Flufftober 2023 (Inazuma Version)

Day 31: Halloween Costumes (EnKaze)

Ambos se habían conocido siendo muy pequeños, y desde el momento en el que se encontraron por primera vez se volvieron inseparables, por lo que inevitablemente sus familias también se volvieron cercanas.

Es así que el primer Halloween que vivieron lo hicieron en compañía del otro, sus madres estuvieron muy emocionadas de elegir disfraces a juego, pues era la primera festividad que pasarían siendo amigos.

Cuando llegó el gran día estuvo lleno de fotos para el recuerdo posterior, con ambas madres queriendo que todo saliera perfecto. Ambos se divirtieron mucho junto a sus familias, fue una linda noche y estar rodeados de dulces compensó para los niños las largas sesiones de fotos.

El recuerdo de ese día quedó en el corazón de ambas familias, un marco en la entrada de cada casa tenía una foto, en aquella imagen se podía observar al pequeño Ichirouta de 6 años disfrazado de vampiro, vistiendo una capa negras encima de una camisa blanca, unos pantalones simples negros un par de colmillos falsos en su boca, su cabello hasta los hombros suelto, ambos ojos visibles para la cámara y un profundo sonrojo en sus mejillas. A su lado estaba Mamoru, quien lo abrazaba con una gran sonrisa en su rostro, un par de orejas marrones asomándose en su cabeza, no pareciendo en lo absoluto avergonzado por la atención que recibieron ese día.

Ahora, 12 años después, mientras pensaban en qué disfraces podrían ponerse para la fiesta de Halloween que habría ese fin de semana, Endou Mamoru tuvo la brillante idea de replicar aquella fotografía de su infancia.

Kazemaru Ichirouta fue total y absolutamente incapaz de negarse a su novio, los ojos de cachorro ya bien dominados siempre eran la carta maestra de aquel portero.

Con emoción recorrieron tienda por tienda, en búsqueda de los disfraces perfectos, por supuesto que no era necesario que fueran idénticos, pero les ilusionaba la idea de que se parecieran aunque fuera un poco a los originales, aunque agregándole cosas más modernas, porque tenían que reconocer que sus disfraces de la infancia no eran los mejores. En cuanto obtuvieron lo necesario pudieron olvidarse de aquel asunto en lo que quedaba de semana.

Para cuando llegó el día de la fiesta ambos estaban en casa de Kazemaru, pues sus padres no estarían y podrían vestirse con calma.

Endou se vistió en el cuarto de su novio mientras este utilizaba el baño.

Se colocó la polera blanca llena de roturas, un pantalón de mezclilla simple, puso sobre su cabeza aquella diadema que tenía unas orejas falsas de lobo, y un cinturón que tenía pegado en la parte de atrás una cola.

Se colocó delante del espejo completo que había en el cuarto, decidió dejar las lentillas amarillas para el final, justo antes de que tuvieran que salir, pero decidió que si podría ponerse los colmillos falsos. Eran unos individuales, les puso un pegamento que le recomendaron en la tienda de disfraces y se los colocó.

Cuando vio su imagen ya casi terminada decidió que lucía bastante bien, ahora solo le quedaba esperar a su novio. Se sentó con calma en la cama y esperó. Pudo oír ruido proveniente del baño, quejas en voz baja y algunas maldiciones.

—¡¿Pasa algo?! ¡¿Necesitas ayuda?! —preguntó en voz fuerte.

—¡Estoy bien! —Fue la respuesta que recibió, amortiguada por la puerta que los separaba.

Cuando la puerta del baño finalmente se abrió pudo ver la imagen completa de su novio.

La camisa blanca de estilo victoriano lucía impoluta, un chaleco de traje color burdeo ceñía su torso destacando lo pequeña que era su cintura. Sus largas piernas vestían un ajustado pantalón de cuerina negro que mostraba lo trabajadas que estaban, unas botas negroa y una larga capa negra completaban el atuendo.