, creando la idea de que esto solo es mi imaginación.

Sin embargo, el sonido de un enérgico gruñido hace sacudir mi cuerpo de turbación forjando que voltee para saber qué es lo que lo produce. El animal que se presenta antes mis ojos es un lobo de pelaje marrón que duplica la altura de un lobo normal. Sus ojos son de un hermoso color miel, no dejan de delinearme con su mirada.

Disuelta en su mirada, logró ver tantas emociones que chocan con mi sentido común quebrantado. Entre ellas está lo que creo que es amor. Pero es particular. ¿Cómo tal depredador es capaz de transmitir emociones tranquilas? Su naturaleza es ser feroz y en este momento tiene el antídoto para desaparecer el miedo que recorre mi cuerpo por este tenebroso escenario de oscuridad. Pero la gran pregunta es:

¿Qué quiere de mí?

Porque, aunque intente ignorarlo su tamaño es tan contradictorio a las frágiles emociones que transmite su mirada y la pregunta que me sigue llenando de dudas.

¿Este feroz animal era de quien estaba escapando?

Desvió mi mirada buscando una salida. Él entiende mi intención y comienza a aproximarse más a mí de forma lenta y cautelosa. Obstruyendo los pensamientos de alerta en mi cabeza. Cuando solo faltas dos pasos para llegar hasta mí, el anhelo de tocarlo me gana y me adelantó y estiró mi mano derecha para sentir la suavidad de su pelaje. Antes de hacerlo, me detengo pidiendo su permiso con mi mirada. Él acerca su cuerpo a mi palma extendida y comienzo a sobarse su hocico en ella, y procedo a acariciar todo su pelaje.

De repente, a lo lejos se escucha varias ramas romperse junto a una columna de aves que vuelan intentando escapar. El sonido se recepta con mayor intensidad y aparece. Entré en medio de los grandes árboles surge un lobo de color negro con ojos tan rojo-iguales a la sangre que recorreré todo mi cuerpo y a su lado un hombre vestido de negro que acaricia su pelaje, pero su rostro es borroso ante mi vista. Ellos nos miran detenidamente pasando su mirada entre el animal frente a mí y mi delgado cuerpo.

¡Acéptalo me perteneces!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora