Capitulo 12

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Al otro dia, en la costa cerca de la fabrica, vi a las dos hermanas Sarah y Bessie sentadas a la orilla y decidi acompañarlas.

- Esos nombres, esas vidas... Les falle, ____ - decia Sarah.

- No digas eso.

- Mae murio. William murio. Y se saldrá con la suya. Tu lo escuchaste: ¿donde esta la prueba? ¿Que tenemos ahora?

- Nos tenemos a nosotras. Y tenemos la verdad.

El viento ajitaba su larga cabellera roja mientras miraba el mar pensando. Ibamos a hacer algo.

- Llegas tarde, Bess Chapman, te quitare un peñique - dijo el hombre que se aseguraba que las trabajadoras cumplieran con sus labores mientras la niña caminaba velozmente hacia su estacion. Luego nos vio a mi y a Sarah ingresar a la fabrica -. ¿Que? Tu ya no eres bienvenida - le habia dicho a la peliroja pero ella lo ignoro y se subio a una mesa para que todas las trabajadoras la vieran y la escucharan -. ¡Bájate! - exclamo el hombre golpeando su baston en la mesa.

- ¡Dejala hablar! - dije mientras tomaba su baston y lo alejaba de ella para luego quitarselo y sostenerlo cerca de él en forma de amenaza como hacia él.

- Hace unas semanas - comenzo Sarah -, Mae Izley, William Lyon y yo, nos propusimos probar algo: probar que en esta fabrica se matan personas. Y ellos lo sabian - miro al supervisor y al señor Lyon que habia salido de su oficina -, pero decidieron que las ganancias importaban mas que nosotras.

- Vendras conmigo - se molestó el supervisor pero yo lo calle.

- El tifus no nos mata, ¡es el fosforo!

- Con lo que trabajamos todos los dias - agregó Bess.

- Eso es mentira, ¿o no, idiota? - insulto el señor.

- ¡Callate o tendras un peñique menos en tu salario! - y golpee la mesa con el baston como el solia hacer y decir.

- Eran nuestras amigas - prosiguió Chapman -. Y hermanas. Y sus familias - volteo a ver a Lyon posado en la baranda del balcon de su oficina -. Bueno, eso ya se acabó. Es hora de que usemos a lo unico que tenemos: a nosotras mismas. Es hora de que nos neguemos a trabajar. ¡Es hora de decirles que no!

- Claro, ¡vuelvan al trabajo! - el hombre se alejo de mi y se dirigio hacia el pasillo entre las estaciones -. Si se van de aqui ya no pueden volver. No volveran a tener trabajo aqui.

- Bueno, ¿van a seguirme?

- Piensen en sus familias, no lo hagan por favor, no vale la pena el riesgo.

- ¿Entonces? ¿Lo haran?

- Asi es como funciona el mundo.

- Oigan, por favor. Se que tienen miedo, y yo tambien. ¡Pero es el unico poder que tenemos!

Esperabamos que reaccionaran. Que hicieran algo. Por lo menos una que nos apoyara.Pero nadie lo hacia, todas estaban paralizadas y asustadas, es comprensible, ya no tendrian trabajo y no podrian mantener a sus familias. Siempre hay un precio. Por eso nadie se anima a cambiar el mundo porque siempre todo esta en tu contra.

- Bueno, enciendan las maquinas y vuelvan a trabajar - ordeno el señor Crouch con una sonrisa en su rostro y Sarah bajo de la mesa decepsionada.

- No - le rogue acercandome a ella -. Este no puede ser su futuro.

- Perdon, ______ - se alejo de mi para dirigirse hacia la salida de la fabrica hasta que algo la detuvo: un pisotón. Se volteo lentamente hacia el lugar de donde provenia el ruido y vio que Bessie estaba golpeando el piso con su pie mientras Crouch le gritaba que se detuviera, lo que solo hacia que golpeara con mas fuerza.

____ Egnatré y el caso de la cerillista desaparecida | Enola Holmes 2 (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora