Capitulo²⁹

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— ¡Estoy gordo! — Jungkook se bajó de la báscula molesto y la pateó lejos de su vista.

Últimamente había sentido su cuerpo más hinchado de lo que debería, sin embargo, lo estuvo ignorando porque no le había dado problemas mayores, pero supo que algo definitivamente no estaba bien cuando después de un largo día en su estudio de música, se quitó su ropa para ducharse descubriendo en el proceso las líneas del pantalón marcadas en sus piernas en un intenso color rojo.

Inmediatamente corrió al espejo y notó lo que había estado ignorando durante las últimas semanas; su cuerpo estaba más redondeado a pesar de que apenas estaba en su primer trimestre, sus piernas se veían más gruesas que de costumbre, sus caderas más anchas y en su estómago se veía un diminuto bulto que sobresalía como una inflamación. Su físico estaba cambiando muy rápido, inclusive la zona de su pecho empezaba a redondearse, preparándose para su futura lactancia.

— Es normal, Kookie. — Taehyung le sirvió un poco más de helado y se lo entregó — Estás a mitad de tu tercer mes, tu cuerpo se irá adaptando de acuerdo con el desarrollo del bebé.

— Lo sé, pero tenía la esperanza de ser como las personas a las que no se les nota el embarazo hasta el quinto mes.

Tomó una gran cucharada de helado de a la boca, sabía que en parte era su culpa, siempre tenía grandes antojos por helado y dulces. Afortunadamente para él, las náuseas cesaron demasiado rápido, solo le provocaban las cosas con un olor muy fuerte, del resto estaba bien, pero por otro lado, desde que dejó de rechazar los lácteos, su cuerpo se había vuelto lácteos, su cuerpo se había vuelto loco y a diario le exigía helado de chocolate con menta. Si antes lo consumía aunque lo vomitara, ahora parecía que le pagaban por comerlo.

— La verdad es que tengo miedo. — Jungkook se acurrucó en el hombro de Taehyung — He escuchado casos de omegas que tienen un embarazo difícil porque sus parejas son de diferente especie.

— ¿Se lo has dicho a Namjoon-hyung?

— No quiero asustarlo con mis miedos absurdos.

Taehyung pasó su brazo por el hombro de la ardilla y lo atrajo más a él mientras desprendía suavemente sus feromonas para tranquilizarlo.

— No creo que ese sea tu caso, recuerda que tienes genes de lobo, así que si tu bebé resulta ser igual que Namjoon, tu cuerpo podrá soportarlo.

Aquello pareció tranquilizarlo porque su rostro se vio nuevamente iluminado por aquella sonrisa peculiar que lo caracterizaba.

— Tienes razón, hyung. — dijo levantándose del sillón en el que estaban sentados — No debería preocuparme por cosas tontas, ¡ahora vamos!

— ¿A dónde? — preguntó confundido.

— Al centro comercial, mi cuerpo está cambiando más rápido de lo que pensé, así que mejor compro ropa antes de que tenga que vestirme con las cortinas de mi casa.

— P-Pero... acabo de terminar de trabajar, me duelen las piernas.

Trató de negarse, pero Jungkook ya se había colocado su saco para salir, así que no tuvo otra opción que seguirlo.

— Pensé que los gatos eran más energéticos.

— En realidad pasan la mayor parte de su tiempo durmiendo. — admitió apenado, rascando su nuca.

— Mmm... — se llevó una mano a su mentón mientras analizaba a su amigo — Eres un híbrido gato con genes de hámster mezclados, ¿cómo puedes levantarte diario tan temprano si ambos animales son nocturnos?

— No tengo otra opción.

— Deberían permitirles trabajar de noche. — comento mientras se colocaba su bufanda — Se me antojó una hamburguesa doble carne con queso amarillo extra, papas grandes, aros de cebolla y una malteada, ¿te parece si luego de comprar cenamos juntos?

Taehyung negó divertido, su amigo era tan peculiar cambiando drásticamente de ideas. Hace unos minutos se quejaba de su peso, pero en esos momentos parecía no importarle en lo absoluto, es más; estaba seguro de que a Jungkook le ganaría el antojo y comerían apenas llegaran al centro comercial, dejando las compras en segundo plano.

— ¿No crees que Namjoon-hyung sospechará cuando llegues con olor a hamburguesa? — preguntó mientras se acomodaba su gorro — Recuerda que él está tratando de seguir al pie de la letra la dieta que te recetó el nutriólogo.

— Con un abrazo tuyo se soluciona todo. — dijo mientras enlazaba el brazo con el suyo — Tú y tu bonito olor a fresas nos salvarán de la perdición.

— En realidad, son frutos rojos.

— ¡Mejor aún! — chilló.

Al final del día, Taehyung tuvo que ver fotos de su alfa para intensificar su aroma y así cubrir el intenso olor a hamburguesa con una rara combinación de condimentos que su amigo había comido y que tenía impregnado en su ropa. Anotó mentalmente acostumbrarse a las raras combinaciones de comida, porque al parecer el embarazo de Hueningkai lo tenía enloquecido con los alimentos.

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— Hueles a hamburguesa con mucha pimienta. — Jimin olfateó cuando llegó a casa — ¿Por qué tus feromonas están alborotadas?

— No preguntes.

Dulce ronroneoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora