Chapitre premier

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2 3  de  Septiembre   1 8 8 3  - Mont saint michel (Francia)

*Nattawat Jirochtikul*

Inicios de otoño. La brisa golpeaba
duramente contra el rostro pálido del pelicastaño, su cuerpo helado, pero, relajado, disfrutaba tranquilamente del grisoso paisaje a la orilla de la isla. Aquella isla en la que había vivido parte de su niñez y hasta su adultez.

Ahora Fourth Nattawatji con 32 años de edad su anhelo no era estar encerrado en un convento lleno de monjes viejos y aburridos, no, su anhelo era de amar, de amar a alguien que de igual manera lo amara a el, y día tras día se iba convirtiendo en una necesidad o tal vez... No solo la necesidad de ser amado, si no más bien, la necesidad de estar entre el cuerpo y brazos desnudos de esa persona, haciéndolo sentir bien y ver la gloria qué todos los ancianos le decían que existía, el deseaba verla, sentir sus piernas temblar descaradamente, sentir su miembro chorrear hasta casi expulsar aire, sentir su cuerpo envuelto entre las sabanas llenas del sudor de sus cuerpos y sobre todo sentir algo dentro de el...

¡Maldita sea! 

Dios perdone todos esos deseos, Dios perdone todo lo que acababa de pensar y por su ofensa lo castigue cruelmente.

La voz apagada de su viejo y solitario padre llamo su nombre, haciendo que sus hermosos y grandes ojos se encontrarán con los más viejos y cansados, su mente de inmediato quedo en blanco y sus labios se curbaron hacía arriba para su progenitor e inmediatamente se levantó acomodando su túnica y por último salió corriendo en su dirección, pues la última vez que este lo había mirado fue cuando solo tenia 19 años.

Sus brazos envolvieron los hombros encorvados del anciano el cual demostraba orgullo por su único hijo y eso era lo único que en la mente de Fourth importaba, enorgullecer a su padre y a su madre.

Cuando llegaste

Fueron sus primeras palabras demostrando cuán alegre se mostraba ante la presencia del ansiano

Justo llegué hace media hora.

El hombre joven solo asintió. Ambos volvieron con los demás monjes y benedictos qué se encontraban, todos se encontraban ahí porque después de la última estación del año el sería oficialmente un monje, entregaría su alma y su cuerpo a Dios.

¿Que si aun estaba a tiempo de arrepentirse?

Por su puesto que no, pues en el año de prueba que le dieron el solo estuvo encerrado en un cuarto, salía solo a buscar qué comer y regresaba, nunca conoció a nadie que le diera el deseo de dejar su carrera cristiana, paso todo su año aburrido y pensó que al menos en el islote tendría con quien compartir cosas sagradas y no mundanas, si, completamente divertido.

“Después de que su ordenación se complemente será enviado con los frailes españoles y podrá recibir su verdadera consignación como un señor obispo y por último será enviado a Roma.” 

Comentaba el benedicto mayor, a decir verdad, este hombre siempre fue muy amable con Fourth, pero respecto a la creencia era severamente estricto, sabía lo que hacía, sabía en que creía y sabía que no estaba equivocado, la pregunta era, ¿Quién se atrevería a ir contra el hombre todo poderoso qué creo el mundo y cada ser vivo qué habita en el?

“Solo deseo no arrepentirme de lo que venga en el futuro”

[...]

Hola! Este es mi primer fic, si.. El capitulo fue muy corto pero fue lo primero que mi cerebro lanzó a mi imaginación. Como sea, antes que nada me disculpo por algún error ortográfico, también por lo que vaya a venir, como pueden ver, la historia trata de los tiempos de antes y peor aun del mundo cristiano, sinceramente no se como vaya a terminar esta historia, pero por favor denle apoyo! Haré lo posible para estar publicando cada día, así que nada, gracias por leer. ♡

Jusqu'à ce que la gloire nous sépare {GeminiFourth} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora