Flufftober 2023 (Inazuma Version)

Day 28: Pumpkin Patch (EnKaze)

El sol le estaba matando, Kazemaru podía sentir su ropa pegándose a su cuerpo por culpa del sudor, un dolor de cabeza amenazaba con llegar. Vio con cansancio aquella gran extensión de plantas, calabazas de distintos tamaños ocupando cada lugar disponible de aquel huerto, pareciendo no tener fin.

Vio la figura del castaño revolotear por aquel huerto con una energía que parecía infinita.

Endou caminó entre las calabazas buscando cual sería la mejor para la competición que tendrían esa tarde con el resto del equipo, estaba seguro que Ichirouta y él lograrían tallar la mejor calabaza del mundo, pero para lograrlo tendrían que encontrar aquella que fuera su lienzo perfecto.

Cuando propusieron aquella competencia e hicieron un sorteo para saber las duplas, Endou había rogado a la Diosa de la victoria que le tocase con su novio, y gracias a la suerte, o a sus rezos, obtuvo lo que quería.

En cuanto estuvieron solos, inmediatamente comenzó a dar una lluvia de ideas, todas relacionadas con el fútbol por supuesto, Ichirouta lo había escuchado con una paciencia infinita mientras simplemente anotaba cada idea que le parecía factible. Y cuando llegó el momento de conseguir las herramientas que necesitarían, Endou había tenido la gran idea de ir a un huerto, ¿qué mejor lugar para encontrar la calabaza perfecta que en aquel campo?

Es por eso que ahora estaban en aquel lugar, con Endou viendo meticulosamente cada una de las calabazas que se le atravesaban, descartando a todas las que tuvieran la más mínima imperfección, mientras Kazemaru lo seguía con agotamiento, pues después de estar tantas horas bajo el sol y estando rodeado de un paisaje verde y naranja, ya todas las calabazas le parecían iguales y estaría conforme con cualquiera de ellas.

Hubo este momento en el que el defensa se regañó mentalmente por haber seguido a Mamoru sin cuestionar nada, debió haber sabido que su novio no era ni medio normal, pero quién podría culparlo, nadie habría pensado que en vez de ir al mercado terminarían en un huerto a unas cuantas horas de sus casas.

Lo único que podía reducir la frustración del de cabello turquesa era ver lo motivado que estaba Mamoru, no tenía el corazón para destruir su ilusión, es por eso que se había quedado callado y simplemente observando a su novio ir de acá para allá con ojos brillantes, pasaría por las peores situaciones con tal de mantener intacta aquella gran sonrisa en el rostro de Mamoru.

Eso no evitó que cuando el castaño gritó emocionado que había encontrado la calabaza idónea que les daría la victoria, Kazemaru diera un suspiro de alivio, finalmente podrían ponerse en movimiento e ir a buscar el resto de cosas que necesitaban para la competencia. Es así que, llenos de tierra y sudor, volvieron a la ciudad, con Endou sintiéndose complacido con su elección y con Kazemaru viendo con una suave sonrisa aquella expresión alegre de su novio, todo cansancio valía la pena con tal de ver aquella determinación en la mirada castaña del chico que ahora estaba parloteando animadamente sobre el siguiente paso en su misión por ganar el primer lugar.

Aunque horas más tarde se dieron cuenta que tallar no era lo suyo y quedaron en los últimos lugares, con una calabaza mal tallada, bastante fea y llena de cortes imprecisos, pero al menos se habían divertido pasando el rato con sus amigos y eso nadie se los podría quitar.

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