capitulo 13 - el final

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La entidad emergió ileso del humo de la explosión, sosteniendo el corazón de Orochi en su mano. Sin un solo rasguño en su figura, se teletransportó al reino, donde Orochi yacía inconsciente. Con un gesto poderoso, la entidad envió una descarga eléctrica a través del cuerpo de Orochi, haciendo que recuperara la conciencia.

Cuando Orochi despertó, se encontró en un lugar desconocido y devastado. El reino yacía en ruinas, con edificios destrozados y escombros por todas partes. La entidad se acercó a Orochi y le mostró la destrucción que lo rodeaba.

Entidad: (con voz fría) Mira, Orochi, este es el resultado final. El reino está en ruinas, y tú eres el culpable por no ser fuerte como yo.

Orochi, con una mezcla de enojo y tristeza, no dijo una palabra. La devastación a su alrededor lo impactó profundamente, pero no tenía fuerzas para disculparse o justificarse.

Entidad: (insistente) Habla, Orochi. ¿Qué tienes que decir por ti mismo?

Orochi: (con voz apagada) ¿Para qué quieres que hable? ¿Qué sentido tiene? Estoy cansado, agotado. No tengo un propósito ni un objetivo en este mundo. Si quieres matarme, adelante. No me importa.

Entidad: (con una sonrisa siniestra) Oh, Orochi, matarte sería demasiado fácil y rápido. No, tengo otros planes para ti. 

Orochi, sin entender completamente las intenciones de la entidad, solo podía mirarla con resignación. Había perdido la esperanza y el propósito en este mundo, y ahora, se encontraba en manos de una entidad que parecía tener planes mucho más oscuros.

La entidad, tras haber causado la destrucción del reino, miró a Orochi con satisfacción y se acercó a él.

Entidad: (con voz triunfante) ¡Ha sido divertido, Orochi! Pero ya no necesito tu presencia. Puedes volver a tu mundo con tu cuerpo original.

Orochi, aunque había perdido toda esperanza y sentido en este mundo, sintió un atisbo de alivio. Había llegado al punto en el que la muerte parecía ser una liberación.

Orochi: (con resignación) Haz lo que quieras. Ya no me importa nada.

La entidad se teletransportó al espacio, y desde allí, creó una gigantesca bola de energía que irradiaba un resplandor deslumbrante. Orochi lo miró con indiferencia, sabiendo que esto podría ser su fin.

Con un movimiento majestuoso, la entidad lanzó la bola de energía hacia el planeta. Orochi, con tristeza en sus ojos, observó cómo la esfera de destrucción se dirigía hacia su mundo. Una sensación de impotencia se apoderó de él mientras veía la devastación que se avecinaba.

La bola de energía impactó en el planeta con un estallido desgarrador. Una onda expansiva se propagó rápidamente, engullendo todo a su paso. Orochi presenció la destrucción de ese mundo, una visión desgarradora que le recordaba la magnitud de su fracaso.

La entidad, desde el espacio, observó con deleite la aniquilación del planeta, complacida por el caos que había causado. Después de todo, su propósito era simplemente el entretenimiento.

Entidad: (riéndose malévolamente) ¡Qué espectáculo tan glorioso! Hasta la próxima, Orochi.

Con una última mirada de triunfo, la entidad se teletransportó a orochi su mundo, recuperando su cuerpo original. Orochi, en medio de la destrucción y la tristeza, se quedó solo en el espacio, contemplando la pérdida de su mundo y su propia existencia. Su vida había tomado un giro inesperado y desgarrador, y ahora se encontraba en un lugar desconocido, sin saber qué deparaba el futuro.

Orochi, también conocido como Oscar en su mundo original, abrió los ojos y se encontró en una habitación extraordinariamente familiar, al levantarse sintio  una fuerte jaqueca y la sensación de que había vivido una experiencia intensa. Poco a poco, empezó a recordar lo que había sucedido y cómo había llegado allí. Vio a su amigo retirando botellas vacías de alcohol, lo que solo aumentó su malestar.

yo reencarno en rey orochi y caia en ataque de los titanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora