Flufftober 2023 (Inazuma Version)

Day 9: Bathing (EnKaze)

A veces era muy complicado poder pasar tiempo juntos debido a su ajetreada agenda, a pesar de llevar años viviendo juntos muchas veces apenas se veían. Entre Mamoru encargándose del entrenamiento del Raimon y buscando una forma de derrotar al Sector Quinto e Ichirouta teniendo su carrera como jugador profesional, sus tiempos libres eran limitados.

Cenar juntos era casi un lujo y normalmente llegaban tan agotados que simplemente se desplomaban en la cama sin apenas dirigirse más que un par de palabras y un beso casto antes de caer inconscientes.

Es por esto que situaciones como las de ese día las atesoraban con todo su corazón, lograr que sus días libres calzaran fue un hito por el que merecían un premio, o al menos eso creía Endou.

Después de haber estado todo el día juntos, disfrutando de su tiempo a solas finalmente llegó la noche y con ello los últimos momentos del día en el que podrían seguir ignorando el mundo. Es así como antes de cenar decidieron tomar un baño juntos, no querían separarse ni por un instante.

Endou estaba sentado sobre la tapa del inodoro, frente a él estaba Ichirouta totalmente desnudo preparando la bañera, dándole al castaño una vista privilegiada de su cuerpo que sabía que muchos envidiarían.

Podía ver su cabello suelto apoyado sobre su hombro, lo que dejaba al descubierto su blanca espalda, cubierta de zonas rojizas y algunos moretones, hechos por el castaño ese mismo día, formando un camino hacía su trasero.

Unos moretones recién formados en forma de dedos adornaban las delgadas caderas del defensa, Mamoru esperaba que no le dolieran mucho, sin embargo no se arrepentía de las marcas que había dejado en el cuerpo de su marido, al fin y al cabo quién podía culparlo por emocionarse demasiado después de haber tenido un periodo de sequía. Además, siempre le había costado contenerse cuando se trataba de Ichirouta.

Antes de que Endou pudiera seguir profundizando en esa ruta de pensamiento, Ichirouta se dio la vuelta, atrapando con las manos en la masa a su marido que tenía una leve sonrisa posada sobre su rostro mientras miraba intensamente con ojos oscurecidos su trasero.

—Ojos arriba, y no pongas esa expresión porque no haremos nada en la tina —dijo el chico de cabello largo, cortando cualquier hilo de pensamiento pervertido que pudiera tener el castaño.

—¡Ni siquiera he dicho nada! —-se quejó infantilmente.

—No es necesario, tu cara habla por sí misma.

No siguieron hablando, en cambio se acomodaron dentro de la bañera, con Mamoru recostándose contra la pared de la tina y con Ichirouta acomodado delante de él sentado entre sus piernas.

El chico de cabello largo se apoyó contra su pareja, juntando su espada contra su pecho y descansando su cabeza contra el cuello del castaño. Cerró los ojos mientras podía sentir sus músculos relajarse gracias al agua caliente, a la vez que la comodidad de estar en los brazos de su pareja le traía seguridad y una sensación de calma que llenaba sus sentidos.

Endou se sentía en paz, ahí teniendo sus pieles juntas, viendo como se sonrojaba debido a la alta temperatura, y la forma en que Ichirouta parecía calzar perfectamente entre sus brazos, como podía notarlo prácticamente derretirse contra él, lo hacía sentir completo, nada podía ser mejor.

Rodeó con sus brazos la figura sentada frente a él, se aferró a Ichirouta como si su vida dependiera de ello, colocó un beso en el hombro sonrojado por el calor frente a él antes de hablar.

—Te amo, no te lo he dicho mucho últimamente —dijo aún con sus labios rozando su hombro.

—Lo sé, yo también te amo, y aunque no nos veamos tanto como quisiéramos, no nos cambiaría por nada en el mundo. —Fue la tranquila respuesta que le dio Ichirouta, a la vez que un pequeño escalofrío atravesó su cuerpo al sentir el cálido aliento de Mamoru chocar contra su piel expuesta, causandole un cosquilleo y una calidez agradable, que nada tenía que ver con el agua caliente, comenzando a extenderse por su estómago.

En respuesta Mamoru simplemente comenzó a llenar de besos el cuello ya lleno de moretones.

—Nunca te cansas de marcarme eh —Ichirouta dijo a la vez que sentía el placer atravesarlo, su cuello era muy sensible y Mamoru siempre aprovechaba esa debilidad.

—Tú tampoco pareces aburrirte de hacerlo —respondió mientras continuaba con su trabajo de mordisquear cualquier rastro de piel que aún estuviera intacta frente a él.

Ichirouta entendió rápido que su marido se refería a los largos rasguños que solía dejar tanto en la espalda como en los muslos del portero.

—¿Te hice mucho daño esta vez? —preguntó preocupado.

—Nop, nada importante, solo ardió un poco con el agua caliente, pero no podría importar menos en este momento —fue la respuesta de Mamoru, a la vez que movía sus manos de lugar, apretó uno de los muy bien formados muslos de Ichirouta, mientras con su otra mano bajaba lentamente por el estómago del chico en camino a su entrepierna.

Al no sentir resistencia Mamoru rodeó el miembro de su pareja con suavidad, lo que provocó que un pequeño gemido saliera de los labios rojos de Ichirouta, justo sobre el oído del castaño, lo que lo motivó a seguir adelante.

Teniendo la aprobación del de cabello turquesa, Endou siguió adelante con sus intenciones, su fuego se encendió nuevamente al oír los bonitos sonidos salir de su esposo, parecía que se divertirían un poco más en la tina antes de tener que ir a cenar.

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