Flufftober 2023 (Inazuma Version)

Day 26: Drunken Confession (EnKaze)

Endou Mamoru era un peso ligero.

Nunca había tenido una buena resistencia al alcohol, sus amigos creyeron que lo obtendría con el paso de los años, lastimosamente, fue en aquel bar que se dieron cuenta que nunca lo hizo.

Al ver a Endou con un profundo sonrojo después de beber recién su segundo vaso, los chicos supieron que no había sido buena idea realizar la junta en un lugar lleno de bebidas alcohólicas.

Gouenji y Kidou simplemente negaron con la cabeza en señal de desaprobación. Ignoraron el escándalo que estaba haciendo Endou al hablar a gritos y decidieron simplemente dejarlo en las pacientes manos de Kazemaru, quien estaba sentado a su lado y escuchaba con cansancio lo que le estaba diciendo el castaño, era el único sobrio en aquella mesa, así que le tocaría aguantar al peor bebedor.

El alcohol llegaba a hacer a su ex capitán aún más parlanchín de lo habitual.

Con un suspiro Kazemaru se levantó para ir al baño, dejando al chico mala copa al cuidado de sus mejores amigos que le hacían mala cara por lo molesto que estaba siendo.

En cuanto el defensa se fue, Gouenji hizo aquella pregunta que Endou tanto había querido evitar.

—Oye, ¿cómo estás con lo de Natsumi? —dijo dándole un trago a su vaso.

—Bastante bien, no puso muchos peros cuando le conté la situación, estaba triste pero me dijo que ya lo sospechaba. —El cansancio haciendo acto de presencia en Endou, quien dio un suspiro profundo antes de beber al seco el contenido del vaso frente a él.

—Supongo que estaba más enojada que triste, yo te hubiera cortado las pelotas en su lugar. —Kidou dijo olvidando toda clase, tendía a volverse más grosero cuando tenía unas copas encima.

—Estoy de acuerdo, estuvo muy mal lo que hiciste —Gouenji le dio una mirada decepcionada a la vez que negaba con la cabeza.

—Ya lo sé, pero ya no puedo hacer nada para cambiar el pasado. —Mamoru sabía que jugar con el tiempo de Natsumi estuvo mal, pues era algo que no podía recuperar, pero él genuinamente creyó que algún día se enamoraría de ella, lamentablemente el destino y su corazón tenían otros planes.

—Lo siguiente sería enfrentar lo que sientes por Kazemaru, —dijo Kidou, pensando que era lo lógico. Vio a Endou negar con la cabeza espantado— digo, ya te estás divorciando, supongo que ahora sí serás honesto y te declararás, no puedes dejar que el tiempo siga pasando, tendrás 80 años y lamentarás no haber dado el siguiente paso.

Justo en ese momento, cuando el portero iba a responder, volvió Kazemaru. Todos se callaron inmediatamente, a lo cual el defensa les dio una mirada extrañada.

—¿Qué pasa?

—Nada —dijeron al unísono. Todos asumieron que el de cabello turquesa no alcanzó a escuchar nada. Suspiraron al mismo tiempo aliviados, pues no les parecía que estando en ese lugar, borrachos, fuera la forma correcta de que el secreto saliera a la luz.

Kazemaru solo levantó su ceja visible y decidió ignorar la actitud rara de sus amigos, pensando que era por culpa del alcohol.

—Tardaste mucho, ¿estás bien? —preguntó el muchacho de gafas desviando la conversación a un tema más seguro, uno que no implicara que a su amigo portero le diera un infarto.

—Ah, no es nada, solo un chico que me pidió el número, no me quería dejar ir —dijo con un suspiro rodando los ojos con molestia, para luego recuperar su lugar junto a Mamoru, quien dio un largo trago al vaso que ya había vuelto a llenar.

—No deberías hacer eso, Natsumi se molestará si llegas muy mal. —El defensa dijo a modo de regaño, su ceño fruncido y sus ojos preocupados atravesando el alma de Mamoru.