Capitulo²⁵

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— ¿Otra vez la bella y la bestia?

Taehyung miró mal a su pareja que se quejaba por su selección de película. Le sacó la lengua e ignoró los reclamos del contrario que se rehusaba a ver la misma película por enésima vez.

— ¿Al menos no podrás poner una película diferente de Disney? — Jimin trató de persuadirlo aun cuando sabía que no tendría resultados.

— Calla hyung, total, estoy seguro que te duermes a media película.

— Pero no quiero ver la bella y la bestia.

— No seas así, vamos Jiminie, una vez más no te hará daño.

Jimin se hundió inconforme en el sillón, tomó un puñado de palomitas y se lo llevó a la boca manteniendo su expresión de fastidio. No entendía el cariño que le tenía Taehyung a esa película, nunca se cansaba de ella, estaba seguro de que podría verla un día entero y aun así le tendría el mismo amor de siempre. El alfa culpaba al hermano mayor de Taehyung por contagiarle sus gustos por el mundo de las princesas y de Disney en general.

— Hubieras puesto la sirenita. — comentó con la boca llena — Úrsula es más entretenida que las tazas y los cubiertos cantantes.

— Si no te dejas de quejar, te irás a dormir sin un beso mío.

No tuvo otra opción que callarse y conformarse. Miró a su pareja cantar y moverse inquieto sobre el sillón cada que una canción comenzaba, Jimin aún recordaba la vez que fueron a Disney como regalo de cumpleaños cuando eran novios; él le propuso un cortejo formal frente al castillo, había sido una idea muy trillada, pero fue suficiente para que su gatito llorara y aceptara al instante. Jimin guardaba ese recuerdo en su mente como un tesoro precioso, había valido cada centavo de sus ahorros, en ese tiempo eran apenas unos cachorros con sueños y un futuro incierto por delante.

— Al paso que vamos terminaré aprendiéndome las canciones en todos los idiomas disponibles.

— Para la próxima lo vemos en inglés, así prácticas y dejas de ser tan malo en ese idioma.

Jimin dejó el tazón de palomitas sobre la mesita de enfrente y atrajo a Taehyung de un tirón, su pareja se retorcía y suplicaba por ser liberado mientras sus dedos se encargaban de hacerle cosquillas. El omega pataleaba y de vez en cuando le daba manotazos mientras se carcajeaba y gritaba.

— Eres un gatito travieso. — dijo mientras besaba su mejilla — Te recuerdo que tú eres peor que yo en inglés.

— Pero yo no soy el que necesita un traductor para entender a los empresarios extranjeros.

— Ese fue un golpe bajo. — mordió con suavidad un moflete y colocó a Taehyung sobre su regazo — Sigamos viendo esto antes de que me termine durmiendo.

Se acurrucó en su pecho y cerró los ojos disfrutando de la sensación de los brazos de su pareja rodeándolo. Al final ambos terminaron durmiendo con la televisión acompañándolos en el fondo.

Dulce ronroneoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora