Flufftober 2023 (Inazuma Version)

Day 30: Scary Movies (EnKaze)

Solían tener noches de cine regularmente, por lo general solían ver películas de comedia, acción o incluso románticas, pero jamás de terror.

Kazemaru era muy fan de esta clase de cine, pero Endou lo detestaba con toda su alma, el horror y él eran enemigos naturales.

Normalmente Ichirouta daría el brazo a torcer y vería cualquier cosa, no era muy quisquilloso, especialmente si tenía algo que ver con su novio, sin embargo esta vez estaba totalmente dispuesto a salirse con la suya, verían una película de terror y no estaba a discusión, haría lo que fuera necesario para lograr su cometido.

—Venga va, dale una oportunidad.

—Pero sabes que no me gustan ese tipo de películas —dijo Endou frunciendo el ceño.

—Quizá esta te guste, hazlo por mi ¿sí? —dijo Kazemaru poniéndo ojos de cachorro y con un puchero asomándose en sus labios. En cuanto el castaño vio la expresión en el rostro del defensa la determinación para negarse desapareció sin dejar rastro alguno.

—Está bien —Su postura se desplomó al decir aquello, nunca podía negarle nada, el chico de cabello turquesa sabía usar muy bien sus cartas, en este caso su mayor carta era su rostro.

Ichirouta prácticamente brilló al oír la respuesta de su novio, con una gran sonrisa llevó el cuenco lleno de palomitas a la mesa central frente al sillón. Mamoru lo siguió a paso lento, sería una noche larga para el portero.

Rápidamente Kazemaru apagó la luz de la sala, se acomodaron en el sillón, sentados uno junto a otro, con sus costados tocándose, Kazemaru le dio inicio a la película.

Inicialmente Mamoru intentó creer que no sería tan malo, quizá sería una de esas malas películas de terror que terminaban teniendo malas críticas por sus efectos especiales, quizá no daría tanto miedo.

Se equivocó, el destino no estaba de su lado esta vez.

A los pocos minutos de comenzar ya se podían ver tomas de objetos moviéndose solos, y silencios prolongados que prometían un susto repentino, pero donde al final no pasaba nada, esto último ponía muy nervioso a Endou, sentía la ansiedad crecer en la base de su estómago mientras se tensaba escena tras escena.

Vio de reojo a Ichirouta comer palomitas con tranquilidad, con la mirada puesta fijamente en el televisor, sin parecer en lo absoluto afectado por la expectación de que se acercara un susto.

Perdiéndose en ver a Ichirouta disfrutar la película, Endou dejó de poner atención a lo que ocurría en pantalla, por lo que se sobresaltó y soltó un grito poco masculino cuando un ruido fuerte provino del televisor.

Ahí, en aquella pantalla, había un chico poseído gritando obscenidades e insultando a Dios. Endou pudo sentir su estómago revolverse, las fuertes y veloces palpitaciones acompañadas de una respiración inestable, el miedo haciéndose cargo de su cuerpo.

El hombre de la película estaba pálido cual fantasma, con venas negras recorriendo su rostro y una sonrisa maliciosa llena de puntiagudos colmillos siendo acompañada de una intensa mirada a la cámara. Mamoru casi creyó que estaba mirando su alma. En cuanto vio aquella figura desvió rápidamente la mirada, aquella horripilante imagen quedaría grabada en su memoria por al menos unas horas.

Pudo escuchar una pequeña risa de su novio, por lo que volteó curioso para saber que podía haberle hecho gracia, terminó topándose con la mirada de Ichirouta puesta sobre él, con una burlesca sonrisa adornando su bonito rostro.

Al ver esto Mamoru simplemente hizo una mueca y se abrazó al cuerpo del defensa. Es así que no habiendo pasado ni media película, ambos chicos ya estaban acurrucados bajo una manta.

Mamoru estaba aferrándose fuertemente al cuerpo de su novio, con su rostro oculto en el cuello del defensa. Por su parte Ichirouta estaba simplemente acariciando el cabello de Mamoru para tranquilizarlo mientras él continuaba con la vista fija en la pantalla del televisor.

Cada vez que aparecía aquel demonio Endou reaccionaba de forma exagerada, haciendo rodar los ojos de Kazemaru, aunque se quedaba callado, pues no quería hacer sentir mal a Mamoru, al fin y al cabo el portero no estaba acostumbrado a esa clase de películas y era fácil de impresionar.

Para cuando la película terminó Mamoru estaba temblando, Ichirouta estaba preocupado, nunca pensó que su novio se pondría tan mal por una simple película de terror. Viendo que la cosa no mejoraba, Kazemaru llevó a su pareja a la cama y puso una caricatura en el televisor, quizá eso calmara el miedo y la sensación de persecución que sentía.

Soltó un suspiro cuando vio que Mamoru no le permitía separarse ni un centímetro.

—'Moru, necesito ir al baño —dijo mirando a su novio con cansancio.

—No hay problema, vamos —dijo levantándose de la cama aún con una de sus manos aferradas a una del defensa.

—Creo que soy bastante grande como para necesitar un acompañante —dijo Ichirouta con ambas cejas levantadas. La única respuesta de Mamoru fue mirar con miedo cada esquina del cuarto y luego hacer un puchero mientras veía a Kazemaru—. Está bien, vamos. —Él también era incapaz de negarle algo, especialmente cuando el portero estaba tan alterado.

Con vergüenza Ichirouta terminó haciendo sus necesidades con la puerta entreabierta, pues Mamoru no quería quedarse solo en la oscuridad. Después de que el castaño también hiciera lo propio, terminaron volviendo tomados de la manos al cuarto.

Terminaron durmiendo mucho más tarde de lo esperado, con la luz encendida y con la televisión prendida aún mostrando caricaturas, pues Mamoru se negaba a acostarse si era de otra forma, aquel ruido y tanta luz le daban una sensación de seguridad.

Durmieron igual que siempre, abrazados, solo que esta vez el agarre de Endou parecía de hierro, no dejándole la más mínima movilidad a su novio.

El portero se despertó un par de veces debido a algunas pesadillas donde soñaba que alguien era poseído o que lo arrastraban a él al infierno. Por suerte tenía a su dulce novio a su lado para calmarlo cada vez, con la misma paciencia y suave voz que siempre usaba con él, sin alterarse en ningún momento a pesar de lo muy cansado que estaba y lo mucho que solía molestarlo que interrumpieran su sueño.

El consuelo de su novio le permitía a Mamoru conciliar el sueño cada vez, siendo arrullado por el latido constante de su corazón y las palabras tranquilizantes del de cabello largo, aquello sumado a la calidez y al aroma tan característico de Ichirouta le daban la suficiente calma como para descansar aunque fuera por un par de horas antes de ser asaltado por otra pesadilla.

Cuando al día siguiente ambos se levantaron sintiendo como si un camión les hubiese pasado por encima, ambos con unas grandes ojeras bajo sus ojos cual panda, y con ambos de mal humor, Kazemaru Ichirouta se prometió a sí mismo nunca permitiría que su adorable y miedoso novio volviera a tener el más mínimo contacto con cualquier cosa relacionada con el terror.

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