Sombras en la Noche de Michael

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Más tarde, en el departamento de Michael 

Michael había decidido dirigirse al gimnasio ubicado en su edificio de apartamentos. La noche se cernía sobre la ciudad y la sala de entrenamiento estaba totalmente desierta, lo que le ofrecía la oportunidad de liberar la impotencia que había acumulado debido a su secuestro. No obstante, una persistente paranoia se aferraba a su mente, tejiendo una red de sospechas y miedos que oscurecían su experiencia. 

Mientras realizaba su rutina de ejercicios, Michael no podía evitar sentir la inquietante sensación de sombras acechando en la penumbra, observándolo sigilosamente. Cada rincón del gimnasio parecía esconder presencias indeseadas y el silencio solo aumentaba su miedo.En busca de seguridad, se acercó a los ventanales que se abrían hacia la bahía. La tenue luz de la luna pintaba la ciudad con un tono plateado, pero en lugar de infundirle calma, esta visión solo profundizaba su temor. La noche, que en otro momento podría haber sido serena y apacible, ahora le parecía inquietantemente aterradora.

EL SECUESTRO DE MICHAELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora