En el Fenice High School
Vicky y Claire corrieron a la oficina de Harker, necesitaban salir del colegio para poder ayudar a Michael. Una vez en la oficina, Claire llamó rápidamente a Gabriel.
—Chicas creo que debemos dejar que la policía haga su trabajo. —Exclamó con angustia Harker.
—¡No! ¡Si hay una oportunidad de salvar a Michael, debemos tomarla! Necesito que me lleve en su auto a la casa de Simmons ahora. —increpó Vicky
—Voy con ustedes. No dejaré a Michael solo. —Manifestó Claire
—Bien, las llevaré. Claire, ¿tienes su dirección, cierto?
Los tres salieron de prisa de la oficina, en el instante que entraban Brandon y Rachel.
—¿Pudieron averiguar algo?
—Así es. Esperen aquí, hasta que nos comuniquemos.
Vicky, Claire y Harker llegaron a la casa de Arthur Simmons, una morada que se erguía como un lúgubre monumento.
Con determinación en sus ojos, Vicky se adelantó y, con su impresionante fuerza, forzó el pomo de la puerta. El sonido de la madera cediendo parecía un eco del pasado que resonaba. Adentrándose en la casa, la sensación de desolación era abrumadora. Aún no se veía señal de la policía, y cada segundo perdido era un peligro para Michael.
De repente, un grito escabroso rompió el ominoso silencio. Venía de otra habitación, donde Claire había hecho un macabro descubrimiento. En el centro de la estancia, un esqueleto yacía en una silla, tan perfectamente acomodado que parecía un maniquí. Era la madre de Arthur Simmons, un oscuro secreto que la casa había guardado celosamente. La atmósfera se llenó de un aire aún más pesado mientras los tres asimilaban el horror de la escena. En eso, avistaron desde una ventana la camioneta vieja de Simmons saliendo a toda velocidad. Sin pensarlo, Harker y Vicky corrieron hacia el automóvil en un intento desesperado por alcanzarlo. Claire, con los nervios a flor de piel, se quedó esperando a la policía que estaba en camino, rezando para que llegaran a tiempo a rescatar a Michael.
La camioneta de Arthur rugía al avanzar a toda velocidad por el camino sinuoso que se adentraba en un tenebroso bosque. La oscuridad se cerraba a su alrededor como un manto siniestro, solo interrumpida por los haces de luz que cortaban la penumbra abriéndose paso entre el follaje.
En el maletero, Michael permanecía atado y amordazado, aún en estado de shock por la escalofriante escena que Simmons lo había obligado a presenciar: el cadáver de su propia madre. Los recuerdos de aquel horror se agolpaban en su mente, y su desesperación aumentaba con cada segundo que pasaba.
Arthur detuvo la camioneta en un pequeño claro en el corazón del bosque. Abrió el maletero bruscamente y Michael, presa del pánico, comenzó a sacudirse y gemir de desesperación intentando liberarse de sus ataduras. El hombre desquiciado agarró al muchacho con fuerza y, tomando una pala que había traído consigo, lo arrastró a empujones hacia lo profundo del bosque.
Con unos minutos de demora, Vicky y Harker llegaron al claro. Detrás de ellos, Gabriel, Claire y varios agentes de policía junto a sus perros adiestrados se apresuraban a unirse a la búsqueda. Se dividieron en equipos, decididos a encontrar a Michael y su secuestrador antes de que fuera demasiado tarde, mientras la inquietante quietud del bosque se rompía con el sonido de las ramas crujientes bajo sus pisadas.
Arthur condujo a Michael hasta lo más profundo del boscaje. Con las manos temblorosas, lo liberó de su mordaza y lo arrojó al suelo con brusquedad. Agarrando con firmeza la camisa del joven, su rostro se distorsionó por la rabia y sus ojos mostraron una expresión de locura al gritar con ferocidad:
—¡Mira lo que has hecho! ¡Mamá se enfurecerá conmigo!
El joven, incapaz de moverse adecuadamente debido a los efectos de los sedantes y las ataduras, temblaba incontrolablemente de miedo. La situación se volvía cada vez más angustiante, ya que Arthur agarró una pala y la colocó amenazadoramente en el cuello de Michael, dejando escapar palabras incoherentes.
Entretanto, Gabriel, utilizando sus agudas habilidades de detective, había rastreado las huellas de Michael y su secuestrador hasta el bosque. Junto a Claire, siguieron los rastros hasta llegar al lugar indicado.
Con decisión, Gabriel desenfundó su arma y la apuntó directamente hacia el maniático:
—¡Alto allí! ¡Policía! ¡Suelta al chico ahora mismo!
Arthur, con la pala aún presionando el cuello del muchacho, respondió amenazadoramente:
—¡No te acerques o le arrancaré la cabeza!
Más atrás, Claire, observando la escena con terror, tuvo una repentina idea. Aunque no tenía un conocimiento profundo de la alquimia, sabía que debía hacer algo para salvar a su amigo. Comenzó a recitar palabras con una voz temblorosa pero decidida:
—Ignis Alchemia, potentia flammae, Ignis Alchemia, elementum ex igne, Ignis Alchemia, ignis exurge.
Entonces, el mango de madera de la pala comenzó a arder intensamente, distrayendo al secuestrador y permitiendo que Gabriel se abalanzara sobre él. El policía logró controlarlo, pero la locura de Arthur lo volvía fuerte y peligroso. De entre la ropa del psicópata salió un cuchillo brillante con el que trató de apuñalar a Gabriel. En ese preciso momento, Vicky agarró con fuerza el puño del perturbado.
—¡Esto se acabó!
Con una fuerza impresionante, Vicky logró que Arthur soltara el cuchillo, el sujeto intentó atacarla con un golpe, pero las destrezas sobrenaturales de la joven lo superaron con facilidad. Esquivó sus movimientos ágilmente y lo dejó fuera de combate con un par de potentes puñetazos. Gabriel corrió hacia su hijo, quien continuaba temblando y llorando de angustia.
—Tranquilo, hijo. Ya estás a salvo. — Señaló Gabriel mientras abrazaba a Michael.
En el horizonte, luces rojas y azules intermitentes cortaron la oscuridad del bosque, seguidas por sirenas que anunciaban la llegada de más policías. Una ambulancia con luces brillantes y sirenas ruidosas se abrió paso entre los árboles, avanzando hacia el grupo. Los agentes de policía actuaron con determinación para contener al perturbado Arthur. En un ambiente tenso, procedieron a esposarlo para asegurarse de que ya no representara una amenaza. Por último, fue escoltado de regreso al psiquiátrico Smith's Covert Sanatorium, donde sus demonios internos lo esperaban. La escena, que había sido un torbellino de caos y desesperación, comenzaba a dar paso a la calma relativa.
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EL SECUESTRO DE MICHAEL
Mystery / Thriller"En medio del otoño, el Fenice High School se llena de emoción con la llegada del nuevo año escolar. Los estudiantes exploran las academias disponibles, mientras Michael, se debate entre un regreso al equipo de natación o unirse al equipo de balonce...