I

1.2K 85 17
                                    

Un alocado adolescente  llega a casa después de una noche movida. El alcohol aun corría por sus venas, su auto quedó mal estacionado, y su risa estúpida era el único sonido.

Una elegante mansión era el hogar de ese chico, la puerta estaba abierta como recibiendolo después de darle tienda suelta a sus excesos.

Por la mañana habia peleado con su padre, su madre falleció cuando el nació. Sabía que su familia estaba metida en cosas turbias y tal vez ilegales, pero al joven no le importaba.
Mientras hubiera dinero no le interesaba de donde viniera.

Así era Jeon Jungkook, único hijo de un prestigiado empresario de la energía eléctrica.

Esa noche después  de su alocada fiesta entró sigilosamente, su intención era entrar sin hacer un solo ruido, subir a su habitación y dormir hasta otro día hasta que fuera hora de ir a la universidad.

La luz de la oficina de su padre estaba encendida, estaba seguro que habría un gran regalo y tal vez hasta la cancelación de su tarjeta de crédito.

Caminó lentamente, tenía que pasar frente a la oficina así que lo haría sin tanta premura.

Dio algunos pasos y no pudo evitar voltear a ver, parecía no haber nadie ahí. Pero, todo estaba revuelto, cada estante estaba vacío, los cosas estaban en su totalidad en el piso.

-Papá - dijo al fin el joven Jungkook.

Entró a la oficina tratando de ver algo, o esperando que el hombre que le dio la vida entrara como loco regañándolo y quizás hasta dándole unas buenas bofetadas.

No pasó.

Caminó un poco por la oficina y ahí, entre la silla y el escritorio, en el frío piso de la habitación, el hombre yacía cubierto de libros y documentos.

-Papá que pasó - El Alcoholizado joven interrogó.

-Jung.... Hijo mio - dijo a duras penas - tatu...

-Tatuaje - preguntó.

Su padre asintió con la cabeza.

-"nevermind" el, el fue, tienes que desaparecer, huye, pero vuelve después y haz justicia. Vengame, venga las atrocidades qué hacen....

Jungkook llamo a la policía, en minutos esa casa estaba convertida en una escena del crimen. El hombre había recibido más de ocho balazos.

La noche fue de recoger evidencia, levantar el cuerpo y la declaración del único hijo de Jeon.

Por la mañana, como una corriente y arrolladora plaga, llegaron decenas de hombres, señalaron muebles, recogieron joyas y planeaban dejar esa casa sin nada en lo absoluto.

Jungkook escuchó a un tipo de traje café decir que el joven iría a un hospicio, era menor de edad y lo más seguro era que le buscarían un hogar temporal.

Fue hasta entonces que el chico se movió del lugar donde había permanecido por horas.

Caminó y camino por horas, salió de la ciudad y caminó por un extenso bosque...

Hambriento, sediento y cansado a morir, simplemente sucumbió ante el piso arenoso y caliente.

Cuando abrió los ojos habían pasado tres días.

-Aquí nada es gratis niño - Un rudo y corpulento hombre le dijo lanzandole una gran chaqueta.

Desde ese día comenzó un duro entreniento qué duró un año completo. Jungkook no solo cumplió con las espectativas de ese hombre, las superó por mucho.

-Ahora es tiempo de que consigas tu propia fortuna.....

Y ahí comenzó la historia. Con su sed de venganza, inicio haciendo pequeños trabajos. Hombres poderosos que querían terminar con alguien.

Sus primeras víctimas lo hacían tener serias pesadillas, pero conforme el tiempo y los trabajos crecían las pesadillas fueron desapareciendo diez años habían pasado, el joven ahora era un apuesto hombre.

Un hombre con sed de venganza, buscaría al hombre que mató a su padre, alguien con un tatuaje que dijera "nevermind" y en cuanto lo encontrara moriría en sus propias manos.

Investigó por meses y solo encontró tres personas la primera resultó ser un adolescente de no más de quince años. Era más que imposible que el hubiera sido quien mató a su padre.

El segundo era un pandillero qué odiaban por ser sádico y depravado, pero según lo que le contaron y pido descubrir, dos meses antes estaba en prisión y salió después de cinco meses del asesinato del señor Jeon.

-Solo nos queda uno - el uraño Jungkook dijo con los ojos inyectados de odio. - te encontraré y morirás lentamente.

No sabía su nombre, pero si sabía la dirección, y para su buena suerte, una vivienda estaba en venta en ese edificio, así que la compró y decidió irse de inmediato a vivir ahi.

No era un edificio lujoso, pero si era hermoso. El primer día se dio a la tarea de investigar a los inquilinos. Todos tenían algo extraño a su alrededor.

Había dos departamentos por piso y la casa de la azotea, qué fue la que compró Jeon.

En el primer piso vivía un hombre de nombre kim Namjoon, dueño de un pequeño centro comercial qué se enfocaba más que nada en la venta de aparatos electrodomésticos. Era muy hogareño, gustaba del arte y las plantas.

Enfrente de Namjoon estaba su primo kim Taehyung, el era un médico de urgencias en un hospital en el centro de la ciudad. A el le gustaba leer, pero no en casa iba a pequeños cafés y podía estar horas en ellos devorando un libro traz otro.

En el segundo piso, un sonriente chico, tan alegre que contagiaba a su paso, Jung Hoseok, el dueño de la farmacia qué estaba al lado del edificio.

En ese mismo piso un tipo rudo de pálida piel y mal carácter, un candidato perfecto para lo que andaba buscando. Su nombre Min Yoongi, no le encontró un trabajo o profesión, solo había personas que iban y venían, tal vez era vendedor de drogas o algo así. Un buen candidato.

En el tercer piso, un hermoso y refinado chico vivía, el poseía un interesante nombre, kim Seokjin, en ese edificio reinaban los Kim. Este en particular, era dueño de un enorme salón de belleza. Que curiosamente estaba frente a los departamentos.

Tambien ahí habitaban dos personas más, un Park Jimin, y una tal Hanna, seguramente eran esposos, ellos eran los dueños de una agencia de viajes al lado de la farmacia. Ahí había algo extraño, ellos salían mucho más temprano que los otros y llegaban mucho más tarde.

Jungkook no estaba del todo convencido, seguiría investigando, uno de ellos era seguro que tendría ese tatuaje, y lo más convincente era hacer amistad con todos.

-Casi estoy seguro que eres tu Min Yoongi - se hablaba a si mismo mirando por la terraza de su casa hacia la calle observando llegar al pálido chico con sus bolsas de mandado.

Amiga

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Amiga

Me acompañarán en esta nueva historia??????

DORMIRÉ CON EL ENEMIGO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora