Capitulo⁴⁴

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Taehyung tomó a Yeontan entre sus brazos y le acarició el lomo, tratando de tranquilizarlo. Últimamente se había puesto muy sobreprotector con él al grado de que llegó a morderle al repartidor de comida en un descuido que tuvo cuando se volteó a buscar el dinero, inclusive había dejado de dormir en la cama, puesto que él prefería quedarse en su casita muy cerca de la puerta, vigilando que nadie interrumpa el sueño de sus dueños.

— No lo entiendo — Jimin intentó acostarse a su lado, obteniendo un gruñido por parte de su mascota — ¿Cómo pasé de ser su favorito, a ser sacado de mi propia cama?

— Tal vez porque vienes con otro olor. — arrugó la nariz cuando olió feromonas ajenas impregnadas en el traje de su alfa.

Probablemente eran de algún trabajador que tenía la intención de marcar su aroma en el cuerpo de su pareja, Taehyung nunca le tomaba importancia a esas estupideces, pero esa vez se sentía verdaderamente disgustado por estar rodeado de feromonas extrañas.

— Por favor ve a bañarte, apestas.

— Lo siento, tuve una junta de trabajo, mi traje absorbió el aroma de un inversionista que estaba a mi lado.

Jimin se olfateó a sí mismo, logrando una mueca de desagrado, su omega tenía razón, apestaba, parecía como si una botella entera de vainilla se le hubiese derramado encima. Se quitó el saco y notó cómo Taehyung se relamía los labios mientras se iba desabotonando la camisa.

— La ducha es lo suficientemente grande para los dos, podemos tomarnos un baño juntos. — sugirió.

Taehyung se incorporó de la cama dispuesto a seguirlo, pero Yeontan le mostró sus dientes amenazándolo cuando intentó poner un pie fuera de la cama. Intentó distraerlo con su pelota de su juguete, pero no iba a permitir que su dueño se atreviera a salir del perímetro establecido por él.

— ¡Oh, vamos Yeontan! No le voy a hacer nada a papá.

Jimin se acercó para bajarlo de la cama, pero él respondió mordiéndole con fuerza la mano, enseguida la retiró notando dos pequeños puntos rojos. Ambos se vieron sorprendidos, nunca se había atrevido a atacar a nadie, su máximo eran los ladridos, pero era todo.

— Mejor ve a bañarte, creo que él no te reconoce por tu aroma.

— Tiene suerte de ser adorable, si no, lo mandaría a dormir al sillón.

Jimin vio que Yeontan se volteó para restregarse contra la palma de Taehyung, aprovechó la distracción del perro, así que se acercó rápido y le robó un beso a su omega, provocando que el cachorro se alterara y empezara a ladrar sin control.

Corrió e ingresó al baño huyendo de su mascota que había saltado de la cama para perseguirlo. Logró entrar antes de ser atacado y se carcajeó divertido mientras reposaba sobre la puerta saboreando su victoria.

Dulce ronroneoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora