Capitulo⁰⁶

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Taehyung miró con curiosidad a la pequeña mariposa que tenía frente a él. El insecto se había instalado en las margaritas que tenía en la mesita pegada a la ventana, el gatito relamió sus bigotes gustoso y aprovechó la confianza de la mariposa para atacar, Jimin estaría muy contento cuando viera el regalo que tenía para él, caminó sigiloso hasta uno de los extremos de la mesa y esperó; la mariposa aun batía suavemente sus alas y revoloteaba alrededor de las flores, Taehyung vio como aquel insecto escogía una flor y guardaba sus alas para descansar, era su momento. Sostuvo su peso con sus patas traseras y en un limpio salto se dirigió hacia ella.

— ¡Taehyungie, ya llegué!

El sonido de la puerta cerrarse provocó que la mariposa se percatará del peligro, revoloteó rápidamente y abandonó el lugar por la amplia ventana por dónde había entrado. Taehyung solo pudo ver a su presa irse aun estando en medio del salto sin poder hacer nada, se molestó y desde su lugar miro mal al hombre que le sonreía amorosamente.

— Cariño, transfórmate para que pueda saludarte.

Jimin abrió sus brazos para recibirlo, pero como todo buen gato orgulloso, decidió mantener lo poco que le quedaba de dignidad; alzó su barbilla y bajando de la mesa pasó de largo al alfa que lo miraba consternado desde su lugar.

— ¿Taehyung?

Siguió a su esponjosa pareja hacia la sala de estar, el gatito se limpiaba con elegancia sus patas ignorando completamente al mayor. El tigre enseguida capto que sucedía; no era la primera vez que tenía que lidiar con un problema parecido, su pareja odiaba cuando él frustraba algún intento de caza y más porqué sabía que Taehyung lo hacía para él.

A Jimin realmente no le importaba si Taehyung le cazaba algo o no, pero sabía que entre los gatos aquello era una muestra de cariño hacia los miembros de su manada, cuando el omega dejaba algún insecto en la puerta de su despacho él le agradecía y recompensaba por ello, incluso cuando le dejaba las repugnantes cucarachas que tanto odiaba.

— Conozco esa mirada — observó aquellos ojos zafiro que lo contemplaban con recelo — no sabía que estabas cazando, no te molestes.

Siguió sin tener respuesta, se sentó junto a él y acarició el suave pelaje de su pareja. Taehyung al principio puso resistencia, pero al final terminó cediendo a las caricias cuando los dedos se centraron en rascar su lomo, realmente amaba que le rascaran en esa zona.

— Vamos amor, conviértete, solo tengo media hora para almorzar hoy y no quiero irme sin un beso.

Taehyung lamió la mano que lo acariciaba y relajó su cuerpo, invocando a su parte humana.

— El que acepte tus mimos no significa que te perdone — hizo un mohín, pero enseguida le dio un beso en la mejilla a su pareja — aún me debes una mariposa.

Jimin rió levemente y en un rápido movimiento tumbó al omega en el sillón, atrapándolo entre su cuerpo y los cojines.

— Estás molesto, ¿eh? — se burló besando la nariz de botón que se encontraba roja por el frío — entonces creo que tendré que buscar alguien más para que coma conmigo las galletas que compré...

— ¡No estoy molesto! — se apresuró a decir — yo quiero galletas.

— Tendrás que pagar por ello.

Taehyung sonrió, rodeó el cuello de Jimin y enrolló sus piernas alrededor de sus caderas, atrayéndolo hacia su cuerpo para que quedara acostado completamente sobre él, llevó sus labios hacia sus mejillas, besando cada una de ellas y frotando suavemente su nariz en la superficie tersa de la piel para impregnarlas con su olor. Jimin le contestó con un ronroneo satisfecho con la acción de su omega, pero el gatito no había terminado.

Con un camino de besos, fue bajando hasta llegar a los labios de su pareja que se encontraban entreabiertos esperando su encuentro ansioso. Al principio fue un simple roce juguetón que les hizo sonreír a ambos, pero sabían que aquello no era suficiente, Jimin no resistió más y besó con fervor los gruesos labios que tanto amaba probar, saboreando lo dulces que eran, Taehyung abrió sus labios invitándolo a entrar y él aceptó gustoso perdiéndose en la cálida sensación que se esparcía por toda su lengua.

— Creo que la caja que traje no será suficiente después de esto.

Taehyung rio ante el comentario y escondió su rostro en el cuello del mayor disfrutando de la cercanía de su alfa. Tendría que hacer una cena bastante surtida y abundante porque como iban las cosas dudaba que el tigre utilizara su tiempo de descanso para almorzar.

Dulce ronroneoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora